lunes, 7 de mayo de 2012

Luz y Oscuridad‏


La vida parece complicada, pero no lo es. Nosotros complicamos nuestras propias
 vidas. Creamos caos a partir del orden. Enredamos las cosas empeorándolas
 continuamente simplemente porque no entendemos de qué se trata la vida o cómo funciona.
Lo primero que debemos entender es que la vida es tan simple como la Luz y la
oscuridad. Y cuando digo Luz no estoy hablando metafóricamente. Tampoco utilizo
la palabra oscuridad de forma alegórica. Sólo existen dos cosas en este mundo:
la Luz y la oscuridad. La vida parece complicada porque la oscuridad tiene una variedad
casi infinita de tonalidades y la Luz se presenta en incontables colores. Sin embargo,
 en el corazón de todo lo que existe encuentras oscuridad o Luz.
Desde el momento en que nacemos, la oscuridad y la Luz son todo lo que existe. Nuestro
crecimiento y el aumento de nuestro poder son manifestaciones de la Luz. A medida
que empezamos a envejecer, nuestra debilidad crece gradualmente como una expresión
 de la oscuridad. De forma similar, cuando estamos satisfechos, llenos de pasión,
radiantes de optimismo y tenemos una actitud que dice “puedo conseguir cualquier
cosa”, esto es la Luz expresándose en nuestra conciencia. Estas emociones positivas
son sólo el efecto de la Luz, que en sí misma es la causa de toda nuestra felicidad.
Por el contrario, cuando estamos pesimistas, deprimidos, letárgicos y cínicos, estas
son manifestaciones de la existencia de una oscuridad creciente en nuestra conciencia.
De nuevo, todas estas emociones negativas son el efecto; la oscuridad es la causa.
Por consiguiente, si una situación externa es la causa de nuestro dolor, como por
 ejemplo un divorcio o una ruina financiera repentina, esto es también una expresión de
un aumento de la oscuridad en nuestra vida; sin embargo, esta vez, la oscuridad está
afectando al mundo que nos rodea. El divorcio es el efecto; la oscuridad que de alguna
manera se ha colado en nuestra vida es la causa. De forma similar, cuando aparece el
negocio adecuado, cuando conocemos a la chica de nuestros sueños o a Don Perfecto,
esto significa que la Luz ha llegado a nuestra vida.
Nuestras emociones, nuestro estado mental, nuestro estado de conciencia y cada
uno de los sucesos que ocurren a nuestro alrededor es una mera expresión de
la oscuridad o de la Luz que hemos invitado a entrar a nuestras vidas.
No hay nada más.
El problema con la humanidad es que no se nos ha enseñado a pensar o a vivir
según este sencillo paradigma. Vivimos nuestras vidas mediante el sistema de prueba
y error, sin saber que, en realidad, todo es tan sencillo como oscuridad y Luz.
Estas consideraciones nos llevan hacia una cuestión que quizá haya surgido en tu
mente en este momento: ¿cómo podemos aumentar la cantidad de Luz en
nuestras vidas? Y, lo que es más importante, ¿dónde está esta Luz?
Cada vez que renunciamos a un deseo egoísta y elegimos un comportamiento
desinteresado, cada vez que elegimos nuestra respuesta en lugar de reaccionar,
 hacemos un cambio en nuestra vida. Y con cada cambio, recibimos un poco más de
Luz. Además, nuestros esfuerzos también benefician a nuestras familias, pues les
 otorgan una fuerza adicional para identificar y transformar su propio egoísmo. Y a
medida que una familia experimenta el poder de la transformación espiritual y se
conecta al mundo de Luz, estos beneficios se extienden a sus amigos, vecinos y comunidad.
Durante esta semana, ¡espolvorea más Luz en tu vida! A medida que la gente de
todo el mundo logra apartarse de los dictados del ego y acercarse al desinterés
propio, el planeta entero se transformará en un paraíso.
Éste es el propósito de la vida, y las herramientas que ofrece la Kabbalah
pueden ayudarnos a lograr este objetivo.
 
Todo lo mejor

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