Entre el 21 y el 22 de enero, es decir, los dos días previos al año nuevo chino, se debe hacer una escrupulosa limpieza de toda la casa. La idea es deshacerse de todo lo viejo para dar lugar a las renovadas energías del año que se inicia. El acto de limpiar tiene por si mismo un valor ritual: los deshechos de cualquier tipo son algo asi como la consecuencia indeseada de nuestra actividad y deshacernos de ellos adecuadamente implica también en alguna medida "limpiarnos" internamente.
Es ideal que esta limpieza la haga personalmente, al menos en parte. Por ejemplo, haga la limpieza de su propia habitación o al menos del escritorio de trabajo. Recuerde que la idea es deshacerse de todo lo viejo, incluya en la limpieza el orden de cajones, roperos, closet e incluso el altillo o el baulero. Cuanto más meticulosa sea la limpieza, mejor. Deshágase de papeles y objetos que ya no vaya a usar. Una vez terminada la limpieza, guarde todas las escobas, plumeros y aspiradoras; pues ya no deberán usarse hasta después del año nuevo. También se acostumbra a colocar un talismán rojo o al menos un papel o cinta roja en la puerta, para alejar la mala suerte.
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| Durante el día 23 de enero pase nuevamente la escoba o el escobillón pero siempre hacia adentro de la vivienda. El movimiento debe sugerir que se atrae la riqueza hacia el centro de la casa. Se acostumbra a no levantar lo barrido de inmediato, sino a dejarlo acumulado en los rincones de las habitaciones hasta el día 28 de enero. |
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