miércoles, 18 de enero de 2012

DESPIERTA

¡DESPIERTA!
( Charlas sobre la espiritualidad )
"Al día siguiente de su ordenación como jesuita en la India,
Anthony de Mello se hizo una promesa; aprender a ayudarle
verdaderamente a la gente para que su conserjería no fuera
inútil.
De Mello aprendió, y lo que aprendió lo enseñó mediante sus
escritos, y, más directamente en los talleres y retiros que
dirigió en todo el mundo. Lo que enseñó fue siempre la
importancia de estar consciente - de despertar de nuestras
ilusiones acerca de nosotros mismos, acerca del mundo y
acerca de los demás, y la importancia de darnos cuenta de
que nosotros somos la felicidad que buscamos.
Disfrute este libro. Permita que las palabras penetren en su
alma y escuche, como lo sugeriría Tony, con el corazón.
Escuche sus historias, y escuchará sus propias historias. Lo
dejo con Tony - un guía espiritual- un amigo que lo
acompañará toda la vida".
J. Francis Stroud, S.J.
De Mello Spirituality Center
Universidad Fordham
Bronx, Nueva York.
SOBRE EL DESPERTAR
Espiritualidad significa despertar. La mayoría de las personas
están dormidas, pero no lo saben. Nacen dormidas, viven
dormidas, se casan dormidas, tienen hijos dormidas, mueren
dormidas sin despertarse nunca. Nunca comprenden el
encanto y la belleza de esto que llamamos la existencia
humana. Todos los místicos - católicos, cristianos, no
cristianos, cualquiera que sea su teología,
independientemente de su religión - afirman una cosa
unánime: todo está bien. Aunque todo está hecho un desastre,
todo está bien. Esto es sin duda, una extraña paradoja, pero lo
trágico es que la mayoría de las personas nunca llegan a
darse cuenta que todo está bien, porque están dormidas.
Tienen una pesadilla.
El año pasado oí en la televisión española una historia sobre
un caballero que llama a la puerta de la alcoba de su hijo y
dice:
- Jaime, ¡Despierta!
Jaime responde:
- No quiero levantarme, papá.
El padre grita:
Levántate, tienes que ir a la escuela.
- No quiero ir a la escuela. -
¿Por qué no?
- Por tres motivos: el primero, porque es aburridor; el segundo,
porque los niños se burlan de mí; y el tercero, porque odio la
escuela.
- Bien, voy a darte tres razones por las cuales DEBES ir a la
escuela - replica el padre -: La primera es porque es tu deber;
la segunda, porque tienes cuarenta y cinco años; y la tercera,
porque eres el director.
¡ Despierte usted, despierte! Ya está crecido. Está demasiado
grande para estar dormido. ¡Despierte! deje de jugar con sus
juguetes.
La mayoría de las personas dicen que quieren abandonar el
jardín infantil, pero no les crea. ¡No les crea! Lo único que
quieren es remendar sus juguetes rotos. "Devuélvame a mi
esposa. Devuélvame mi empleo. Devuélvame mi dinero,
Devuélvame mi fama y mi éxito". Eso es lo que quieren;
quieren que les cambien sus juguetes. Eso es todo. Hasta el
mejor psicólogo le dirá que la gente realmente no quiere
curarse. Lo que quiere es un alivio; una cura es dolorosa.
Despertarse es desagradable, usted lo sabe. Usted está
placentera y confortablemente acostado. es irritante que lo
despierten. Ésa es la razón por la que un sabio no intentará
despertar a la gente. Voy a ser sabio ahora y de ninguna
manera intentaré despertarlo, si usted está dormido.
Realmente, no es asunto mío aunque aveces le diga:
¡Despierte! A mí me conviene hacer lo mío, danzar mi propia
danza. Si a usted le aprovecha, ¡magnífico!; si no, que
¡lástima!. Como dicen los árabes: "LA NATURALEZA DE LA
LLUVIA ES LA MISMA, PERO HACE QUE CREZCAN ESPINAS EN
LOS PANTANOS Y FLORES EN LOS JARDINES".
SOBRE EL EGOÍSMO LEGÍTIMO
Lo primero que quiero que ustedes comprendan, si realmente
quieren despertar, es que ustedes no quieren despertar. El
primer paso para despertar es que tengan suficiente
honestidad como para admitir que no les gusta. No quieren ser
felices. ¿Quieren una prueba? Ensayemos. Tardará
exactamente un minuto:
Podrían cerrar los ojos o mantenerlos abiertos, realmente no
importa. Piensen en alguien a quienes ustedes quieren mucho,
alguien cercano a ustedes, alguien que para ustedes es muy
valioso y díganle mentalmente a esa persona: "Preferiría ser
feliz a tenerte", vea lo que sucede, "Preferiría ser feliz a
tenerte. Si yo pudiera elegir, sin duda elegiría la felicidad".
¿Cuantos de ustedes se sintieron egoístas cuando dijeron eso?
Parece que muchos. ¿Ven cómo nos han lavado el cerebro?
¿Ven como nos han lavado el cerebro para que pensemos:
"¿Cómo puedo ser tan egoísta?". Pero miren quién es egoísta.
Imaginen que alguien les dice a ustedes: "¿Cómo puedes ser
tan egoísta como para elegir la felicidad en lugar de elegirme
a mí?" ¿No les gustaría responder esto?: "Excúsame, pero
cómo puedes ser tan egoísta como para exigir que yo te elija a
ti por encima de mi felicidad?"
Cierta vez una mujer me contó que cuando ella era niña su
primo jesuita organizó un retiro espiritual en la iglesia jesuita
de Milwaukee. Él empezaba cada conferencia con estas
palabras: "La prueba del amor es el sacrificio, y la medida del
amor es el desinterés". ¡Que maravilla! Le pregunté a ella:
"¿Usted quisiera que yo la amara a costa de mi felicidad? "Sí",
me contestó. ¿No sería maravilloso? Ella me amaría a costa de
su felicidad, y yo la amaría a costa de mi felicidad, así
tendríamos dos personas desgraciadas, ¡Pero que viva el
amor!
SOBRE EL DESEO DE FELICIDAD
Estaba diciendo que no queremos ser felices. Queremos otras
cosas. O más exactamente: No queremos ser
incondicionalmente felices. Estoy dispuesto a ser feliz siempre
y cuando tenga esto y lo otro. Pero esto realmente es decirle a
nuestro amigo o a nuestro Dios o a cualquiera:
"Tu eres mi felicidad. Si no te tengo, me niego a ser feliz".
Es muy importante comprender eso. No podemos imaginarnos
la felicidad sin esas condiciones. Es muy cierto. No podemos
imaginarnos la felicidad sin ellas. Nos han enseñado a cifrar en
ellas nuestra felicidad.
De manera que eso es lo primero que debemos hacéis si
queremos despertar, que es lo mismo que decir:
Si queremos amar, si queremos ser libres, si queremos la
alegría y la paz y la espiritualidad.
En ese sentido, la espiritualidad es lo más práctico que hay en
el mundo.
Desafío a cualquiera a pensar en algo más práctico que la
espiritualidad como la he definido. No como piedad, no como
devoción, no como religión, no como adoración sino como
espiritualidad -
¡Despertar! ¡despertar! veamos la angustia que hay en todas
partes, veamos la soledad, veamos el temor, la confusión, el
conflicto en el corazón de la gente, el conflicto interno, el
conflicto externo.
Imagínense ustedes que alguien les muestra la manera de
librarse de todo eso. imagínense ustedes que alguien les
muestra la manera de detener ese tremendo gasto de
energía, de salud, de emoción que es el resultado de esos
conflictos y de esa confusión.
¿Les gustaría?
Imaginemos que alguien nos muestra la manera de amarnos
los unos a los otros, y de vivir en paz y con amor. ¿Pueden
ustedes imaginarse algo más práctico que eso? Pero, en
cambio, hay personas que piensan que los grandes negocios
son más prácticos, que la política es más práctica, que la
ciencia es más práctica. ¿De qué nos sirve llevar un hombre a
la luna si no podemos vivir en la tierra?
¿La psicología es más práctica que la espiritualidad?. No hay
nada más práctico que la espiritualidad. ¿que puede hacer el
pobre psicólogo? Sólo puede aliviar la tensión. Yo soy
psicólogo, y hago psicoterapia, y se me presenta este gran
conflicto a veces, cuando tengo que escoger entre la
psicología y la espiritualidad. Me pregunto si esto tiene sentido
para alguno de los presentes. Para mí no tuvo sentido durante
muchos años.
Voy a explicarlo: No tuvo sentido para mí durante muchos
años, hasta que de pronto descubrí que la gente tiene que
sufrir bastante en una relación para desilusionarse de todas
las relaciones. ¿No es eso terrible? Tiene que sufrir bastante
en una relación para que despierte y diga: ¡Ya me cansé! Tiene
que haber una manera mejor de vivir que dependiendo de otro
ser humano". ¿Y que estaba haciendo yo como
psicoterapeuta?
Las personas llegaban con sus problemas de relación, sus
problemas de comunicación, etc., y a veces, lo que hice les
ayudó. Pero siento decir que a veces no les ayudó porque eso
las mantenía dormidas. Tal vez debieran haber sufrido un
poquito más. Tal vez deben llegar hasta el fondo y decir:
"Estoy cansado de todo". Solamente cuando usted esté
cansado de su cansancio podrá superarlo. La mayoría de la
gente va a donde el siquiatra o un psicólogo para recibir alivio.
Lo repito: para recibir alivio, no para curarse.
Hay una historia sobre Juanito, quien, según decían, era
retardado mental. Pero evidentemente no lo era como lo
verán. Juanito va a clase de cerámica en su escuela para niños
especiales y toma su pedazo de arcilla y se pone a modelarla.
Coge un pedacito de arcilla y se va al rincón del salón a jugar
con ella. La maestra se acerca y le dice:
-¡Hola Juanito!
-¡Hola! - le contesta Juanito
-¿Qué es lo que tienes en la mano, Juanito?
- Esto es un poco de estiércol de vaca.
-¿Qué estás haciendo con ese estiércol?
- Estoy haciendo una maestra.
La maestra piensa: "Juanito tuvo una regresión", de modo que
llama al director, que pasaba en ese momento y le dice:
- Juanito tuvo una regresión.
Entonces el director se acerca a Juanito y le dice:
-¡Hola! hijo.
-¡Hola! - Le contestó Juanito
-¿Qué es lo que tienes en la mano, Juanito?
- Un poco de estiércol de vaca
-¿Qué estás haciendo con el estiércol?
- Un director de escuela.
El director piensa que este caso es para el psicólogo de la
escuela. "¡Llamen al psicólogo!" dice.
El psicólogo, un tipo inteligente. Se acerca a Juanito y le dice:
-¡Hola!
-¡Hola! - le contesta Juanito.
- Juanito, yo sé qué es lo que tienes en la mano.
-¿Qué?
- Un poco de estiércol de vaca.
- Correcto.
- Y yo sé que estás haciendo con él.
-¿Qué?
- Estás haciendo un psicólogo.
- Se equivoca. ¡No hay suficiente estiércol!
¡ Y decían que era retardado mental!
Los pobres psicólogos están haciendo un buen trabajo.
Realmente lo hacen. Hay ocasiones en que la psicoterapia es
una gran ayuda por que cuando usted está a punto de
volverse loco, loco de atar, está a punto de volverse un
psicótico o un místico, lo contrario de un loco.
Eso es lo que es un místico, lo contrario de un loco.
¿Quiere saber una señal de que ya despertó? es cuando usted
se pregunta: "¿Estoy loco, o son los demás los que están
locos?" Así es, realmente, porque estamos locos. El mundo
entero está loco. ¡Locos certificados! La única razón por la que
no estamos encerrados en un manicomio es porque somos
demasiados. De modo que estamos locos. Vivimos de ideas
locas acerca del amor, de las relaciones, de la felicidad, del
gozo, de todas las cosas. Estamos locos hasta tal punto que he
llegado a creer que si todo el mundo está de acuerdo sobre
algo, puede usted tener la seguridad de que ¡Todos están
equivocados!. Todas las ideas nuevas. Todas las grandes ideas,
cuando empezaron, estaban en la minoría de uno solo. Ese
hombre llamado Jesucristo - una minoría de uno -. Todo el
mundo decía algo diferente sobre lo que Él decía. Buda -
minoría de uno - Todo el mundo decía algo diferente de lo que
él decía. Creo que fue Bertrand Russell quien dijo: "Toda gran
idea empieza como una blasfemia", eso es cierto, y dicho con
exactitud. Ustedes van a escuchar muchas blasfemias durante
estos días - "¡El ha blasfemado!" Porque la gente está loca,
todos son locos, y cuanto más pronto lo vean ustedes, mejor
para su salud mental y espiritual. No confíen en ellos. No
confíen en sus mejores amigos. Desilusiónense de sus mejores
amigos. Son muy brillantes. Lo mismo que ustedes en su trato
con otras personas, aunque probablemente ustedes no lo
sepan. Ah, ustedes son tan astutos, tan sutiles, tan ingeniosos.
Ustedes están representando un gran papel.
No estoy haciendo muchos elogios, ¿verdad? Pero lo repito:
Ustedes quieren despertar, ustedes están representando un
gran papel, y ni siquiera lo saben. Piensan que aman. ¡Ja! ¿A
quién aman? Hasta la abnegación los hace sentir bien,
¿verdad? "¡Me estoy sacrificando! Estoy viviendo de acuerdo
con mi ideal". Pero ustedes obtienen algún beneficio de eso,
¿no es así? Siempre obtienen algo de todo lo que hacen,
hasta que despierten.
De modo que aquí está el primer paso: Dese cuenta de que
no quiere despertar. Es bastante difícil que despierte si lo
hipnotizaron para que crea que un pedazo de papel periódico
viejo es un cheque por un millón de dólares ¡Qué difícil es
separarse de ese pedazo de periódico viejo!
LA RENUNCIACION TAMPOCO ES LA SOLUCION
Siempre que usted practique la renunciación, se engaña. ¡Qué
tal eso!. Se engaña. ¿A qué renuncia? Siempre que renuncie a
algo, queda atado para siempre a aquello a lo cual renuncia.
Hay un gurú en la India que dice: "Siempre que viene a verme
una prostituta, no habla sino de Dios. Dice que está cansada
de la vida que lleva. Que quiere a Dios. Y siempre que viene a
verme un sacerdote, no habla sino de sexo". Muy bien, cuando
usted renuncia a algo, queda atado a esa cosa para siempre.
Cuando lucha contra alguna cosa, queda atado a ella para
siempre. Mientras luche contra ella, le está dando poder. Le da
tanto como el que usa para luchar contra él.
Esto incluye el comunismo y todo lo demás. de manera que
debe "recibir" a sus demonios porque cuando lucha contra
ellos les da poder. ¿Nadie le ha dicho esto? Cuando renuncia a
una cosa, queda atado a ella. La única manera de salir de ello
es mirar a través de la cosa. No renuncie a ella, mire a través
de ella. Comprenda su verdadero valor y no tendrá que
renunciar a ella; sencillamente, ella caerá de sus manos, pero
por supuesto, si no ve eso, si usted está hipnotizado y cree
que no será feliz sin esa cosa, aquella o de más allá, está
esclavizado. Lo que tenemos que hacer por usted no es lo que
la llamada espiritualidad intenta hacer - es decir, lograr que
usted haga sacrificios, que renuncie a las cosas. Eso es inútil.
Usted todavía está dormido. Lo que tenemos que hacer es
ayudarle a comprender. Si comprendiera, sencillamente
dejaría de desear esa cosa. Esto es otra manera de decir: Si
usted despertara, sencillamente dejaría de desear esa cosa.
ESCUCHE Y DESAPRENDA
A algunos nos despiertan las duras realidades de la vida.
Sufrimos tanto que despertamos. Pero los seres humanos
tropiezan con la vida una y otra vez. Todavía caminan como
sonámbulos. Nunca despiertan. Trágicamente nunca se les
ocurre que puede haber otra manera. Nunca se les ocurre que
puede haber una manera mejor. Sin embargo, si la vida no lo
ha golpeado a usted lo suficiente, y si no ha sufrido lo
suficiente, entonces hay otra manera: escuchar. No quiero
decir que usted tiene que estar de acuerdo con lo que estoy
diciendo. Porque el acuerdo o el desacuerdo tienen que ver
con las palabras y los conceptos y las teorías; no tienen nada
que ver con la verdad. La verdad nunca se expresa con
palabras. La verdad se percibe de repente, como resultado de
cierta actitud. De manera que usted puede no estar de
acuerdo conmigo y, sin embargo, percibir la verdad. Pero tiene
que haber una actitud de apertura, estar dispuesto a descubrir
algo nuevo. Eso es lo importante, no que usted esté o no esté
de acuerdo conmigo. Al fin y al cabo, la mayor parte de lo que
estoy dando son realmente teorías. Ninguna teoría abarca
adecuadamente la realidad. De manera que yo puedo hablarle
a usted, no de la verdad, sino de los obstáculos de la verdad.
Esos obstáculos los puedo describir. No puedo describir la
verdad. Nadie puede hacerlo. Lo único que puedo hacer es
describirle sus falsedades, para que pueda dejarlas. Lo único
que puedo hacer por usted es desafiar sus creencias y el
sistema de creencias que lo hace desdichado. Lo único que
puedo hacer es ayudarle a desaprender. De eso se trata el
aprendizaje en lo concerniente a la espiritualidad:
desaprender, desaprender casi todo lo que nos han enseñado.
Una disposición para desaprender, para escuchar.
¿Está usted escuchando, como lo hace la mayoría de la gente,
con el fin de confirmar lo que ya piensa? Observe sus propias
reacciones a medida que hablo. Con frecuencia se alarmará, o
se conmocionará, o se escandalizará, o se irritará, o se
disgustará, o se sentirá frustrado. O dirá: "¡Maravilloso!" ¿Pero
está usted escuchando para ver si lo que oye le confirma lo
que piensa? ¿O está escuchando para descubrir algo nuevo?
Eso es importante. Es difícil para las personas que están
dormidas. Jesús proclamó la Buena Nueva, y, sin embargo, fue
rechazado. No porque fuera buena, sino porque era nueva.
Detestamos lo nuevo, ¡lo detestamos! Y cuanto más pronto
aceptemos este hecho, mejor. No queremos nada nuevo,
especialmente cuando es perturbador, especialmente cuando
implica un cambio. Especialmente si implica decir: "Yo estaba
equivocado". Recuerdo que me encontré en España con un
jesuita de ochenta y siete años; fue superior y profesor mío en
la India hace treinta o cuarenta años. Y asistió a un taller como
éste. "Debería haberlo oído hace setenta años", me dijo. "
Mire: he estado equivocado toda la vida". Dios, ¡escuchar eso!.
Es como ver una de las maravillas del mundo. Eso, damas y
caballeros, ¡es fe! Una apertura hacia la verdad, sin importar
las consecuencias, sin importar hacia dónde lo lleve a uno. Eso
es fe. No creencia sino fe. Las creencias le dan a uno mucha
seguridad. Pero la fe es inseguridad. Uno no sabe. Uno está
dispuesto a seguir y está abierto. ¡completamente abierto!
Está dispuesto a escuchar. Y fíjense bien, estar abierto no
significa ser crédulo, no significa tragar entero todo lo que
diga el que habla. de ningún modo. Ustedes tienen que
cuestionar todo lo que estoy diciendo. Pero cuestiónenlo desde
una actitud de apertura, no de terquedad. Y cuestiónenlo todo.
Recuerden estas hermosas palabras de Buda: "Los monjes y
los eruditos no deben aceptar mis palabras por respeto sino
que deben analizarlas, así como un orfebre analiza el oro -
cortando, raspando, frotando, fundiendo".
Cuando uno hace eso, está escuchando. Ha dado un gran paso
hacia el despertar. Como dije, el primer paso es estar
dispuesto a admitir que uno no quiere despertar, que no
quiere ser feliz. Dentro de uno hay toda clase de resistencias.
El segundo paso es estar dispuesto a comprender, a escuchar,
a cuestionar todo su sistema de creencias . No solamente su
sistema de creencias religiosas, sus creencias políticas, sus
creencias sociales, sus creencias psicológicas, sino todas sus
creencias. Estar dispuesto a revisarlas todas, según la
metáfora de Buda. Y les daré a ustedes muchas oportunidades
para que realicen eso aquí.
LA FARSA DE LA CARIDAD
La caridad es realmente el amor propio disfrazado de
altruismo. Usted dice que es muy difícil aceptar que puede
haber ocasiones en que usted no está realmente tratando de
ser amoroso o confiado. Simplifiquémoslo lo más posible.
Hagámoslo tan brusco y tan extremo como sea posible, al
menos para empezar. Hay dos tipos de egoísmo. el primer tipo
es el que consiste en darme gusto de darme gusto. eso es lo
que generalmente llamamos egoísmo. El segundo tipo es el
que consiste de darme el placer de agradar a los demás. Éste
sería un tipo más refinado de egoísmo.
El primero es muy obvio, pero el segundo está oculto, muy
oculto, y por eso es más peligroso, porque llegamos a pensar
que realmente somos maravillosos. Pero, al fin y al cabo, tal
vez no seamos tan maravillosos.
Usted, señora, dice que, en su caso, vive sola, y que va a la
parroquia y dedica varias horas de su tiempo. Pero también
admite que lo hace por una razón egoísta - Usted necesita que
la necesiten - y usted también sabe que necesita que la
necesiten de una manera que haga sentir que está
contribuyendo con algo al mundo. Pero también admite que,
como ellos también la necesitan, es un intercambio.
¡Usted está a punto de entender! Tenemos que aprender de
usted. Eso es lo correcto. Usted dice: "Doy algo, recibo algo".
Está en lo cierto. Voy a ayudar, doy algo, recibo algo. eso es
bello. eso es verdad, eso es real. Eso no es caridad, eso es el
amor propio ilustrado.
Y usted, señor, usted señala que en el fondo, el Evangelio de
Jesús es un evangelio del egoísmo. Logramos la vida eterna
por nuestros actos de caridad. "Venid, benditos de mi padre.
Cuando tuve hambre me disteis de comer... etc.". Usted dice
que eso confirma lo que dije. Cuando miramos a Jesús, dice
usted, vemos que en el fondo sus actos de caridad fueron
fundamentalmente actos de egoísmo, ganar almas para la
vida eterna. Y usted ve eso como todo el impulso y el
significado de la vida: el logro del egoísmo por medio de los
actos de caridad
Muy bien, pero vea usted: Usted está haciendo algo de trampa
porque trajo la religión a este asunto. Eso es legítimo. Es
válido. Pero ¿que tal si hablo de los Evangelios, de la Biblia, de
Jesús, hacia el final de este retiro? Por ahora diré esto para
complicarlo aún más. "Tuve hambre y me disteis de comer,
tuve sed y me disteis de beber", y ¿ellos que responden? ¿
cuando? ¿cuando lo hicimos? ¡No lo sabíamos!. ¡No tenían
consciencia de ello! A veces tengo una horrible fantasía en la
que el Rey dice:
- Tuve hambre y me disteis de comer.
Y la gente que está a la derecha dice:
- Así es señor, nosotros lo sabemos.
- No les estaba hablando a ustedes - les dice el Rey- No es así;
ustedes no debían saberlo.
¿No les parece interesante? Pero ustedes saben. Ustedes
conocen el placer interior cuando hacen obras de caridad.
¡Ajá! ¡Así es! Es lo opuesto de alguien que dice: "¿Qué tenía de
extraordinario lo que hice? Hice algo, obtuve algo. No tenía ni
idea de que estaba haciendo algo bueno. Mi mano izquierda
no sabía lo que estaba haciendo mi mano derecha". Miren: Un
bien nunca es tan bueno como cuando usted no sabe que es
bueno. O como diría el gran Sufí: "Un santo es santo hasta que
lo sabe".
Algunos de ustedes objetan esto, Ustedes dicen: " ¿No es el
placer que recibo cuando doy, no es eso la vida eterna aquí y
ahora?" No sabría decir. Yo llamo al placer, placer, y nada más.
Al menos por el momento, hasta que hablemos de la religión,
posteriormente. Pero quiero que comprendan algo desde el
principio: que la religión no está - repito: no estánecesariamente
conectada con la espiritualidad. Por favor,
mantengan la religión fuera de esto por ahora.
Muy bien, ustedes preguntan: ¿Qué decir del soldado que cae
sobre una granada para evitar que ésta hiera a otros? ¿ y qué
decir del hombre que se subió a un camión lleno de dinamita y
lo llevó hasta el campo Norteamericano en Beirut? ¿Qué decir
de él? "No hay amor más grande que éste". Pero los
Norteamericanos no lo consideraban así. Lo hizo
deliberadamente. Era un hombre extraordinario. ¿no es cierto?
pero les aseguro que él no pensaba lo mismo. Él creía que se
iría al cielo. Así es. Lo mismo que el soldado que cayó sobre la
granada.
Estoy tratando de llegar a visualizar una acción en la que no
esté el ego, en la que usted esté despierto y lo que hace, lo
haga a través de usted. En ese caso, su acción se convierte en
una celebración. "Hágase en mí". No estoy excluyendo eso.
Pero cuando usted lo hace, estoy buscando el egoísmo.
Aunque sea solamente: " Me recordarán como un gran héroe",
o " Yo no podría vivir si no lo hiciera. No podría vivir con el
pensamiento de que huí". Pero recuerden, no estoy
excluyendo el otro tipo de acción. Nunca dije que no hubiera
ninguna acción en la que no esté el ego. Tal vez la haya.
Tendremos que explorar eso. Una madre que salva a un niño -
que salva a su hijo, dicen ustedes. Pero ¿a qué se debe que no
salve al hijo de su vecina? Es el suyo. Es el soldado que muere
por su país. Muchas de estas muertes me inquietan. Me
pregunto: "Son ellas el resultado de un lavado de cerebro? Los
mártires me inquietan. Creo que con frecuencia les lavaron el
cerebro. A los mártires Musulmanes, a los mártires hindúes, a
los mártires budistas, a los mártires cristianos ¡Les lavaron el
cerebro!.
Ellos tienen la idea de que deben morir, de que la muerte es
una gran cosa. No sienten nada, van derecho. Pero no todos
ellos, de modo que escúchenme bien. No dije que todos ellos,
pero tampoco excluiría la posibilidad. A muchos comunistas les
lavan el cerebro (ustedes están dispuestos a creerlo). Tanto les
lavan el cerebro que están dispuestos a morir. A veces pienso
que el proceso que usamos para producir, por ejemplo, a un
San Francisco Javier, podría ser exactamente el mismo proceso
utilizado para producir terroristas. Un hombre podría hacer un
retiro espiritual de treinta días, y salir de él inflamado de amor
a Cristo, y sin embargo, sin la menor consciencia de sí mismo.
Ni la más mínima. Podría hacer sufrir, se cree santo. No
pretendo hablar mal de Francisco Javier, quien posiblemente
era un gran santo, pero era difícil vivir con él. Ustedes saben
que era un superior terrible, ¡realmente lo era! hagan una
investigación histórica. Ignacio siempre tenía que intervenir
para deshacer el daño que este buen hombre hacía por su
intolerancia. Hay que ser bastante intolerante para lograr lo
que él logró. Adelante, adelante, adelante, adelante, sin
importar cuántos cadáveres quedaban a la vera del camino.
Algunos críticos de Francisco Javier defienden exactamente
eso. Acostumbraba expulsar a los hombres de nuestra
Compañía, y ellos apelaban a Ignacio, quien les decía: "Venga
a Roma y conversaremos". Y, a hurtadillas, Ignacio volvía a
recibirlos. ¿Qué tanta consciencia había en esta situación?
Quienes somos para juzgar, no lo sabemos.
No estoy diciendo que no haya motivaciones puras. Estoy
diciendo que ordinariamente todo lo que hacemos es en
nuestro propio interés. Todo. Cuando usted hace algo por amor
a Cristo, ¿es eso egoísmo? Si. Cuando hace algo por amor a
alguien, lo hace por su propio interés. Tendré que explicarlo:
Imagínese que usted vive en Fénix y que alimenta a más de
quinientos niños todos los días. ¿Lo hace sentirse bien? ¿Acaso
esperaría que lo hiciese sentirse mal? Pero a veces ocurre. Y
ello se debe a que algunas personas hacen cosas para no
sentirse mal. Y llaman a esto caridad. Actúan por sentimiento
de culpa. eso no es amor. Pero a Dios gracias, usted hace las
cosas por la gente, y eso le parece agradable. ¡Maravilloso!
Usted es un individuo sano porque actúa en su propio interés.
eso es sano.
Resumiré lo que estaba diciendo sobre la caridad sin egoísmo:
Dije que había dos tipos de egoísmo; tal vez debiera haber
dicho tres. El primero es cuando me doy el gusto de darme
gusto; el segundo es cuando me doy el gusto de agradar a los
demás. Uno no debe enorgullecerse de eso; no debe creerse
una gran persona; es una persona muy ordinaria, pero tiene
gustos refinados. sus gustos son buenos, no la calidad de su
espiritualidad. Cuando era niño, le gustaba la Coca- Cola,
ahora es mayor y le gusta la cerveza fría en un día caluroso.
Ahora tiene mejor gusto. Cuando era niño le encantaban los
chocolates; ahora que es mayor le gusta una sinfonía, le gusta
un poema. Tiene mejor gusto. Pero de todas maneras, está
obteniendo su propio placer, con la diferencia de que ahora se
trata del placer de agradar a los demás. Luego está un tercer
tipo, que es el peor, cuando uno hace algo bueno para no
sentirse mal. Lo detesta, está haciendo sacrificios por amor,
pero se queja. ¡Ah! Que poco se conoce a sí mismo si cree que
o hace las cosas de esta manera.
Si me dieran un dólar cada vez que hago cosas que me hacen
sentirme mal , sería millonario. Ustedes saben cómo es:
-¿Podría conversar con usted esta noche, padre?
- Sí, ¡por supuesto!
No quiero conversar con él y odio hacerlo. Quiero ver ese
programa de televisión esta noche, pero ¿cómo le digo que
no? No tengo el valor para decirle que no. "Por supuesto", y
estoy pensando: "¡Dios mío y ahora tengo que
aguantármelo!".
Conversar con él no me hace sentirme bien, y no me hace
sentir bien decirle que no, de modo que escojo el menor de los
males, y le digo: "Muy bien, por supuesto". Me voy a sentir
feliz cuando esto se acabe y pueda dejar de sonreírle, pero
inicio la sesión con él.
-¿Cómo está usted?
- Maravillosamente - dice, y habla y habla sobre cómo le ha
gustado este seminario.
Y yo pienso: "Oh, Dios, ¿cuándo irá al grano?" por fin se
concreta el asunto, y yo, metafóricamente, lo estrello contra la
pared; le digo:
- Bueno, cualquier idiota podría solucionar ese problema
- Y lo despido.
"¡Al fin me libré de él", digo. Y a la mañana siguiente, durante
el desayuno (porque lamento haber sido tan descortés) me le
acerco y le digo:
-¿Cómo van las cosas?
- Bastante bien, contesta, y luego agrega: Mire, lo que me dijo
anoche, realmente me ayudó. ¿Podemos volver a conversar
después del almuerzo?
¡Dios Mío!
Ése es el peor tipo de caridad, cuando uno hace algo para no
sentirse mal. No tiene el valor de decir que no quiere que lo
molesten. ¡Quiere que la gente piense que es un buen
sacerdote! Cuando alguien manifiesta: " A mí no me gusta
lastimar a la gente", yo le digo: " ¡No me diga! No se lo creo".
No le creo a nadie que diga que no le gusta lastimar a la
gente. Nos encanta lastimar a la gente, especialmente a
algunas personas. Nos encanta. Y cuando es otra persona la
que lastima a alguien, nos regocijamos. Pero no queremos
nosotros mismos lastimar a otros ¡porque eso nos lastima a
nosotros! Ahí lo tienen. Si somos nosotros los que lastimamos,
los demás pensarán mal de nosotros. No nos apreciarán,
Hablarán contra nosotros y eso ¡no nos gusta!
¿QUE LE PREOCUPA?
La vida es un banquete. Y lo trágico es que la mayoría de las
personas se están muriendo de hambre. Realmente de eso es
de lo que estoy hablando. Hay una bonita historia sobre unas
personas que se hallaban en una balsa a cierta distancia de la
costa de Brasil, y se estaban muriendo de sed. No sabían que
el agua en la que estaban flotando era dulce. el río entraba en
el mar con tanta fuerza que penetraba en él más de tres
kilómetros, de modo que tenían agua dulce allí mismo. Pero no
lo sabían. De la misma manera, estamos rodeados de alegría,
felicidad, de amor. La mayoría de los seres humanos no lo
saben. La razón: les lavaron el cerebro. La razón: están
hipnotizados, están dormidos. Imagínense un mago que
hipnotiza a alguien de manera que la persona ve lo no que
está ahí y no ve lo que está ahí. De eso se trata. Arrepiéntanse
y acepten la buena nueva. ¡Arrepiéntanse! ¡Despierten! No
lloren por sus pecados. ¿Por qué llorar por pecados que
cometieron cuando estaban dormidos? ¿van a llorar por lo que
hicieron en estado hipnótico? ¿Por qué quieren ser como una
persona hipnotizada? ¡Despierten! ¡Despierten!
¡Arrepiéntanse! ¡Tengan una mente nueva! ¡Adopten una
nueva manera de ver las cosas! porque "¡El reino está aquí!"
Son pocos los cristianos que toman eso en serio. Ya les dije a
ustedes que lo primero que necesitan hacer es despertar,
reconocer el hecho de que no les gusta que los despierten. Les
gustaría más tener todas las cosas que en su estado hipnótico,
les hicieron creer que eran tan preciosas y tan importantes
para usted, y para su vida y su supervivencia. Además,
comprendan. Comprendan que tal vez tienen ideas
equivocadas, y que son estas ideas las que están influyendo
en su vida y convirtiéndola en el desastre que es y
manteniéndolos dormidos. Ideas sobre el amor, ideas sobre la
libertad, ideas sobre la felicidad, y otras ideas. Y no es fácil
escuchar a alguien que cuestiona esas ideas que son tan
preciosas para ustedes.
Se han hecho estudios interesantes sobre el lavado de
cerebro. Se ha revelado que le lavaron el cerebro a alguien
cuando adopta o "introyecta" una idea que no es suya, que es
de otro. Y lo increíble es que esa persona estaría dispuesta a
morir por esa idea. ¿No es extraño?. La primera prueba de que
a una persona le lavaron el cerebro e introyectó convicciones y
creencias tiene lugar cuando se atacan esas convicciones y
creencias, se siente aturdida, reacciona emocionalmente, Esa
es una buena señal, - no infalible, pero si una buena señal -
de que se trata de lavado de cerebro. La persona está
dispuesta a morir por una idea que no fue suya. Los terroristas
o los santos (así llamados) aceptan una idea, la tragan entera
y están dispuestos a morir por ella. no es fácil escuchar,
especialmente cuando uno se pone emocional con respecto a
una idea. Y aunque no se ponga emocional, no le es fácil
escuchar; siempre escucha de acuerdo a con su
programación, con sus condicionamientos, con su estado
hipnótico. con frecuencia interpreta todo lo que se dice en
función de su estado hipnótico, o de su condicionamiento, o de
su programación. Como esta joven que está escuchando una
conferencia sobre agricultura y dice: "Excúseme señor, estoy
completamente de acuerdo con usted con que el mejor abono
es el abono de caballo maduro. ¿Nos podría decir, que edad
debe tener el caballo?" ¿Ven en función de qué habla ella?
todos tenemos nuestras opiniones, ¿no es verdad? Y
escuchamos en función de esas opiniones. "Enrique, ¡Cómo
has cambiado! Eras alto y ahora eres tan bajo. Eras fornido y
ahora eres delgado. Eras rubio y ahora eres tan moreno. ¿que
te pasó Enrique? Enrique dice: "Yo no soy Enrique, soy Juan".
"Ah, ¡Cambiaste hasta de nombre!" ¿Cómo hacer que
personas así escuchen?
Lo más difícil en el mundo es escuchar, es ver. No queremos
ver. ¿Creen ustedes que un capitalista quiere ver lo que hay
de bueno en el sistema comunista? ¿Creen ustedes que un
comunista quiere ver lo que hay de bueno y saludable en el
sistema capitalista? ¿Creen ustedes que un rico quiere mirar a
los pobres? No queremos mirar, porque si lo hacemos,
podemos cambiar. No queremos mirar. Si uno mira pierde el
control de la vida que tiene tan precariamente armada. y por
eso para poder despertar, lo que más necesita uno no es
energía, ni fuerza, ni juventud, ni siquiera una gran
inteligencia lo que necesita por encima de todo es estar
dispuesto a aprender algo nuevo. Las posibilidades de
despertar están en proporción directa a la cantidad de verdad
que uno puede aceptar sin huir. ¿Cuánta verdad están
dispuestos a aceptar? De todas las cosas que aman, ¿cuántas
están dispuestas a ver destruidas, sin huir? ¿cuán dispuestos
están a pensar en algo que no les sea familiar?
La primera reacción es el temor. No es que temamos lo
desconocido. Uno no puede temer lo que no conoce. nadie
teme lo desconocido. Lo que uno realmente teme, es la
pérdida de lo conocido. Eso es lo que teme.
A manera de ejemplo, dije que todo lo que hacemos está
tocado de egoísmo. No es fácil oír eso. Pero piensen por un
minuto, Profundicemos un poco más en eso: Si todo lo que
ustedes hacen proviene del egoísmo - ilustrado o no- ¿cómo
los hace sentir eso a ustedes con respecto a su caridad y a
todas sus obras buenas? ¿Qué les pasa a ellas? He aquí un
pequeño ejercicio: Piensen en todas las buenas obras que han
hecho o en algunas de ellas (porque sólo les voy a dar unos
pocos segundos). Ahora comprendan que realmente surgieron
del egoísmo supiéranlo ustedes o no. ¿Qué le pasa a su
orgullo? ¿Qué le pasa a su vanidad? ¿Qué le pasa a esos
agradables sentimientos suyos, a esa palmadita de felicitación
en la espalda cada vez que hizo algo que lo hacía sentir tan
caritativo? Todo queda aplastado, ¿no es así? ¿Qué le pasa a
ese sentimiento de superioridad frente a su vecino a quien
usted consideraba tan egoísta? Todo cambia. ¿no es verdad?
"Bueno", dirá usted, "mi vecino tiene gustos menos refinados
que los míos".
Usted es una persona peligrosa, realmente lo es. Parece que
Jesucristo tuvo menos problemas con otra clase de personas
que con la clase de usted. Muchos menos problemas. Él tuvo
problemas con personas que realmente estaban convencidas
de que eran buenas. Las personas de otra clase parece que no
le crearon muchos problemas, las que eran abiertamente
egoístas y lo sabían. ¿Pueden ver ustedes cuán liberador es
eso? ¡Vamos, Despierten! Eso es liberador. ¡Es maravilloso!
¿Está usted deprimido? Tal vez lo esté. ¿No es maravilloso
darse cuenta que usted no es mejor que nadie en el mundo?
¿No es maravilloso? ¿Está desilusionado? ¡Mire, lo hemos
sacado a la luz! ¿Qué le pasa a su vanidad? A usted le gustaría
sentir que es mejor que otros. Pero mire cómo hemos sacado a
la luz esa falacia.
BUENO, MALO, O AFORTUNADO
En mi opinión el egoísmo parece provenir de un instinto de
conservación, el primero y el más profundo de nuestros
instintos. ¿Cómo podemos optar por el desinterés? Sería casi
como optar por la inexistencia. en mi opinión, podría parecer
lo mismo que no existir. como quiera que sea, lo que estoy
diciendo es: no se sienta mal por ser egoísta; todos somos
iguales. Una vez alguien dijo algo terriblemente hermoso
sobre Jesús: quien lo dijo, ni siquiera era cristiano: "Lo más
hermoso acerca de Jesús es que estaba a gusto con los
pecadores, porque comprendía que no era mejor que ellos".
Somos distintos a los demás - por ejemplo, de los criminalessólo
en lo que hacemos o no hacemos, no en lo que somos. La
única diferencia entre Jesús y los demás era que él estaba
despierto y ellos no. Mire a las personas que se ganan la
lotería. ¿Dicen: "Me siento orgulloso de aceptar este premio,
no para mí, sino para mi nación y mi sociedad"? ¿Hay alguien
que diga eso cuando se gana una lotería? No porque fueron
afortunados, afortunados. De modo que se ganaron la lotería,
el primer premio. ¿Eso puede ser motivo de orgullo de algún
modo?
De la misma manera, si usted logra despertar, lo haría en su
propio interés, y sería afortunado. ¿Quiere gloriarse de eso?
¿De qué se puede gloriar? ¿No puede darse cuenta de lo
absolutamente estúpido que es vanagloriarse de sus buenas
obras? El fariseo no era un hombre malo, era estúpido. No se
detenía a pensar. Alguien dijo cierta vez: "No me atrevo a
detenerme a pensar, porque si lo hiciera, no sabría cómo
volver a empezar".
NUESTRAS ILUSIONES RESPECTO DE LOS DEMAS
De manera que si usted se detiene a pensar, verá que, al fin y
al cabo, uno no tiene por qué estar orgulloso de nada. ¿Qué le
hace esto a su relación con la gente? ¿De qué se queja? Un
joven vino a quejarse de que su novia lo había desilusionado,
que lo había traicionado. ¿De qué se queja? ¿Esperaba algo
mejor? Espere lo peor. Usted está tratando con gente egoísta.
Usted es el idiota; usted la glorificó, ¿no es así? Usted pensó
que ella era una princesa, que la gente era buena. ¡No, no es!
No es buena. Es tan mala como usted; mala ¿me entiende?
Está dormida, lo mismo que usted. ¿Y qué cree usted que la
gente pretende? Satisfacer su propio interés, lo mismo que
usted. No hay ninguna diferencia. ¿Puede usted imaginarse
como es de liberador saber que usted nunca volverá a
desilusionarse, nunca volverá a decepcionarse? Nunca volverá
a sentirse traicionado. Nunca se sentirá rechazado. ¿Quiere
despertar? ¿Quiere la felicidad? ¿Quiere la libertad? Aquí está:
Renuncie a sus falsas ideas. Mire a través de la gente. Si mira
a través de usted mismo, mirará a través de todos los demás.
Entonces los amará. Si no es así, estará todo el tiempo
luchando con sus ideas equivocadas que usted tiene acerca de
ellos, con sus ilusiones que constantemente se estrellan
contra la realidad.
Tal vez es demasiado alarmante para muchos de ustedes
entender que se puede esperar de todos los seres humanos -
excepto los pocos que han despertado- sean egoístas y
busquen su propio interés, bien sea en forma ruda o en forma
refinada. Esto los lleva a ver que no hay por que
desilusionarse de nada, no hay por que decepcionarse de
nada. Si hubieran estado todo el tiempo en contacto con la
realidad, no se habrían decepcionado. Pero decidieron pintar a
la gente de colores brillantes; decidieron no mirar a través de
los seres humanos, porque decidieron no mirar a través de
ustedes mismos. Entonces ahora pagan el precio.
Antes de discutir esto, les contaré una historia. Una vez
alguien preguntó: ¿Cómo es la iluminación? ¿Cómo es el
despertar? "Es como el vagabundo de Londres que se estaba
acomodando para pasar la noche. A duras penas había
conseguido un pedazo de pan para comer. Entonces llegó a un
malecón, junto al río Támesis. Estaba lloviznando, y se envolvió
en su viejo abrigo. Ya iba a dormirse cuando de repente se
acercó un Rolls Royce manejado por un conductor. Una
hermosa joven descendió del automóvil y le dijo:
- Mi pobre hombre, ¿va a pasar la noche en este malecón?
- Sí - le contestó el vagabundo.
- No lo permitiré - le dijo ella- Usted se viene conmigo a mi
casa y va a pasar la noche cómodamente y a tomar una buena
cena.
La joven insistió en que subiera al automóvil. Bien, salieron de
Londres, y llegaron a un lugar en donde ella tenía una gran
mansión con amplios jardines. Los recibió el mayordomo, a
quien la joven le dijo: " Jaime, cerciórese de que a este hombre
lo lleven a las habitaciones de los sirvientes y lo traten bien". Y
Jaime obró como le dijo. La joven se había desvestido y estaba
a punto de acostarse cuando recordó a su huésped. Entonces
se puso algo encima y fue hasta las habitaciones de los
sirvientes. Vio una rendija de luz en la habitación en la que
acomodaron al vagabundo, llamó suavemente a la puerta, la
abrió, y encontró al hombre despierto. Le dijo:
-¿Que sucede, buen hombre, no le dieron una buena cena?
- Nunca había comido tan bien en mi vida, contestó el
vagabundo.
-¿Está usted bien caliente?
- Sí, la cama es hermosa y está tibia.
- Tal vez usted necesita compañía - le dice ella- córrase un
poquito.
Se le acercó, y él se corrió, y cayó directo al Támesis.
¡Ja! ¡Ésa no la esperaban! ¡Iluminación! ¡Iluminación!
¿Despierten! Cuando estén dispuestos a cambiar sus ilusiones
por la realidad, cuando estén dispuestos a cambiar sus sueños
por hechos, entonces encontrarán todo. Así es como
finalmente la vida tiene sentido. La vida se vuelve hermosa.
Hay una historia sobre Ramírez. Él es viejo, y vive en su
castillo en la colina. Mira por la ventana (está en cama y
paralítico) y ve a su enemigo. A pesar de ser viejo, su enemigo
está subiendo por la colina, apoyado en un bastón, despacio,
con dificultad. Tarda alrededor de dos horas y media en subir
la colina. Ramírez no puede hacer nada porque los sirvientes
tienen el día libre. Entonces su enemigo abre la puerta, entra
en la habitación, mete la mano bajo la capa, y saca una
pistola. Dice:
- Ramírez, ¡por fin vamos a ajustar cuentas!.
Ramírez prueba la mejor manera de disuadirlo. Le dice:
- Vamos, Borgia, usted no puede hacer eso. Usted sabe que ya
no soy el hombre que lo maltrató cuando usted era joven hace
años, usted ya no es ese joven, ¡Piénselo!
- Ah, no - le contesta su enemigo - Sus dulces palabras no me
impedirán cumplir con esta divina misión. Lo que yo quiero es
vengarme y usted no puede hacer nada para impedirlo.
-¡Sí puedo hacer algo! - le asegura Ramírez
-¿Qué? - le pregunta su enemigo
- Puedo despertar.
Y, en efecto, ¡despertó!.
Así es la iluminación. Cuando alguien le dice: "No hay nada
que pueda hacer", usted dice: "Sí yo puedo hacer algo: ¡puedo
despertar!" De repente la vida ya no es una pesadilla.
¡Despierten!
Alguien vino a preguntarme algo. ¿Qué creen que fue? Me dijo:
¿Usted recibió la iluminación? ¿Qué creen que le respondí? ¡No
importa!
¿Quieren una respuesta mejor? Mi respuesta sería: "¿Cómo
podría yo saberlo? ¿Cómo podría saberlo usted? ¿Qué
importa? ¿Quieren saber una cosa? Si ustedes desean algo
demasiado, están metidos en un gran problema. ¿Quieren
saber otra cosa? Si yo hubiera obtenido la iluminación y
ustedes me escucharan por ello, entonces estarían metidos en
un gran problema. ¿Están dispuestos a que alguien que ha
obtenido la iluminación les lave el cerebro? ¡Cualquiera puede
lavarles el cerebro! ¿Qué importa que alguien haya o no haya
logrado el despertar? Pero vean: Queremos apoyarnos en
alguien que nosotros creemos que ha llegado a la meta. Nos
encanta oír que la gente llegó a la meta. Eso nos da esperanza
¿No es verdad? ¿Qué es lo que quieren esperar? ¿No es eso
otra forma de deseo?
Ustedes quieren esperar algo mejor que lo que tienen ahora
¿no es así? Si no fuera así, no estarían esperando. Pero
entonces olvidan que ustedes lo tienen todo ahora mismo, y
no lo saben. ¿Por qué no concentrarse en el presente, en lugar
de esperar algo mejor en el futuro? ¿Por qué no comprender el
presente en lugar de olvidarlo y esperar del futuro? ¿No es el
futuro, sencillamente otra trampa?
LA AUTOOBSERVACION
La única forma en que alguien puede ayudarle es
cuestionando sus ideas. Si usted está dispuesto a escuchar, si
está dispuesto a ser cuestionado, puede hacer algo, pero
nadie puede ayudarle. ¿Qué es lo más importante de todo? Es
la autoobservación Nadie puede ayudarle en eso. Nadie puede
darle un método. Nadie puede indicarle una técnica. En el
momento que usted adquiera una técnica, vuelve a quedar
programado. Pero la autoobservación - observarse a sí mismo -
es importante. No es lo mismo que estar absorto en sí mismo.
Estar absorto en sí mismo es estar preocupado por sí mismo,
es estar interesado en sí mismo, estar inquieto acerca de sí
mismo. estoy hablando acerca de la autoobservación. ¿Qué es
eso? Significa observarlo todo en usted mismo y alrededor de
usted tanto como sea posible, y observando como si le
estuviera sucediendo a otra persona. ¿Qué significa esa última
frase? Significa que no personalice lo que está sucediendo.
Significa que mire las cosas como si no tuvieran nada que ver
con ellas.
La razón porque usted sufre con su depresión y sus
ansiedades es porque se identifica con ellas. Usted dice:
"Estoy deprimido". Pero eso es falso. Usted no está deprimido.
Si quiere ser preciso, debería decir: "Ahora estoy
experimentando una depresión". Pero no decir: "Estoy
deprimido". Usted no es su depresión. Eso no es sino un
extraño truco de la mente, un extraño tipo de ilusión. Usted se
engaña a sí mismo , y piensa - aunque no tiene consciencia de
ello - que usted es su depresión, que usted es su ansiedad,
que usted es su alegría o las emociones que tiene. "¡yo soy
feliz!" Ciertamente usted no es feliz. La felicidad puede estar
en usted ahora mismo, pero espere un poco, y eso cambiará;
no durará: nunca dura; cambia continuamente: cambia
siempre. Las nubes van y vienen: unas son negras y otras son
blancas, unas grandes y otras pequeñas. Si queremos seguir
con la analogía, usted sería el cielo, y está observando las
nubes. Usted es un observador pasivo, desprendido. Eso es
sorprendente, especialmente para un occidental. Usted no
está interfiriendo. No interfiera. No "arregle nada". ¡Observe!
El problema con la gente es que se mantiene ocupada
arreglando cosas que ni siquiera comprende. Siempre estamos
arreglando cosas, ¿no es así? Nunca caemos en la cuenta que
no es necesario arreglar las cosas. Realmente, no lo es. Esta
es la gran iluminación. Es necesario comprenderlas. Si usted
las comprendiera, ellas cambiarán.
CONSCIENCIA SIN EVALUARLO TODO
¿Usted quiere cambiar el mundo? ¿Qué tal empezar por usted
mismo? ¿Qué tal transformarse usted primero? Pero ¿Cómo se
logra eso? Por medio de la observación. Por medio de la
comprensión. sin interferencia o juicio de usted. Porque usted
no puede comprender lo que juzga.
Cuando dice de alguien: "Es comunista", se interrumpe en ese
momento la comprensión. Usted le puso a esa persona un
rótulo. "Ella es capitalista". En ese momento se detiene la
comprensión. Le puso un rótulo, y si ese rótulo lleva ecos de
aprobación o desaprobación, ¡tanto peor! ¿Como va a
comprender lo que aprueba, o lo que desaprueba? todo esto
que digo suena como a un mundo nuevo, ¿no es así? ningún
juicio, ningún comentario, ninguna actitud: simplemente
observar, estudiar, mirar, sin el deseo de cambiar lo que es.
Porque si usted desea cambiar lo que es por lo que cree que
debe ser, deja de comprender. Un entrenador de perros trata
de comprender a un perro de manera que pueda entrenarlo
para realizar ciertos trucos. Un científico observa el
comportamiento de las hormigas sin ningún otro fin distinto de
estudiar las hormigas, de aprender lo más posible sobre ellas.
No tiene ningún otro propósito. No intenta entrenarlas o
conseguir algo de ellas. Le interesan las hormigas, quiere
aprender todo lo que sea posible sobre ellas. Ésa es su actitud.
El día que ustedes logren una actitud como esa,
experimentarán un milagro. Cambiarán, sin esfuerzo,
correctamente. El cambio ocurrirá, no tendrán que lograrlo.
Cuando la vida de la consciencia llegue a la oscuridad de
ustedes, desaparecerá todo lo malo. Lo bueno se cultivará.
Tienen que experimentar eso ustedes mismos.
Pero para esto se requiere una mente disciplinada. Y cuando
digo disciplinada, no me refiero al esfuerzo. Estoy hablando de
otra cosa. ¿Alguna vez han estudiado a un atleta? Toda su vida
son los deportes, pero qué vida tan disciplinada la que lleva. Y
miren un río que se dirige al mar: él crea el cauce que lo
contiene. Cuando dentro de uno hay algo que lo mueve en la
dirección correcta, crea su propia disciplina. En el momento en
que le llega la consciencia. ¡Ah, es maravilloso!. Es lo más
maravilloso del mundo; lo más importante; lo más maravilloso.
No hay nada más importante en el mundo que despertar
¡Nada! Y, por supuesto, a su manera también es una
disciplina.
No hay nada más maravilloso que ser consciente. ¿Preferiría
usted vivir en la oscuridad? ¿Preferiría actuar y no ser
consciente de sus acciones, hablar y no ser consciente de sus
palabras? ¿Preferiría oír a la gente y no ser consciente de lo
que está oyendo o ver las cosas y no ser consciente de lo que
está viendo? El gran Sócrates dijo: “La vida sin consciencia no
merece ser vivida”. Ésa es una verdad evidente. La mayoría
de la gente no vive una vida consciente. Vive una vida
mecánica, pensamientos mecánicos - por lo general ajenos -,
emociones mecánicas. ¿Quieren ver cuán mecánico es usted
realmente? “¡Qué linda camisa tienes!” Usted se siente bien
oyendo eso. ¡Por una camisa, santo cielo! Usted se siente
orgullosos cuando oye eso. La gente viene a mi centro en la
India y dice: “¡Qué lugar tan encantador, qué árboles tan
encantadores!” (de los cuales no tengo ninguna
responsabilidad), ¡qué clima tan encantador!" Y ya empiezo a
sentirme bien, hasta que me sorprendo sintiéndome bien, y
digo: "¿Puede usted imaginarse algo más estúpido que eso?"
Yo no soy responsable de esos árboles; no fui responsable de
la elección del lugar. No ordené el clima, sencillamente
sucedió. Pero el "mi" se metió allí, de modo me siento bien. Me
siento bien sobre "mi" cultura y "mi" nación ¿Cuán estúpido
puede ser uno? Lo digo en serio. Me dicen que por mi gran
cultura hindú he producido todos estos místicos. Yo no los
produje. Yo no soy responsable de ello. O me dicen: "Ese país
suyo y su pobreza - ¡es horrible!" Me avergüenzo. Pero yo no la
creé. ¿Qué está pasando? ¿Se detuvo usted alguna vez a
pensar? La gente le dice a uno: "Usted es encantador", y uno
se siente maravilloso. Obtiene una caricia positiva (de ahí que
a eso lo llamen "yo estoy bien, tú estás bien"). Algún día voy a
escribir un libro y el título será Yo soy un estúpido, tú eres un
estúpido. eso es lo más liberador, lo más maravilloso del
mundo, cuando usted admite públicamente que es un
estúpido. Es maravilloso. Cuando la gente me dice: "Usted se
equivoca", yo digo: ¿Qué más se puede esperar de un
estúpido?.
Desarmados, todos debemos estar desarmados. En la
liberación final, yo soy un estúpido. Por lo general, ocurre
cuando yo oprimo un botón y usted se siente bien; oprimo otro
botón y usted se siente mal. Y a usted le gusta. ¿Cuántas
personas conoce usted que no se dejan afectar por la
alabanza o la crítica? Decimos que eso no es humano.
Humano significa que usted es un poquito como un mico, de
modo que todos pueden influir en usted, y usted hace lo que
debe hacer. Pero, ¿eso es humano? Si les parezco encantador
a ustedes, eso quiere decir que en este momento están de
buen humor, nada más también significa que cumplo sus
expectativas.
Todos tenemos una lista de expectativas, y es como si usted
tuviera que estar de acuerdo con esa lista: alto, trigueño, bien
parecido, acorde a MIS gustos. "Me gusta el timbre de su voz".
Usted dice: "Estoy enamorado". No, usted no está enamorado,
no sea estúpido. Cuando está enamorado (vacilo en decirlo)
usted es particularmente estúpido. Siéntese y observe lo que
le está pasando. Está huyendo de sí mismo. Quiere escapar.
Alguien dijo cierta vez: "Gracias a Dios por la realidad y los
medios para escapar de ella". De modo que eso es lo que
pasa. Somos muy mecánicos, muy controlados. Escribimos
libros sobre el control y lo maravilloso que es ser controlados y
sobre lo necesario que es que la gente nos diga que estamos
bien. Entonces nos sentimos bien con nosotros mismos. ¡Qué
maravilloso es estar en la cárcel! O como alguien me dijo ayer,
estar en su jaula. ¿A usted le gusta estar preso? ¿Le gusta que
lo controlen? Le diré algo: Si usted se permite sentirse bien
cuando la gente le dice que está bien, se está preparando
para sentirse mal cuando le digan que no está bien. Mientras
viva para cumplir las expectativas de otras personas, es mejor
que ponga atención a la ropa que usa, a la manera de
peinarse, a si sus zapatos están brillantes; en resumen, que se
fije a ver si cumple todas las malditas expectativas de los
demás, ¿Usted cree que eso es humano?.
¡Esto es lo que descubrirá cuando se observe a sí mismo! ¡Se
horrorizará! La verdad es que usted no está ni bien ni mal.
¡Usted puede estar dentro del actual ambiente o tendencia de
moda! ¿Significa eso que está bien? ¿Estar bien depende de
eso? ¿Depende de lo que la gente piensa de usted? Según
esos criterios, Jesucristo tiene que haber estado muy mal.
Usted no está bien ni está mal. Usted es usted. Espero que ése
sea el gran descubrimiento, al menos para algunos de
ustedes. Si tres o cuatro de ustedes descubren esto durante
estos días en que estamos juntos ¡Qué cosa tan maravillosa!
¡Extraordinario! Eliminen todo ese cuento de estar bien o no
estar bien; eliminen todos los juicios, y, sencillamente,
observen, miren. Harán grandes descubrimientos . Esos
descubrimientos producirán cambios. No tendrá que hacer el
menor esfuerzo, créanme.
Esto me recuerda a un hombre en Londres, después de la
guerra. Viaja en un autobús, sentado; tiene encima de las
piernas un paquete envuelto en papel de color marrón; es un
objeto grande y pesado. El conductor se le acerca y le dice:
-¿Qué es lo que tiene ahí en las piernas?
- Es una bomba que no explotó - le contesta el hombreLa
encontramos en el jardín y la llevo a la estación de policía.
El conductor dice:
- Usted no debiera llevar eso en las piernas. Póngala debajo
del asiento.
La psicología y la espiritualidad (como generalmente la
entendemos) quitan la bomba de las piernas y la ponen
debajo del asiento. No solucionan realmente sus problemas.
¿Alguna vez ha pensado en eso? Usted tenía un gran problema
y ahora lo cambia por otro. Siempre será así hasta que
solucionemos ese problema llamado "Usted".
LA ILUSION DE LAS RECOMPENSAS
Mientras eso no suceda, no llegaremos a ninguna parte. Los
grandes místicos y maestros de Oriente dirán: ¿Quién es
usted? Muchos creen que la pregunta más importante es:
¿Quién es Jesucristo? ¡Se equivocan!
Muchos piensan que es: ¿Dios existe? ¡Se equivocan! Otros
piensan que es: ¿Existe una vida después de la muerte? ¡Se
equivocan!. Nadie parece afrontar el problema: ¿Hay una vida
ANTES de la muerte? Sin embargo, según mi experiencia son
precisamente los que no saben que hacer con esta vida los
que viven preocupados por lo que van a hacer con la otra vida.
Una señal de que usted despertó es que no le importa un
comino lo que va a suceder en la próxima vida. A usted no le
preocupa: no le importa. No le interesa, y punto. ¿Saben
ustedes lo que es la vida eterna? Ustedes creen que es la vida
interminable. Pero sus propios teólogos les dirán que eso no
es, porque lo interminable todavía está dentro del tiempo. Es
el tiempo que no se acaba. Lo eterno significa atemporal - Por
fuera del tiempo- La mente humana puede comprender el
tiempo y negar el tiempo. Lo que es atemporal está más allá
de nuestra comprensión. Sin embargo, los místicos nos dicen
que la eternidad es ahora mismo. ¿Cómo les parece esa buena
noticia? Es ahora mismo. La gente se preocupa mucho cuando
le digo que olvide su pasado. Está muy orgullosa de su pasado.
O se avergüenza mucho de su pasado. ¡La gente está loca!
¡Olvídenlo! Cuando oigan "Arrepiéntase de su pasado", dense
cuenta de que se trata de una gran distracción religiosa que
les impedirá despertar. ¡Despierten! Eso es lo que significa el
arrepentimiento. No "lloren por sus pecados". ¡Despierten!
Comprendan, dejen de llorar!
ENCONTRARSE A SI MISMO
Los grandes maestros nos dicen que la pregunta más
importante del mundo es: "¿Quién soy yo?" O más bien: "¿Qué
es "yo"? ¿Qué es lo que llamo "yo"? ¿Quiere decirme que
usted comprendía todas las demás cosas del mundo y no
comprendía esto? ¿Quiere decirme que usted comprendía la
astronomía y los agujeros negros y los quasares y que
aprendió la ciencia de la computación y que no sabe quién es
usted? Todavía está dormido. Es un científico dormido. ¿Quiere
decirme que comprendió quién es Jesucristo y que no sabe
quién es usted? ¿Cómo sabe que comprendió a Jesucristo?
¿Quién es la persona que comprende? Primero averigüe eso.
Eso es la base de todo, ¿verdad? Por no haber comprendido
esto están todas esas personas religiosas empeñadas en todas
esas estúpidas guerras religiosas -Musulmanes contra Judíos.
Protestantes contra católicos, y toda esa tontería. No saben
quienes son, porque si lo supieran, no habría guerras, como la
niña que le dice al niño: "¿Ustedes son presbiterianos?" y él le
contesta: "No, ¡pertenecemos a otra abominación!
Pero lo que más me gustaría subrayar ahora es la
autoobservación. Usted me está escuchando, pero ¿está usted
oyendo algo más, además del sonido de mi voz? ¿Es
consciente de sus reacciones cuando me escucha? Si no es
así, le van a lavar el cerebro. O va a ser influenciado por
fuerzas internas de las cuales no tiene ningún conocimiento. Y
aunque sea consciente de cómo reacciona a mí, ¿también es
consciente de dónde provienen esas reacciones? Tal vez ni
siquiera me está escuchando; Tal vez es su padre el que me
está escuchando. ¿Cree que eso es posible? Por supuesto que
sí. En mis grupos de terapia, me encuentro una y otra vez con
personas que no están presentes. Está su padre, está su
madre, pero ellas no están. Nunca estuvieron presentes.
"Ahora vivo, no yo, sino mi padre que vive en mí" Bien, eso es
absolutamente, literalmente verdad. Yo podría desarmarlo a
usted pieza por pieza, y preguntarle: "Bueno, esta frase,
¿viene de su padre, de su madre, de su abuela, de su abuelo,
de quien?"
¿Quién vive en usted? Es terrible cuando llega a saber eso.
Usted cree que es libre, pero probablemente no hay un gesto,
un pensamiento, una emoción, una actitud, una creencia que
no venga de otra persona. ¿No es horrible? Y usted no lo sabe.
Se trata de una vida mecánica que le fue impuesta. Usted
tiene opiniones sólidas sobre ciertas cosas, y cree que es
usted el que las tiene: pero, ¿realmente es usted? Usted va a
necesitar mucha consciencia para que pueda entender que tal
vez eso que llama "yo" es sencillamente un conglomerado de
sus experiencias pasadas, de sus condicionamientos y de su
programación.
Eso duele. Realmente, cuando uno está empezando a
despertar, siente mucho dolor . Es doloroso ver sus ilusiones
destruidas. Todo lo que creía que había construido se
derrumba, y eso es doloroso. De eso se trata el
arrepentimiento; de eso se trata el despertar. Por eso, ¿Qué tal
que dedique usted un minuto ahora mismo, ahí donde está
sentado a ser consciente, mientras hablo, de lo que siente su
cuerpo, de lo que pasa por su mente, y de cómo es su estado
emocional? ¿Qué tal ser consciente del tablero, si tiene los
ojos abiertos y del color de estas paredes y del material del
que están construidas? ¿Qué tal ser consciente de mi rostro y
de sus reacciones a este rostro mío? Porque usted reacciona,
aunque no se dé cuenta. Y probablemente esa reacción no es
de usted sino la tiene porque lo condicionaron para que la
tuviera. ¿Y qué tal ser consciente de algunas cosas que acabo
de decir? Aunque eso no sería consciencia, porque ahora sería
solamente memoria.
Sea consciente de su presencia en esta sala. Dígase: "Estoy en
esta sala". Es como si estuviera fuera de usted mismo,
mirándose a usted mismo. Note un sentimiento ligeramente
diferente del que tendría si estuviera mirando las cosas de la
sala. Más tarde preguntaremos: "¿Quién es la persona que
está mirando?" Yo me miro a mí mismo. "¿Qué es yo?" "¿Qué
es "mí"? Por el momento es suficiente que yo me mire a mí
mismo, pero si encuentra que usted está condenado a usted
mismo o se aprueba a usted mismo, no interrumpa la
condenación y no detenga el juicio o la aprobación,
simplemente mírela. Me estoy condenando a mí mismo; me
estoy aprobando a mí mismo Simplemente mírelo y punto. ¡No
trate de cambiarlo! No diga: "Ay, nos dijeron que no
hiciéramos esto". Sencillamente observe lo que sucede. Como
les dije antes, la observación de sí mismo significa mirar -
observar lo que sucede en uno y alrededor de uno, como si le
estuviera sucediendo a otra persona.
LA REDUCCION AL YO
Ahora les sugiero otro ejercicio: Escriban en una hoja de papel
cualquier forma breve en que ustedes se describirían; por
ejemplo, hombre de negocios, sacerdote, ser humano,
católico, judío, cualquier cosa.
Me doy cuenta que algunos escriben cosas como fructífero,
peregrino en búsqueda, competente, vivo, impaciente,
centrado, flexible, reconciliador, amante, miembro de la
especie humana, demasiado estructurado. Confío en que esto
sea el resultado de observarse uno a sí mismo. Como si
estuviera observando a otra persona.
Pero dénse cuenta, el "yo" está observándome a "mí". Éste es
un fenómeno interesante que nunca ha dejado de asombrar a
los filósofos, místicos, científicos, psicólogos, que el "yo" pueda
observarme a "mí". Parece que los animales no son capaces
de hacer esto. Parece que se necesita cierta cantidad de
inteligencia para poder hacerlo. Lo que voy a decirles ahora no
es metafísica; no es filosofía. Es sencilla observación y sentido
común: Los grandes místicos del Oriente se refieren realmente
al "yo", no al "mí". De hecho, algunos de estos místicos nos
dicen que empezamos primero con las cosas; después
pasamos a una consciencia de los pensamientos (es decir, del
"mí"); y finalmente obtenemos una consciencia del pensador.
Las cosas, los pensamientos, el pensador. Al que realmente
estamos buscando es al pensador. ¿Puede el pensador
conocerse a sí mismo? ¿Puedo saber que es el "yo"? Algunos
de estos místicos responden: ¿Puede el cuchillo cortarse a sí
mismo? ¿Puede el diente morderse a sí mismo? ¿Puede el ojo
verse así mismo? ¿Puede el "yo" conocerse a sí mismo? Pero
ahora estoy pensando en algo mucho más práctico, que es
decir qué no es el "yo". Iré tan lentamente como sea posible
porque las consecuencias son devastadoras. Maravillosas o
aterradoras, según el punto de vista de cada cual.
Escuchen esto: ¿Yo soy mis pensamientos, los pensamientos
que estoy pensando? No.
Los pensamientos van y vienen; yo no soy mis pensamientos.
¿Soy mi cuerpo? Nos dicen que millones de células de nuestro
cuerpo cambian o se renuevan cada minuto, de manera que
después de siete años no tenemos en nuestro cuerpo una
célula viva de las que había en él hace siete años. Las células
van y vienen. Las células se forman y mueren. Pero el "yo"
parece que permanece. de manera que ¿yo soy mi cuerpo? ¡Es
evidente que no!
El "yo" es algo diferente del cuerpo; es algo más. Podría
decirse que el cuerpo es parte del "yo", pero es una parte que
cambia. Se mueve continuamente, cambia continuamente. Le
seguimos dando el mismo nombre, pero él cambia
constantemente. Así como les damos el mismo nombre a las
Cataratas del Niágara aunque las Cataratas del Niágara estén
constituidas por agua que cambia continuamente. Usamos el
mismo nombre para una realidad que siempre está
cambiando.
¿Y, en cuanto a mi nombre? ¿"Yo" es mi nombre?
Evidentemente, no. No porque puedo cambiarme de nombre
sin que cambie mi "yo". ¿Mi carrera? ¿Mis creencias? Digo que
soy católico, judío. ¿Es eso una parte esencial del "yo"?
Cuando paso de una religión a otra, ¿Ha cambiado el "yo"?
¿Tengo un nuevo "yo" o es el mismo "yo" que ha cambiado? En
otras palabras, ¿es mi nombre una parte esencial de mí, del
"yo"? Ya mencioné a la niña que le dijo al niño: "¿Eres
presbiteriano?" Bien, alguien me contó otra historia acerca de
Patricio. Patricio va por una calle en Belfast y siente un
revólver en la nuca; una voz le dice: "¿Es usted católico o
protestante?" Bien, Patricio tenía que pensar de prisa. Dice:
"Yo soy judío", y la voz le dice: "Yo soy el árabe más afortunado
de todo Belfast". Los rótulos nos importan mucho. "Yo soy
republicano", dice usted. Pero ¿si es realmente? Es imposible
que usted quiera decir que cuando cambia de partido cambia
de "yo". ¿No se trata del mismo viejo "yo" con nuevas
convicciones política? Recuerdo haber oído acerca de un
hombre que le pregunta a un amigo:
-¿Piensas votar por los republicanos?
- No, voy a votar por los demócratas - Le contesta el amigo -
Mi padre era demócrata, mi abuelo era demócrata y mi
bisabuelo era demócrata.
- Esa lógica es loca - dice el otro -. Es decir, si tu padre hubiera
sido ladrón de caballos, y tu abuelo hubiera sido ladrón de
caballos, y tu bisabuelo hubiera sido ladrón de caballos ¿qué
hubieras sido tu?
- Ah - respondió el amigo -, entonces sería republicano.
Dedicamos mucho tiempo en la vida a reaccionar a los rótulos,
los nuestros y los de los demás. Identificamos los rótulos con el
"yo". Católico y protestante son rótulos frecuentes. Cierta vez
un hombre fue a ver a un sacerdote y le dijo:
- Padre, quiero que diga una misa por mi perro
El sacerdote se indignó:
-¿Cómo así? ¿Decir una misa por su perro?
- Era mi perro consentido - le contestó el hombre - Yo amaba
ese perro, y me gustaría que usted dijera una misa por él.
- Aquí no decimos misas por perros - replicó el sacerdote -.
Pruebe en la iglesia vecina. Pregunte si pueden celebrarle un
servicio.
Cuando el hombre estaba por irse, le dijo al sacerdote:
- Es una lástima. Realmente yo amaba a ese perro, iba a
pagarle un millón de dólares por la misa.
Y el sacerdote dijo:
Espere un momento, usted no me había dicho que su perro
fuera católico.
Cuando usted está atrapado por los rótulos, ¿qué valor tienen
esos rótulos, en cuanto al "yo"? ¿Podríamos decir que el "yo"
no es ninguno de los rótulos que le adjudicamos? Los rótulos
pertenecen al "mi". Lo que cambia constantemente es el "mi".
¿El "yo" cambia alguna vez? ¿Cambia alguna vez el
observador? El hecho es que cualquier rótulo en que usted
piense (excepto quizá ser humano) debe aplicarlo al "mi". "Yo"
no es ninguna de esas cosas, De manera que cuando usted
sale de usted mismo y observa el "mi", ya no se identifica con
el "mi" El sufrimiento existe en el "mi", de manera que cuando
usted identifica el "yo" con el "mí" empieza el sufrimiento.
Diga que tiene miedo, o deseo o ansiedad. Cuando el "yo" no
se identifica con el dinero, o el nombre o la nacionalidad, o las
personas o los amigos, o con cualquier cualidad, el "yo" nunca
está amenazado. Puede ser muy activo, pero nunca está
amenazado. Piense en cualquier cosa que le ha causado o
causa dolor o preocupación o ansiedad. En primer lugar,
puede identificar el deseo bajo el sufrimiento; hay algo que
usted desea ardientemente, o no habría sufrimiento. ¿Qué es
ese deseo? En segundo lugar, no es sencillamente un deseo;
hay identificación. De alguna manera, usted se dijo a usted
mismo:
"El bienestar del "yo", casi la existencia del "yo", está ligada
con este deseo". Todo sufrimiento es causado por
identificarme con algo, sea que ese algo esté dentro de mí o
fuera de mí.
SENTIMIENTOS NEGATIVOS HACIA LOS DEMAS
En una de mis conferencias alguien hizo el siguiente
comentario:
"Quiero compartir con usted algo maravilloso que me sucedió.
Fui al cine un día; poco tiempo después, estaba trabajando y
realmente tenía problemas con tres personas en mi vida. De
manera que dije: "Bueno, así como aprendí en el cine, voy a
salir de mí mismo". Durante un par de horas me puse en
contacto con mis sentimientos, con lo mal que me sentía hacia
estas tres personas. Dije: "Realmente odio a esas personas".
Después dije: "Jesús, ¿Qué puedes hacer al respecto?" Un poco
más tarde me puse a llorar, por que me di cuenta que Jesús
había muerto por esas personas, y, de todos modos, ellas no
podían evitar ser como eran. Esa tarde tenía que ir a la oficina;
allí hablé con esas personas. Les conté mi problema, y ellas
estuvieron de acuerdo. Ya no estaba furioso con ellas y ya no
las odiaba".
Siempre que usted tiene un sentimiento negativo hacia
alguien, está viviendo en una ilusión. Algo grave sucede. No
está viviendo la realidad. Algo en su interior tiene que
cambiar. Pero ¿eso es lo que generalmente hacemos cuando
tenemos un sentimiento negativo? "El tiene la culpa, ella tiene
la culpa. Ella tiene que cambiar." ¡No! El mundo está bien. El
que tiene que cambiar es usted.
Uno de ustedes dijo que trabajaba en una institución. Durante
una reunión del personal, alguien solía decir, inevitablemente:
"La alimentación de aquí es pésima", y la nutricionista se salía
de casillas. Se había identificado con la alimentación y decía:
"El que ataque la alimentación, me ataca a mí; me siento
amenazada". Pero el "yo" nunca está amenazado; solamente
el "mí" es amenazado.
Pero supongamos que usted presencia una injusticia evidente,
algo que está obvia y objetivamente mal, ¿No sería una
reacción apropiada decir que esto no debiera suceder? ¿De
alguna manera usted debe involucrarse en la corrección de
una situación que está mal? Alguien maltrata a un niño, y
usted ve el abuso. ¿Qué hacer frente a algo como eso? Espero
que no haya dado por sentado que yo dije que no debía hacer
nada. Dije que si usted no tuviera sentimientos negativos sería
mucho más eficiente, mucho más eficiente. Porque cuando
entran en juego los sentimientos negativos, usted se vuelve
ciego. Aparece el "mi", y todo se desorganiza. En donde antes
teníamos un problema, ahora tenemos dos problemas. Muchos
suponen erróneamente que si uno no tiene sentimientos
negativos como la ira, el resentimiento y el odio significa que
no debe hacer nada frente a una situación. ¡Ah, no, no, no!
Usted no se siente emocionalmente afectado, pero actúa de
inmediato. Se vuelve muy sensible a las cosas y a las personas
que lo rodean Lo que mata la sensibilidad es lo que mucha
gente llama el ego condicionado: cuando uno se identifica
tanto con el "mi" que hay demasiado "mi" para poder ver las
cosas objetivamente, con desprendimiento. Es muy
importante que cuando usted actúe pueda ver las cosas con
desprendimiento. Pero las emociones negativas se lo impiden.
Entonces, ¿Cómo llamaríamos ese tipo de pasión que activa la
energía para hacer algo respecto a los males objetivos? Sea lo
que sea, no es una reacción; es una acción.
Algunos de ustedes se preguntan si existe un área gris antes
de que algo se convierta en un apego, antes de que tenga
lugar la identificación. Digamos que muere un amigo. Parece
bien y muy humano sentir algo de tristeza. Pero ¿qué
reacción? ¿Compasión de sí mismo? ¿Qué será lo que le
produce aflicción? Piense en eso. Lo que le estoy diciendo le
parecerá terrible, pero ya le dije, vengo de otro mundo. Su
reacción es de pérdida personal ¿verdad? Le produce lástima
el "mi", o se conduele de otras personas a quienes su amigo
alegraba. Por eso quiere decir que le producen lástima otras
personas a quienes les producen lástima ellas mismas. Si no
se conduelen de ellas mismas, ¿de qué podrían condolerse?
Nunca sentimos tristeza cuando perdemos algo a lo que le
hemos permitido ser libre, que no hemos tratado de poseer. La
tristeza es una señal de que hice depender mi felicidad de
esta cosa o persona, al menos en alguna medida. estamos tan
acostumbrados a oír lo contrario de esto, que lo que digo
suena inhumano, ¿no es verdad?
SOBRE LA DEPENDENCIA
Es lo que los místicos nos han dicho. No estoy diciendo que el
"mi", el yo condicionado, no regrese algunas veces a sus
esquemas habituales. Así es como hemos sido condicionados.
Pero surge la pregunta de si es concebible vivir una vida en la
que usted esté tan totalmente solo que no dependa
emocionalmente de nadie.
Todos dependemos unos de otros para todo tipo de cosas, ¿no
es verdad?, Dependemos del carnicero, del panadero, del
fabricante de velas Interdependencia. ¡Eso está bien!
Organizamos una sociedad de esta manera, y les asignamos
funciones diferentes a personas diferentes para el bienestar
de todos, de manera que funcionemos mejor y vivamos con
mayor eficacia - al menos así lo esperamos. Pero depender
psicológicamente de otra persona -¿qué implica eso? Significa
depender de otro ser humano para mi felicidad.
Piense en eso. Porque si lo hace, la próxima cosa que usted va
a hacer - Tenga consciencia de ello o no, - es exigir que los
demás contribuyan a su felicidad. Entonces habrá otro paso:
temor, temor a perder, temor a estar alienado, temor a ser
rechazado, un control mutuo. El amor perfecto expulsa el
temor. En donde hay amor no hay exigencias, no hay
expectativas, no hay dependencia. Yo no exijo que usted me
haga feliz; mi felicidad no está en usted. Si usted me dejara,
no me condolería de mí mismo; yo disfruto enormemente de
su compañía, pero no me aferro.
Yo disfruto sin aferrarme. Lo que realmente disfruto no es
usted; es algo más grande que usted y yo. Es algo que
descubrí, una especie de sinfonía, una especie de orquesta
que interpreta una melodía en su presencia, pero cuando
usted se va, la orquesta no se detiene. Cuando me encuentro
con otra persona, la orquesta interpreta otra melodía, la cual
también es agradable. Y cuando estoy solo, continúa tocando.
Tiene un gran repertorio y nunca deja de tocar.
De eso se trata el despertar. También por eso estamos
hipnotizados, nos lavan el cerebro, estamos dormidos. Parece
terrible preguntar, pero ¿puede decirse que usted me ama si
se aferra y no me deja ir? ¿Si no me permite ser? ¿Puede
decirse que me ama si me necesita psicológica o
emocionalmente para su felicidad? Esto contradice la
enseñanza universal de todas las escrituras, todas las
religiones, todos los místicos. "¿Cómo pudimos pasarlo por alto
durante tantos años?" Repetidamente me digo a mí mismo:
¿Cómo fue posible que no lo viera? Cuando uno lee estas
cosas radicales en las escrituras, se pregunta: ¿Este hombre
está loco? Pero después de un tiempo empieza a pensar que
todos los demás están locos. "Si no renuncias a todo lo que
posees, no puedes ser mi discípulo". Hay que dejarlo todo. No
se trata de un renunciamiento físico, comprendan; eso es fácil.
Cuando sus ilusiones se acaban, por fin uno esta en contacto
con la realidad, y créanme, nunca volverá a sentirse solo,
nunca más.
La soledad no se cura con la compañía humana. La soledad se
cura con el contacto con la realidad. Tengo muchísimo que
decir sobre eso. El contacto con la realidad, la desaparición de
nuestras ilusiones, el contacto con lo real. Sea lo que sea, no
tiene nombre. Solamente podemos conocerlo abandonando lo
que es irreal. Usted puede saber lo que es la soledad cuando
deja de aferrarse, cuando renuncia a su dependencia. Pero el
primer paso para lograrlo es que lo vea como deseable. Si no
lo ve como deseable, ¿cómo puede llegar a acercarse?
Piense en su soledad. ¿Desaparecería por la compañía
humana? Ésta sólo servirá de distracción. Adentro hay un
vacío ¿no es así? Y cuando el vacío sale a la superficie, ¿qué
hace usted? Huye, enciende el televisor, enciende el radio, lee
un libro, busca compañía humana, busca entretenimiento,
busca distracción. Todo el mundo hace eso. Actualmente esto
es un gran negocio, una industria organizada para distraernos
o entretenernos.
COMO SE PRESENTA LA FELICIDAD
Regrese a usted mismo como a su hogar. Obsérvese. Por eso
dije antes, que la autoobservación es algo sumamente
agradable y extraordinario. Después de un tiempo, usted no
tiene que hacer ningún esfuerzo, porque, a medida que las
ilusiones empiezan a derrumbarse, usted empieza a conocer
cosas que no pueden describirse. Eso se llama felicidad. Todo
cambia, y usted se vuelve adicto a la consciencia.
Hay una historia sobre el discípulo que fue a donde el maestro
y le dijo: "¿Podría darme una palabra de sabiduría?" "¿Podría
darme algo que me guiara a través de mis días?" Era el día de
silencio del maestro, de manera que tomó un bloc. Escribió:
"Consciencia". Cuando el discípulo lo vio, dijo: "Es demasiado
breve. ¿Puede ampliarlo un poco?" Entonces el maestro tomó
el bloc y escribió: "Consciencia, consciencia, consciencia". el
discípulo dijo: "Sí, pero ¿qué significa?" El maestro volvió a
tomar el bloc y escribió: "Consciencia, consciencia,
consciencia significa: consciencia".
Eso es lo que significa autoobservarse. Nadie puede mostrarle
a usted cómo hacerlo, porque estaría dándole una técnica,
estaría programándolo. Pero obsérvese a usted mismo.
Cuando habla con alguien, ¿está consciente de ello o
sencillamente se identifica con ello? Cuando se disgustó con
alguien ¿estaba consciente de que estaba furioso, o
sencillamente se identificó con su cólera? Más tarde, cuando
tuvo tiempo, ¿estudió su experiencia y trató de comprenderla?
¿De dónde procedía? ¿Qué la causó? No conozco ninguna otra
vía hacia la consciencia. Usted sólo hace cambiar lo que
comprende. Usted reprime lo que no comprende y aquello de
lo cual no es consciente. Usted no cambia, pero cuando usted
lo comprende, eso cambia.
A veces me preguntan: "¿Es este tránsito hacia la consciencia
algo gradual, o es algo súbito?" Algunas personas afortunadas
lo logran en un instante. Sencillamente, toman consciencia.
Otra van avanzando lentamente, gradualmente,
progresivamente. Empiezan a ver las cosas. Las ilusiones se
acaban, las fantasías desaparecen, y empiezan a ponerse en
contacto con los hechos. No hay una regla general. Hay una
famosa historia de un león que encontró un rebaño de ovejas,
y, con asombro, descubrió un león entre las ovejas. Era un
león que había crecido entre las ovejas desde que era
cachorro. Balaba como oveja y corría como una oveja. El león
se le acercó, y cuando la oveja- león estuvo frente al león real,
empezó a temblar. El león dijo:
-¿Qué estás haciendo entre estas ovejas?
La oveja - león le contestó:
- Yo soy una oveja
- No, tú no eres una oveja - le replicó el león - Ven conmigo.
Entonces llevó a la oveja - león a un estanque y le dijo:
-¡Mira!
Cuando la oveja - león vio su reflejo en el agua, dio un gran
rugido, y en ese momento se transformó. Nunca volvió a ser
como antes.
Si usted tiene suerte y los dioses son benévolos, o si usted
recibe la gracia divina (use cualquier expresión teológica que
desee), repentinamente podría comprender quién es "yo", y
nunca volvería a ser el mismo de antes, nunca, Nada podrá
volver a afectarlo, y nadie podrá volver a herirlo.
Usted no temerá a nadie y no tendrá miedo de nada. ¿No es
eso extraordinario? Usted vivirá como un rey, como una reina.
Esto es lo que significa vivir como la realeza. Nada de esa
basura de que su retrato salga en el periódico o de tener
mucho dinero. Eso es paja. Usted no teme a nadie porque está
completamente satisfecho de no ser nadie. No le interesan el
éxito ni el fracaso. No significan nada. Los honores, la
desgracia, ¡no significan nada! Si usted se comporta como un
estúpido, esto tampoco significa nada. ¡Qué estado tan
maravilloso!.
Algunas personas llegan a esta meta con dificultad, paso a
paso, después de meses y semanas de autoconsciencia. Pero
les prometo que no he conocido una sola persona que haya
dedicado tiempo a ser consciente que no haya visto una
diferencia en cuestión de semanas. La calidad de su vida
cambia, de manera que ya no tiene que aceptarlo como
cuestión de fe. Lo ve: ella es diferente. Reacciona de manera
diferente. En realidad, reacciona menos y actúa más. Ve cosas
que nunca ha visto.
Usted tendrá mucha más energía, estará mucho más vivo. La
gente cree que si ella no tiene deseos es como leña seca,
pero, en realidad, dejaría de estar tensa. Libérese de su temor
al fracaso, de sus tensiones acerca del éxito; usted será usted
mismo. Relajado. No conducirá con los frenos puestos. Eso
será lo que sucederá.
Hay un hermoso dicho de Tranxu, un sabio chino, que me tomé
el trabajo de aprender de memoria. Dice: "Cuando el arquero
dispara sin buscar un premio, tiene toda su destreza; cuando
dispara para ganar una medalla de bronce, se pone nervioso;
cuando dispara para ganar una presa de oro, enceguece, ve
dos blancos, y está fuera de sí. Su destreza no ha cambiado,
pero el premio lo divide, ¡Le importa! Piensa más en ganar que
en disparar, y la necesidad de ganar le quita su poder". ¿No es
ésa una imagen de lo que es la mayoría de la gente? Cuando
usted no está viviendo por algo, tiene toda su habilidad, tiene
toda su energía, está relajado, no le importa, porque no le
importa que pierda o que gane.
Ésa es una vida humana. De eso se trata la vida. Eso puede
venir solamente de la consciencia. Y en la consciencia usted
se dará cuenta de que el honor no significa nada. Es un
convencionalismo social, eso es todo. Por esa razón los
místicos y los profetas no se preocupaban por eso en absoluto.
El honor o el deshonor no significan nada para ellos. vivían en
otro mundo, el mundo de los despiertos. El éxito o el fracaso
no significaba nada para ellos. Tenían la actitud: "Yo soy
estúpido, usted es estúpido, de modo que, ¿Cuál es el
problema?".
Alguien dijo: "Las tres cosas más difíciles para un ser humano
no son las hazañas físicas ni los logros intelectuales, son, en
primer lugar, retornar amor por odio; en segundo lugar, incluir
a los excluidos; en tercer lugar, admitir que está equivocado".
Pero éstas son las cosas más fáciles del mundo si usted no se
ha identificado con el "mi". Usted es capaz de decir cosas
como: "¡Me equivoqué! Si usted me conociera mejor, vería con
cuanta frecuencia me equivoco. ¿Qué podría esperarse de un
estúpido? Si no me he identificado con estos aspectos del
"mi", usted no puede herirme. Al principio, los viejos
condicionamientos protestarán y usted estará deprimido y
ansioso. Usted se afligirá, llorará, etc. "Antes del despertar,
estaba deprimido: después del despertar, sigo deprimido".
Pero hay una diferencia: ya no me identifico con la depresión.
¿Sabe usted cuán grande es la diferencia?
Usted sale de usted mismo y mira la depresión, y no se
identifica con ella. No hace nada para que se acabe; está
perfectamente dispuesto a seguir su vida mientras ella pasa
por usted y desaparece. Si usted no sabe lo que esto significa,
realmente tiene algo por descubrir. ¿ Y la ansiedad? Ahí está y
usted no se preocupa. ¡que extraño! Está ansioso pero no
preocupado.
¿No es eso una paradoja? Y usted está dispuesto a permitir
que esta nube lo invada, porque cuanto más luche contra ella,
mayor poder tendrá sobre usted. Usted está dispuesto a
observarla mientras pasa. Usted puede ser feliz en medio de
su ansiedad. ¿No es eso locura? Usted puede ser feliz en su
depresión. Pero no puede tener un concepto equivocado de la
felicidad. ¿Creía que la felicidad eran las emociones o la
excitación? Eso es lo que causa la depresión. ¿Nadie se lo dijo?
Usted está emocionado, bueno, está bien; pero sólo está
preparando el camino para la próxima depresión. Usted está
emocionado pero siente ansiedad tras eso: ¿Cómo puedo
lograr que dure? Eso no es felicidad, eso es adicción.
¿Me pregunto cuántos no adictos están leyendo este libro? Si
usted se parece al grupo promedio, hay muy pocos, muy
pocos. No desprecie a los alcohólicos y a los drogadictos: tal
vez usted sea tan adicto como ellos. La primera vez que
vislumbré este nuevo mundo, fue aterrador. Comprendí lo que
significa estar solo, sin un lugar donde apoyar la cabeza, dejar
que todos sean libres y ser libre, no ser especial para nadie y
amarlos a todos - porque el amor hace eso. Brilla sobre los
buenos y los malos por igual; hace que llueva sobre los santos
y los pecadores por igual.
¿Es posible que la rosa diga: "Les daré mi perfume a los
buenos que quieran olerme, pero no a los malos? ¿O es posible
que la lámpara diga: "Iluminaré a los buenos que están en
esta sala, pero no iluminaré a los malos"? ¿O puede el árbol
decir: "les daré mi sombra a los buenos que descansen junto a
mí, pero no a los malos"? estas son imágenes de lo que es el
amor.
Siempre ha estado allí, directamente frente a nosotros en las
escrituras, aunque nunca quisimos verlo porque estábamos
sumergidos en lo que nuestra cultura llama el amor, con sus
canciones y sus poemas de amor; eso no es amor en absoluto,
eso es lo opuesto al amor. Eso es deseo y control y posesión.
Eso es manipulación, y temor, y ansiedad; eso no es amor. Nos
dijeron que la felicidad es una piel suave, un lugar de
vacaciones. No son esas cosas, pero tenemos maneras sutiles
de hacer que nuestra felicidad dependa de esas cosas, tanto
dentro como fuera de nosotros. Decimos: "Me niego a ser feliz
hasta que desaparezca mi neurosis". Le tengo buenas noticias:
puede ser feliz ahora mismo, con la neurosis. ¿Quiere noticias
todavía mejores? Hay una sola razón por la cual usted no está
experimentando lo que en la india llamamos anand: felicidad,
felicidad. Hay una sola razón por la cual usted no es feliz en
este momento: porque está pensando o concentrándose en lo
que no tiene. De otra manera, sería feliz. Usted se está
concentrando en lo que no tiene. Pero ahora mismo usted
tiene todo lo que necesita para ser feliz.
Jesús hablaba de sentido común con los laicos, con los
hambrientos, con los pobres. Les estaba dando buenas
noticias: Tómela, es suya. Pero ¿quién escucha? A nadie le
interesa; la gente prefiere estar dormida.
EL MIEDO ORIGEN DE LA VIOLENCIA
Algunos dicen que solamente hay dos cosas en el mundo: Dios
y el miedo; el amor y el miedo son las únicas dos cosas.
Solamente hay un mal en el mundo: el miedo. Solamente hay
un bien en el mundo: el amor. A veces le dan otros nombres. A
veces lo denominan felicidad o libertad o paz o gozo o Dios o
lo que sea. Pero el rótulo realmente no importa. Y no hay un
solo mal en el mundo que no se origine en el miedo. Ni uno
solo.
La ignorancia y el miedo, la ignorancia causada por el miedo,
de ahí viene todo el mal, de ahí viene la violencia. La persona
que realmente no es violenta, la que es incapaz de la
violencia, es la persona que no tiene miedo. Usted se enoja
solamente cuando tiene miedo. Piense en la última vez que se
enojó y busque el miedo subyacente. ¿Qué temía perder?
¿Qué temía que le quitaran? De ahí viene la ira. Piense en una
persona furiosa, tal vez en alguien a quien usted teme. ¿Puede
ver todo el miedo de esa persona? Tiene mucho miedo,
realmente lo tiene. Está muy asustada o no estaría furiosa. En
el último análisis solamente hay dos cosas, el amor y el miedo.
En este retiro me gustaría dejarlo hasta ahí, sin estructura y
pasando de una cosa a la otra y regresando a ciertos temas
una y otra vez, por que ésa es la forma de captar lo que estoy
diciendo. Si eso no le llega la primera vez, puede llegarle la
segunda, y lo que no le llega a esa persona puede llegarle a
otra. Yo trato diferentes temas, pero todos son sobre lo mismo.
Llámelo consciencia, llámelo amor, llámelo espiritualidad o
libertad o despertar o cualquier cosa. Realmente es lo mismo.
LA CONSCIENCIA Y EL CONTACTO CON LA REALIDAD
Mirarlo todo dentro y fuera de usted, y cuando algo le sucede,
verlo como si le estuviera sucediendo a otra persona, sin
comentarios, sin juicios, sin actitudes, sin interferencias, sin
intentos de cambiarlo, sólo de comprender. Cuando asuma
esta actitud, empezará a caer en la cuenta de que se va
desidentificando cada vez de su "mi". Santa Teresa de Avila
dice que, hacia el final de su vida, Dios le concedió una gracia
extraordinaria. No usa, por supuesto, esta expresión moderna,
pero solamente se trata de la desidentificación de sí misma. Si
otra persona tiene cáncer y no conozco a esa persona, eso no
me afecta mucho. Si tuviera amor y sensibilidad, tal vez le
ayudaría, pero eso no me afecta emocionalmente. Si usted
tiene que presentar un examen, eso no me afecta mucho.
Puedo ser muy filosófico al respecto y decirle: "Bueno, cuanto
más se preocupe, peor será. ¿Mas bien por qué no descansa
en vez de estudiar? " Pero cuando llega mi turno para
presentar un examen, entonces es diferente, ¿no es así? La
razón es que me identifiqué con el "mi": con mi familia, con mi
país, mis posesiones, mi cuerpo, mi ego. ¿Cómo sería si Dios
me diera la gracia de no llamar a estas cosas "mías"?. Gozaría
del desprendimiento; estaría desidentificado. Eso es lo que
significa perderse a sí mismo, negarse a si mismo, morir a si
mismo.
LA BUENA RELIGION:
LA ANTÍTESIS DE LA INCONSCIENCIA
Alguien me preguntó durante una conferencia: ¿Qué piensa
sobre Nuestra Señora de Fátima?" ¿Qué opina de ella? Cuando
me hacen preguntas como ésa, me acuerdo de aquella vez
que llevaban la estatua de Nuestra Señora de Fátima en un
avión a una peregrinación de veneración, y cuando volaban
sobre el sur de Francia el avión empezó a bambolearse y a
temblar y parecía que fuera a desbaratarse. y la milagrosa
estatua gritó: ¡Nuestra Señora de Lourdes, ruega por
nosotros!" Y todo se arregló. ¿No fue maravilloso? ¿una
"nuestra señora" que ayuda a otra "nuestra señora"?
También había un grupo de mil personas que fueron en
peregrinación a Ciudad de México a venerar el santuario de
Nuestra Señora de Guadalupe y se sentaron delante de la
estatua protestando porque el Obispo de la Diócesis había
declarado a "Nuestra Señora de Lourdes" patrona de la
Diócesis! Estaban seguros de que Nuestra Señora de
Guadalupe" lo sentía mucho, de manera que estaban
protestando en desagravio de la ofensa. Ése es el problema
con la religión si uno no se cuida.
Cuando les hablo a los hindúes, les digo: "Sus sacerdotes no
se alegrarán de oír esto"(fíjense lo prudente que estoy esta
mañana), "pero, según Jesucristo, a Dios le agradaría más la
transformación de ustedes que la adoración que le rindan. Le
agradaría mucho más su amor que su adoración". Y cuando
les hablo a los musulmanes, les digo: "Su ayatollah y sus
mullahs no se van a alegrar de oír esto, pero a Dios le va a
agradar mucho más que ustedes se transformen en personas
llenas de amor que si dicen "Señor, Señor". Es infinitamente
más importante que ustedes se despierten. Eso es la
espiritualidad, eso es todo. Si ustedes lo logran, tienen a Dios.
Entonces ustedes adoran "en espíritu y en verdad". Cuando
ustedes se convierten en amor, cuando se transforman en
amor.
El peligro de lo que puede hacer la religión se ve muy bien en
una historia que contó el Cardenal Martini, Arzobispo de Milán.
La historia es sobre una pareja de italianos que se van a casar.
Se habían puesto de acuerdo con el párroco para hacer una
pequeña recepción en el atrio de la parroquia, frente a la
iglesia. Pero llovió, y no se podía hacer la recepción, de modo
que le dijeron al sacerdote: "¿Podríamos hacer la celebración
en la iglesia?
Al padre no le entusiasmó hacer una recepción en la iglesia,
pero ellos le dijeron: "Comeremos un poco de torta,
cantaremos una canción, tomaremos un poquito de vino y nos
iremos a casa". De manera que el padre aceptó. Pero como
eran italianos amantes de la vida, tomaron un poco de vino,
cantaron una canción, luego tomaron otro poquito de vino y
cantaron más canciones, y a la media hora había una gran
celebración en la iglesia. Y todos se estaban divirtiendo
mucho. Pero el padre estaba tenso, paseándose de un lado
para otro en la sacristía, preocupado por el ruido que estaban
haciendo. El coadjutor entró y le dijo:
- Veo que usted está muy tenso.
- Por supuesto que estoy tenso. ¡Oiga el ruido que están
haciendo, y en la casa de Dios! ¡Santo Dios!.
- Pero padre, realmente no tenían a dónde ir.
-¡Ya lo sé! Pero, ¿Por qué tienen que hacer tanto ruido?
- Bueno, no debemos olvidar que el mismo Jesús asistió una
vez a una boda! ¿No es verdad, padre?
- Yo sé que Jesucristo asistió a un banquete de bodas. ¡No es
necesario que usted me diga que Jesucristo asistió a un
banquete de bodas! ¡Pero no estaba allí el santísimo
sacramento!
Miren: A veces el Santísimo Sacramento es más importante
que Jesucristo: Cuando el culto es más importante que el
amor, cuando la iglesia es más importante que la vida, cuando
Dios es más importante que el prójimo. Y así sigue. Ése es el
peligro. En mi opinión, para esto era para lo que Jesús
evidentemente nos llamaba: ¡Primero lo primero! La persona
es mucho más importante que el sábado. Hacer lo que le digo,
convertirse en lo que estoy indicando, es mucho más
importante que decir Señor, Señor. Pero a su mullah no le va a
gustar oír eso, se lo aseguro. A sus sacerdotes no les va a
gustar oír eso. Sin embargo, de eso es de lo que hemos estado
hablando. De la espiritualidad. Del despertar. Como les dije, si
quieren despertar es extremadamente importante hace lo que
llamo "autoobservación". Sean conscientes de lo que dicen,
sean conscientes de lo que hacen, sean conscientes de lo que
piensan, sean conscientes en su manera de actuar. Sean
conscientes del lugar de donde vienen , de cuales son sus
motivaciones. No vale la pena vivir una vida sin consciencia.
La vida sin consciencia es una vida mecánica. No es humana,
es programada, condicionada. Más valdría que fuéramos una
piedra, un trozo de madera. En mi país hay cientos de miles de
personas que viven en pequeñas chozas, en una pobreza
extrema; apenas logran sobrevivir, todo el día hacen un
trabajo manual duro, duermen y se despiertan por la mañana,
comen algo, y vuelven a empezar. Y uno piensa: "¡Qué vida!"
"¿Eso es lo que la vida tiene para ofrecerles? "Y entonces, de
pronto, se sobresalta cuando se da cuenta que el 99.999% de
las personas de aquí no están mejor. Ustedes pueden ir al
cine, conducir un automóvil, hacer un crucero. ¿Creen ustedes
que están mejor que ellos? Ustedes están tan muertos como
ellos. Son una máquina tanto como lo son ellos - Una máquina
un poco más grande, pero de todas maneras, una máquina.
Eso es triste. Es triste pensar que la persona pasa por la vida
así.
Los seres humanos pasan por la vida con ideas fijas; nunca
cambian. Sencillamente no se dan cuenta de lo que sucede.
Ellos podrían ser un bloque de madera, o una roca, una
máquina que habla, camina, piensa. Eso no es humano. Son
títeres movidos en todas las direcciones por todo tipo de
cosas. Opriman un botón y obtendrán una reacción. Casi se
puede predecir cómo va a reaccionar una persona. Si estudio
a una persona, puedo decirles cómo va a reaccionar. Con mi
grupo de terapia, a veces escribo en una hoja de papel que
Fulano va a iniciar la sesión y que Mengano va a responderle.
¿Creen que eso está mal? Bueno, no escuchen a las personas
que les dicen: "¡Olvídese de usted mismo! Acérquese a los
demás con amor" ¡No las escuchen! Todos se equivocan. Lo
peor que usted puede hacer es olvidarse de usted mismo
cuando se acerca a los demás con lo que se llama una actitud
de ayuda.
Esto lo entendí a la fuerza hace muchos años, cuando estudié
sicología en Chicago. estábamos siguiendo un curso de
consejería para sacerdotes. Se admitía sólo a sacerdotes que
estaban haciendo consejería y que aceptaban traer a la clase
la grabación de una sesión. Éramos como veinte. Cuando me
llegó el turno, traje un casete con una entrevista que había
tenido con una joven. El instructor colocó la cinta en una
grabadora, y la escuchamos. A los cinco minutos, como
acostumbraba el instructor detuvo la grabación y preguntó:
¿Hay comentarios? Alguien me dijo:
-¿Por qué le preguntó eso a ella?
- No creo haberle preguntado nada - le contesté -. En realidad,
estoy bastante seguro de no haberle preguntado nada.
- Usted le preguntó - afirmó.
Yo estaba seguro porque en esa época estaba siguiendo
conscientemente el método de Carl Rogers, el cual se orienta
hacia las personas y es no directivo: uno no hace preguntas,
no interrumpe ni da consejos. De manera que yo sabía que no
debía hacer preguntas. De todos modos, hubo una discusión
entre nosotros y entonces el instructor dijo: "¿Por qué no
volvemos a escuchar la grabación?" volvimos a escucharla y
entonces con horror, oí una pregunta grande, tan grande como
el Empire State Building, una pregunta enorme. Lo interesante
es que yo había oído esa pregunta tres veces, la primera vez,
supuestamente cuando la hice, la segunda vez cuando
escuché la grabación en mi habitación (porque yo quería llevar
una buena grabación a clase), y la tercera vez cuando la
escuché en clase. Pero no la había oído. No había tomado
consciencia.
Eso sucede con frecuencia en mis sesiones de terapia o en mi
dirección espiritual. Grabamos la entrevista, y cuando el
cliente la escucha dice: "Mire, realmente no oí lo que usted
dijo durante la entrevista. Sólo oí lo que dijo cuando escuché la
grabación". Lo más interesante es que yo no oí lo que dije
durante la entrevista. Es sorprendente descubrir que durante
una sesión de terapia digo cosas de las que no tengo
consciencia. Solamente más tarde capto su pleno significado.
¿Creen ustedes que esto es humano? Usted dice: "Olvídese de
usted mismo y vaya hacia los demás". De todos modos,
después de escuchar nosotros toda la grabación allá en
Chicago, el instructor dijo: "¿Hay comentarios?" Uno de los
sacerdotes, un hombre de cincuenta años con quien yo
simpatizaba, me dijo:
- Tony, me gustaría hacerte una pregunta personal. ¿Te
parecería bien?
- Si, por supuesto - le contesté - Si no quiero responderla, no
respondo.
-¿La mujer de la entrevista es bonita? - me preguntó
Realmente, yo estaba en un estadio de mi desarrollo (o
subdesarrollo) en el cual no me daba cuenta de si alguien era
bien parecido o no lo era. No me importaba. Ella era una oveja
del rebaño de Cristo; yo era un pastor. Yo prestaba ayuda.
¡Qué maravilla! Así me habían entrenado. De modo que le
dije:
-¿Eso que tiene que ver?
- Porque ella no te gusta, ¿verdad? - me contestó
-¡¿Qué?! - exclamé
Nunca me había detenido a pensar si los individuos me
gustaban o me disgustaban. Como la mayoría de la gente,
sentía una antipatía ocasional que se hacía consciente, pero
mi actitud generalmente era neutral. le pregunte:
-¿Por qué piensas eso?
- Por la grabación.
La escuchamos nuevamente, y me dijo:
- Escucha tu voz. La dulzura con que hablas. Observa. Estás
irritado, ¿no es así?
Si estaba irritado, y sólo estaba empezando a ser consciente
de ello en ese momento. ¿Y qué fue lo que le dije a ella de
manera no directiva? Le dije: "No regrese". Pero no me había
dado cuenta. El sacerdote amigo me dijo:
- Ella es mujer. Se habrá dado cuenta. ¿Cuándo debes volver a
reunirte con ella?
- El próximo miércoles
- Apuesto a que no regresará
No regresó. Esperé una semana, pero no vino. Esperé otra
semana y tampoco vino. entonces la llamé. rompí una de mis
reglas: No seas el salvador.
La llamé y le dije:
-¿Recuerda esa grabación que usted me permitió hacer para
mi clase? Me ayudó mucho porque la clase me señaló muchas
cosas (¡No le dije qué cosas!) que podrían hacer que la sesión
fuera más eficaz. De modo que si usted quisiera regresar,
sería más eficaz.
- Bien, regresaré - me contestó.
Regresó. Todavía estaba allí la antipatía. No había
desaparecido, pero ya no estorbaba. Usted controla aquello de
lo cual es consciente; aquello de lo cual usted no es
consciente, lo controla a usted. Usted siempre será un esclavo
de aquello de lo cual no es consciente.
Cuando es consciente de ello, se libera. Todavía está allí, pero
no lo afecta. No lo controla a usted, no lo esclaviza. Ésa es la
diferencia.
Consciencia, consciencia, consciencia. Lo que nos enseñaron
en ese curso fue a ser observadores participantes.
Para expresarlo gráficamente, yo estaría hablando con usted y
al mismo tiempo estaría afuera observándolo a usted y
observándome a mí mismo. Cuando estoy escuchándolo a
usted , es infinitamente más importante escucharme a mí
mismo que escucharle a usted. Por supuesto, es importante
escucharlo a usted, pero es más importante escucharme a mí
mismo. de otra manera, no lo estaré oyendo. O distorsionaré
todo lo que dice. Lo oiré a través de mi condicionamiento.
Reaccionaré a usted de muchas maneras, de acuerdo con mis
propias inseguridades, con mi necesidad de manipularlo, con
mi deseo de tener éxito, con irritaciones y sentimientos de los
cuales tal vez no sea consciente. De manera que es muy
importante que me escuche a mi mismo cuando lo estoy
escuchando a usted. Para eso nos entrenaron: para ser
conscientes.
Usted no tiene que imaginarse a usted mismo flotando en
alguna parte en el aire. Para aproximarse a una comprensión
de lo que estoy diciendo, imagínese un buen conductor, que
conduce un automóvil y que está concentrado en lo que usted
le dice. En verdad es posible que esté discutiendo con usted,
pero está completamente consciente de las señales de
tránsito. En el momento en que sucede algo inesperado, en el
momento en que hay un sonido, o ruido, o roce, lo oirá de
inmediato. Dirá: "¿Está seguro de que cerró esa puerta de
atrás?" ¿Cómo lo hizo? Estaba consciente, estaba alerta. Su
atención estaba enfocada en la conversación, o en la
discusión, pero su consciencia era más difusa. Estaba
percibiendo muchas cosas.
Aquí no estoy defendiendo la concentración. Eso no es
importante. Muchas técnicas de meditación inculcan la
concentración, pero yo desconfío de eso. Implican violencia, y,
con frecuencia, implican más programación y más
condicionamiento, lo que yo defendería sería la consciencia,
que no es lo mismo que la concentración. La concentración es
un reflector, un foco. Usted le abre a cualquier cosa que entra
en su consciencia. Usted puede distraerse de eso, pero cuando
practica la consciencia, nunca está distraído Cuando llega la
consciencia, nunca hay distracción, porque usted siempre
estará consciente de lo que ocurra.
Digamos que estoy mirando esos árboles y estoy preocupado.
¿Estoy distraído? Estoy distraído solamente si me propongo
concentrarme en los árboles. Pero si soy consciente de que
también estoy preocupado, eso no es ninguna distracción.
Sencillamente, tome consciencia del lugar donde está su
atención. Cuando algo no va bien o algo inesperado sucede,
usted lo notará de inmediato ¡Algo no marcha bien! En el
momento en que un sentimiento negativo surge en la
consciencia, usted lo notará. Usted es como el conductor del
automóvil.
Ya les dije que Santa Teresa de Ávila dijo que Dios le dio la
gracia de desidentificarse de sí misma. Ustedes oyen a los
niños hablar de esa manera. Un niño de dos años dice:
"Tommy se desayunó esta mañana". No dice "yo", aunque él
es Tommy. Dice "Tommy" - en tercera persona. Los místicos se
sienten así. Se han desidentificado de sí mismos y están en
paz.
Ésta era la gracia a la que se refería Santa Teresa. Éste es el
"yo" que los maestros místicos del oriente están
constantemente instando a descubrir. ¡Y los de occidente
también! y puede incluir en ellos a Meister Eckhart. Ellos
están instando a la gente a descubrir el "yo".
LOS ROTULOS
Lo importante no es saber quién es "yo" o qué es "yo". Usted
nunca lo logrará. Lo importante es descartar los rótulos. Como
dicen los maestros Zen japoneses, "No busquen la verdad;
sencillamente descarten sus opiniones". descarten sus teorías;
no busquen la verdad, la verdad no es algo que se busca. Si
dejaran de apegarse a sus opiniones, lo sabrían. ¿Qué quiero
decir por rótulos? Todos los rótulos son imaginables excepto
quizás el de ser humano. Soy un ser humano. Suficiente; no
dice mucho. Pero cuando alguien dice"Yo tengo éxito" eso es
demencial. El éxito no es parte del "yo". El éxito es algo que va
y viene; podría estar presente hoy y ausente mañana. eso no
es "yo". Cuando alguien dice: "Tuve éxito", está en un error,
está a obscuras. Se identificó con el éxito. Lo mismo sucede
cuando dice: "Fracasé"; yo soy abogado, yo soy un hombre de
negocios. Ustedes saben lo que va a suceder si se identifican
con estas cosas. Se van a apegar a ellas y se van a preocupar
porque se acaben. Y entonces es cuando aparee el
sufrimiento. Eso es lo que quería decir antes cuando les dije:
"Si ustedes sufren, están dormidos". ¿Quieren un signo de que
están dormidos? Aquí lo tienen: ustedes sufren. El sufrimiento
es un signo de que ustedes no están en contacto con la
verdad. El sufrimiento les da para que puedan abrir los ojos a
la verdad, para que puedan comprender que en alguna parte
hay falsedad, así como el dolor físico les da para que
comprendan que en alguna parte hay enfermedad. El
sufrimiento indica que en alguna parte hay falsedad. El
sufrimiento se produce cuando ustedes se estrellan contra la
realidad. Cuando sus falsedades se estrellan con la verdad,
entonces hay sufrimiento. De otra manera no hay sufrimiento.
LOS OBSTÁCULOS A LA FELICIDAD.
Lo que voy a decir puede parecer un poco rebuscado. Pero es
la verdad. Lo que viene pueden ser los minutos más
importantes de su vida. si pudieran comprender esto,
descubrirían el secreto del despertar. Serían felices para
siempre. Nunca volverán a ser desdichados. Nada podría
volver a lastimarlos. Lo digo en serio: nada. es como cuando
se derrama pintura negra en el aire; el aire permanece sin
contaminar. Usted nunca puede pintar el aire de negro. No
importa qué le suceda, usted permanece incontaminado.
Permanece en paz. Hay seres humanos que han logrado esto,
lo que llamo ser humano. Nada de esa tontería de ser una
marioneta llevado de un lado a otro, dejando que los
acontecimientos y las personas le digan cómo sentirse. de
manera que usted se siente así y dice que es vulnerable. ¡Ja!
Eso lo llamo ser una marioneta ¿Quiere ser una marioneta?
Presione un botón y está deprimido; ¿eso le gusta? Pero si se
niega a identificarse con esos rótulos, cesan la mayoría de sus
preocupaciones.
Mas tarde hablaremos sobre el temor a la enfermedad y a la
muerte, pero generalmente usted se preocupa por lo que le va
a suceder en su carrera. Un pequeño empresario, de cincuenta
años está tomando cerveza en un bar en alguna parte y dice:
"Bueno, miren a mis condiscípulos: ellos realmente lo
lograron", i diota! ¿Qué quiere decir con "lo lograron"? Sus
nombres aparecen en los periódicos, ¿eso es lograrlo? Uno es
presidente en una corporación; el otro es miembro de la Corte
Suprema de Justicia; el otro es esto o lo otro. Payasos, todos
ellos.
¿Quién decide lo que significa tener éxito? ¡esta estúpida
sociedad! ¡La principal preocupación de la sociedad es
mantener enferma la sociedad! Y cuando más rápidamente
comprenda esto, mejor. Están enfermos, todos. Están
chiflados, están locos. Usted llegó a ser presidente del
manicomio y está orgulloso de ello aunque no significa nada.
Ser presidente de una corporación no tiene nada que ver con
el éxito en la vida. ¡Usted tiene éxito cuando despierta!
Entonces no tiene que presentarle disculpas a nadie, no tiene
que explicarle nada a nadie, no le importa un comino lo que
otros piensen de usted o lo que digan de usted. Usted no tiene
preocupaciones; es feliz. Eso es lo que yo llamo tener éxito.
Tener un buen empleo o ser famoso no tiene nada que ver con
la felicidad o el éxito. ¡Nada!. Eso es totalmente ajeno. Todo lo
que le preocupa realmente a él es lo que sus hijos piensen de
él. Lo que sus vecinos piensen de él, lo que su esposa piense
de él. Debiera haber sido famoso. Nuestra sociedad y nuestra
cultura nos meten eso en la cabeza día y noche. ¡Las personas
que lo logran! ¿Logran qué? Hicieron el ridículo. Porque
gastaron toda su energía consiguiendo algo que no tenía valor.
Están asustados y confundidos. son marionetas, como los
demás. mírelos pasando por el escenario. Miren cómo se
descomponen si tienen una mancha en la camisa. ¿Es eso el
éxito? miren cuan asustados están ante la posibilidad de no
ser reelegidos. ¿Eso es éxito? Están controlados, son
manipulados. No son felices, son desgraciados. No disfrutan la
vida. están constantemente tensos y ansiosos. ¿Es eso
humano? ¿Y saben por qué sucede eso? Solamente por una
razón: Se identificaron con algún rótulo. Identificaron el "yo"
con su dinero o con su empleo o con su profesión. Ese fue el
error que cometieron.
¿Han oído hablar del abogado a quien el plomero le presentó
una cuenta? Le dijo al plomero:
- Mire, usted me está cobrando doscientos dólares la hora. Yo
no me gano eso como abogado. El plomero le contestó:
-¡Yo tampoco me ganaba esa cantidad de dinero cuando era
abogado!
Usted podría ser plomero o abogado, hombre de negocios o
sacerdote, pero eso no afecta al "yo" esencial. No lo afecta. Si
mañana cambio de profesión, es como cambiarme de ropa. No
me toca ¿Es usted su ropa? ¿Es usted su nombre? ¿es usted su
profesión? Deje de identificarse con esas cosas, ellas van y
vienen.
Cuando usted comprenda esto realmente, ninguna crítica
puede afectarlo. Tampoco pueden afectarlo la alabanza o la
adulación. Cuando alguien le dice: "Usted es una gran
persona" ¿de qué está hablando? está hablando del "mi", no
está hablando del "yo". "Yo" no es ni grande ni pequeño. "Yo"
no tiene éxito ni fracasa. No es ninguno de esos rótulos. Estas
cosas dependen del condicionamiento de usted. Estas cosas
dependen del estado de ánimo de la persona que está
hablando con usted en este momento. No tiene nada que ver
con el "yo". "Yo" no es ninguno de estos rótulos. "Mi" es
generalmente egoísta, estúpido, infantil - un gran estúpido. De
modo que cuando usted me dice: "usted es un estúpido" ¡eso
lo sé desde hace años! El ego condicionado - ¿qué más podría
esperar de usted? Eso lo sé desde hace años. ¿Por qué usted
se identifica con él? ¡Idiota! Eso no es el "yo", eso es el "mi".
¿Quiere ser feliz? La felicidad ininterrumpida no es causada.
Usted no puede hacerme feliz. Usted no es mi felicidad. Usted
le dice a la persona que ha despertado: ¿Por qué está feliz? y
la persona que ha despertado responde: ¿Por qué no he de
estarlo?
La felicidad es nuestro estado natural. La felicidad es el estado
natural de los niños, a quienes pertenece el reino hasta que
son corrompidos y contaminados por la estupidez de la
sociedad y la cultura. No se puede hacer nada para adquirir la
felicidad, porque la felicidad no se puede adquirir. ¿Alguien
sabe por qué? Porque ya la tenemos. ¿Cómo se puede adquirir
lo que ya se tiene? ¿entonces por qué no tiene experiencia de
ella? Porque tiene que descartar algo. Tiene que descartar las
ilusiones. Para ser feliz no tiene que agregar nada; tiene que
descartar algo. La vida es fácil, la vida es maravillosa. Es dura
solamente para sus ilusiones, sus ambiciones, su avidez, sus
deseos. ¿Sabe de dónde vienen estas cosas? De haberse
identificado con toda clase de rótulos.
CUATRO PASOS HACIA LA SABIDURÍA
Lo primero que tiene que hacer es entrar en contacto con los
sentimientos negativos de los cuales no es consciente.
muchas personas tienen sentimientos negativos sin saberlo.
Muchas personas están deprimidas y no saben que están
deprimidas. Solamente cuando entran en contacto con la
alegría comprenden hasta que punto están deprimidas. No se
puede tratar un cáncer que no se ha detectado. Usted no
puede liberarse del gorgojo en su granja si no sabe que existe.
Lo primero que necesita es tener consciencia de sus
sentimientos negativos. ¿Cuales sentimientos negativos? La
melancolía, por ejemplo. Usted está melancólico y triste. Usted
siente que se odia a usted mismo, o se siente culpable. A
usted le parece que la vida no tiene ninguna finalidad, que no
tiene sentido; usted se siente herido, está nervioso y tenso. El
primer paso es ponerse en contacto con esos sentimientos.
El segundo paso (éste es un programa de cuatro pasos) es
comprender que el sentimiento está en usted, no en la
realidad. Esto es tan evidente, pero ¿cree usted que los seres
humanos lo saben? No lo saben, créanme. Tienen doctorados y
son rectores de universidades, pero no han comprendido esto.
En la escuela no me enseñaron a vivir. Me enseñaron todo lo
demás. como dijo alguien: "Tengo una educación muy buena.
Tardé años en superarla". La espiritualidad trata de eso: de
desaprender. desaprender toda la basura que le enseñaron a
uno.
Los sentimientos negativos están en usted, no en la realidad.
entonces, deje de tratar cambiar la realidad. ¡Eso es una
locura! Deje de tratar de cambiar a la otra persona. Gastamos
todo nuestro tiempo y nuestras energías tratando de cambiar
las circunstancias externas, tratando de cambiar a nuestro
cónyuge, a nuestro jefe, a nuestros amigos, a nuestros
enemigos, y a todos los demás. No necesitamos cambiar nada.
Los sentimientos negativos están en usted. En la tierra no
existe nadie que tenga el poder de hacerlo a usted
desgraciado. En la tierra no hay ningún acontecimiento que
tenga el poder de alterarlo o herirlo. Ningún acontecimiento,
condición, situación o persona. Nadie le dijo esto; le dijeron lo
contrario. Por eso está en el enredo en que se encuentra. Por
eso está dormido. Nadie le ha dicho esto; pero es evidente.
Supongamos que la lluvia acaba con un paseo campestre.
¿Quién se siente negativo? ¿la lluvia? o ¿usted? ¿Qué causa el
sentimiento negativo? ¿La lluvia o su reacción? Cuando usted
golpea una rodilla contra una mesa, a la mesa no le pasa
nada. Está ocupada en aquello para lo cual fue hecha: para
ser una mesa. El dolor está en su rodilla, no en la mesa. Los
místicos tratan continuamente de decirnos que la realidad
está bien. La realidad no es problemática. Los problemas sólo
existen en la mente humana. Podríamos añadir: en la mente
humana estúpida y dormida. La realidad no es problemática: si
los seres humanos desaparecieran de este planeta, la vida
continuaría, la naturaleza seguiría con toda su belleza y toda
su violencia. ¿Dónde estaría el problema? No habría ningún
problema. Usted creó el problema. Usted es el problema.
Usted se identificó con el "mi" y ese es el problema. El
sentimiento está en usted, no en la realidad.
El tercer paso: Nunca se identifique con dicho sentimiento;
éste no tiene nada que ver con el "yo". No defina su ser
esencial en función de ese sentimiento. No diga: "Yo estoy
deprimido". si quiere decir que la depresión está ahí, eso está
bien; si quiere decir que la melancolía está ahí, eso está bien.
Pero no diga: Yo estoy melancólico. Usted se está definiendo
en función de este sentimiento. Ésa es su ilusión: ése es su
error. Hay una depresión ahí en este momento, hay
sentimientos lastimados ahí en este momento, pero déjelos,
déjelos solos. Eso pasará. Todo pasa, todo. Sus depresiones y
emociones no tienen nada que ver con la felicidad. Son el
movimiento del péndulo. Si ve emociones, prepárese para la
depresión ¿Quiere su droga? Prepárese para la resaca. El
péndulo se mueve de un extremo a otro.
Esto no tiene nada que ver con el "yo"; no tiene nada que ver
con la felicidad. Es el "mi". Si usted recuerda esto, si se lo dice
a usted mismo mil veces, si ensaya estos tres pasos mil veces,
lo logrará. Es posible que no necesite hacerlo ni tres veces. No
lo sé; no hay ninguna regla. Pero hágalo mil veces y hará el
mayor descubrimiento de su vida. ¿Qué importan esas minas
de oro en Alaska? ¿ Qué va a hacer con ese oro? si no es feliz
no puede vivir. De modo que encontró oro. ¿Qué importa?
Usted es un rey; usted es una princesa. Usted es libre: ya no le
importa ser aceptado o rechazado, eso no importa. Los
psicólogos nos dicen que es muy importante tener un
sentimiento de pertenencia. ¡Paja! ¿Para qué quiere usted
pertenecer a alguien? Eso ya no importa.
Un amigo me contó que hay una tribu africana en la cual la
pena capital es ser condenado al ostracismo. Si a usted lo
expulsaran de New York o de donde viva, usted no moriría.
¿Por qué el miembro de esa tribu africana muere? Porque
participa de la común estupidez de la humanidad. Cree que no
podrá vivir si no pertenece. ¿Es muy distinto de la mayoría de
la gente, o no? El está convencido de que necesita pertenecer.
Pero usted no necesita pertenecer a nadie o a nada o a ningún
grupo. Ni siquiera necesita estar enamorado. ¿Quién le dijo
que lo necesitaba? Lo que necesita es ser libre. Lo que
necesita es amar. Eso es; ésa es su naturaleza. Pero lo que
realmente me está diciendo es que quiere ser deseado.
Quiere ser aplaudido, ser atractivo, que todos los micos corran
detrás de usted. Está desperdiciando su vida. ¡DESPIERTE!
Usted no necesita eso. Puede ser plenamente feliz sin eso.
La sociedad no se va alegrar de oír esto, porque usted se
vuelve aterrador cuando abre los ojos y comprende. ¿Cómo
controlar a una persona como usted? Usted no la necesita a
ella; no se siente amenazado por su crítica; no le importa lo
que piense ella o lo que diga ella. Usted cortó todas esas
ataduras; ya no es una marioneta. es aterrador. "De manera
que tenemos que salir de él (sentencia la sociedad); el dice la
verdad; no tiene miedo; ya no es humano" ¡HUMANO! ¡miren!
¡por fin un ser humano! Escapó de su esclavitud, escapó de su
prisión.
Ningún acontecimiento justifica un sentimiento negativo. No
hay ninguna situación en el mundo que justifique un
sentimiento negativo. Eso es lo que nuestros místicos nos han
dicho hasta el cansancio. Pero nadie escucha. el sentimiento
negativo está en usted. En el Bhagavad-Gita, el libro sagrado
de los hindúes, el señor Krishna le dice a Arjuna: "Lánzate al
ardor de la batalla y mantén tu corazón a los pies del Señor".
Una frase maravillosa.
Usted no tiene que hacer nada para ser feliz. el gran Meister
Eckhart dijo bellamente: "No se llega a Dios por un proceso de
adición, de sumarle algo al alma, sino por proceso de
sustracción". Usted no hace nada para ser libre, usted
descarta algo. Entonces es libre.
El cuarto paso: ¿Cómo cambia uno las cosas? ¿cómo se
cambia uno a sí mismo? hay muchas cosas que es necesario
comprender aquí, o más bien, solamente una cosa puede
expresarse de muchas maneras. Imagínese un paciente que
va donde el médico y le dice de qué sufre. El médico le dice:
-Muy bien, yo entiendo sus síntomas. ¿sabe qué haré? ¡Le
recetaré un remedio a su vecino!
El paciente responde:
- Muchas gracias, doctor, eso me hace sentir mucho mejor.
¿No es absurdo? Pero eso es lo que todos hacemos. La persona
que está dormida siempre piensa que se sentirá mejor si otra
persona cambia. Usted sufre porque está dormido, pero
piensa: "Cómo sería de maravillosa la vida si la otra persona
cambiara; cómo sería de maravillosa la vida si mi vecino
cambiara, si mi esposa cambiara, si mi jefe cambiara".
Siempre queremos que otra persona cambie para podernos
sentir bien. ¿Pero se ha puesto a pensar alguna vez que si su
esposa cambia o si su marido cambia, eso en qué lo afecta a
usted? Usted sigue siendo tan vulnerable como antes; sigue
siendo tan idiota como antes; sigue estando tan dormido como
antes. Usted es el que tiene que cambiar, el que tiene que
tomarse el remedio. Usted insiste una y otra vez: "Me siento
bien porque el mundo está bien". ¡Se equivoca! El mundo está
bien porque me siento bien. eso es lo que todos los místicos
dicen.
EL MUNDO ESTA BIEN
Cuando usted se despierta, cuando comprende, cuando ve, el
mundo se arregla. Siempre nos molesta el problema del mal.
Hay una historia patética sobre un niño que iba por la orilla de
un río y vio a un cocodrilo atrapado en una red. El cocodrilo le
dijo:
- Niño, apiádate de mí, suéltame. Tal vez yo sea feo, pero no
tengo la culpa; así me hicieron. Pero sea cual sea mi aspecto,
tengo corazón de madre. Vine en busca de alimento para mis
hijos y ¡caí en la trampa!
El niño contestó:
-¡Ah, si te soltara, tú me atraparías y me matarías!
-¿Cómo puedes creerme capaz de hacerle eso a quien es mi
benefactor y libertador? - protestó el cocodrilo.
El niño se dejó convencer, y le quitó la red y el cocodrilo lo
atrapó.
Cuando el cocodrilo se lo estaba tragando, le dijo el niño:
-¿De manera que así pagas mi buena acción?
- Bueno - le explicó el cocodrilo -, no es nada personal, hijo
mío. Así es el mundo. Es la ley de la vida.
El niño se puso a argumentar en contra de eso y el cocodrilo le
dijo:
-¿Quieres preguntarle a otro animal si acaso no es así la vida?
El niño vio un pájaro posado en una rama, y se dirigió a él:
- Dime, pájaro, ¿es cierto lo que dice el cocodrilo?
- El cocodrilo tiene razón - opinó el pájaro -, mira mi caso: Un
día venía yo a casa con alimento para mis crías; imagínate
cual no sería mi pavor al ver a la serpiente subiendo por el
árbol, directamente hacia el nido. Yo me hallaba totalmente
indefensa. Se comió a todos mis hijitos, uno tras otro. Yo grité
y grité, pero fue inútil. el cocodrilo tiene razón: es la ley de la
vida. Así es el mundo.
- Ya lo ves - le dijo el cocodrilo al niño -, pero este insistió:
- Déjame preguntarle a otro animal
- Está bien. hazlo - accedió el cocodrilo.
En ese momento paraba por la orilla del río un asno.
- Escucha, asno - le dijo el niño -: El cocodrilo dice esto.
¿Tiene razón?
- Sí. tiene toda la razón - le respondió el asno -. Mírame a mí.
Yo trabajé y me esclavicé toda la vida, y mi amo apenas me
daba de comer. Ahora que estoy viejo y soy inútil, me soltó, y
yo ando vagando por la selva, esperando que algún animal
salvaje salte sobre mí y me mate. El cocodrilo tiene razón: es
la ley de la vida. Así es el mundo.
Entonces dijo el cocodrilo:
-¡Vamos!
El niño replicó:
- Dame otra oportunidad
El niño vio pasar un conejo, y le dijo:
- Dime conejo, ¿tiene razón el cocodrilo?
El conejo se sentó en las patas traseras, y le preguntó al
cocodrilo:
-¿Tú le dijiste eso al niño?
- Así es, eso le dije
- Espera un momento - le sugirió el conejo- Tenemos que
discutirlo
- Está bien - aceptó el cocodrilo.
- Pero ¿cómo podremos discutirlo si tienes ese niño en la boca?
suéltalo; él también tiene que tomar parte en esta discusión.
El cocodrilo contestó:
- Tú eres muy astuto. Si lo soltara se escaparía.
- Yo creí que tú eras más inteligente - objetó el conejo -. Si
intentara huir, podrías matarlo de un coletazo.
- Es justo - concedió el cocodrilo, y soltó al niño.
Apenas quedó libre el niño, el conejo le gritó:
-¡Escapa!
El niño corrió y escapó. Luego le dijo el conejo:
- Oye niño, ¿A ti no te gusta la carne de cocodrilo? ¿La gente
de tu pueblo no apetecerá un buen bistec de carne de
cocodrilo? En realidad, tú no soltaste del todo al cocodrilo:
tiene atrapada la mayor parte del cuerpo en la red ¿por qué
no vas a la aldea y los traes a todos para que preparen un
banquete?
El niño le hizo caso: fue a la aldea y llamó a los hombres. Éstos
trajeron hachas, porras, y lanzas, y dieron muerte al cocodrilo.
El perro del niño también vino, y cuando vio al conejo, lo
atrapó y lo degolló. El niño llegó demasiado tarde, y, viendo
morir al conejo, dijo: "El cocodrilo tenía razón: Así es el mundo.
Es la ley de la vida.
¡No hay ninguna explicación para todos los sufrimientos y los
males y las torturas y la destrucción y el hambre que hay en el
mundo!
Eso nunca se lo podrá explicar uno; puede intentarlo con sus
fórmulas, religiosas o de otra índole, pero nunca se lo
explicará. porque la vida es un misterio, lo cual quiere decir
que con su mente racional, uno no puede explicárselo. Para
eso tiene que despertar y entonces se dará cuenta
repentinamente de que la realidad no es el problema, el
problema es uno mismo.
EL SONAMBULISMO
Las Escrituras siempre lo están insinuando, pero uno nunca
comprenderá una palabra de lo que dicen las Escrituras hasta
que despierte. La gente dormida lee las escrituras y crucifican
al Mesías basándose en ellas. Para entender las Escrituras,
uno debe despertar. Cuando despierta, ellas tienen sentido. Lo
mismo que la realidad. Pero uno nunca podrá expresarlo con
palabras. ¿Usted preferiría hacer algo? Pero aún así, debemos
estar seguros de que usted no está actuando sencillamente
para liberarse de sus sentimientos negativos. Muchas
personas se lanzan a la acción, y lo único que logran es que
las cosas empeoren. No proceden del amor, proceden de
sentimientos negativos. Proceden de la culpa, la ira, el odio;
de un sentido de injusticia, o lo que sea. Usted debe estar
seguro de su "ser" antes de lanzarse a la acción. Tiene que
cerciorarse de quién es usted antes de actuar.
Infortunadamente, cuando las personas dormidas se lanzan a
la acción, sencillamente cambian una crueldad por otra, una
injusticia por otra. Y así es. Meister Eckhard dice: "No es por
sus acciones por lo cual usted se salvará" (o despertará,
llámelo como quiera), "sino por su ser. No será juzgado por lo
que hace, sino por lo que es". ¿De qué le sirve alimentar al
hambriento, de dar de beber al sediento o visitar a los
prisioneros?
Recuerde esta frase de Pablo: "Si entrego mi cuerpo a las
llamas y doy todos mis bienes para alimentar a los pobres y no
tengo amor..." No son sus acciones, sino su ser lo que cuenta.
Entonces podrá lanzarse a la acción. Usted puede hacerlo o no
hacerlo. No puede decidirlo hasta que despierte.
Infortunadamente todo el énfasis se concentra en cambiar el
mundo y se pone muy poco énfasis en despertar. Cuando
usted despierta, sabrá lo que debe hacer y lo que no debe
hacer. Algunos místicos son muy raros. Como Jesús quien dijo
algo así: "Yo no fui enviado a esa gente; por ahora me limito a
lo que debo hacer ahora mismo. Quizás más tarde". Algunos
místicos enmudecen. Misteriosamente algunos de ellos
cantan. Algunos de ellos entran a servir. Nosotros nunca
estamos seguros; en cambio, ellos son su propia ley: Ellos
saben exactamente lo que se debe hacer. "Láncese al calor de
la batalla y mantenga su corazón a los pies del Señor", como
dije antes.
Imagínese que usted no se siente bien, y que está de mal
humor, y que lo llevan a un hermoso paisaje. El paisaje es
hermoso, pero usted no está de humor para ver nada. Unos
días más tarde usted pasa por el mismo sitio y dice: "¡Cielos!
¿En dónde estaba yo que no me di cuenta de esto?" Todas las
cosas son hermosas cuando uno cambia. Usted mira los
árboles y las montañas a través de unas ventanas mojadas
por la lluvia de una tormenta, y todo lo ve borroso y sin forma.
Usted quiere salir, y cambiar esos árboles, cambiar esas
montañas. Espere un momento, examinemos su ventana.
cuando cesa la tormenta y cesa la lluvia, y usted mira por la
ventana, dice: "cómo se ve todo de diferente". No vemos a las
personas ni a las cosas como son, sino como somos nosotros.
Por eso, cuando dos personas miran a algo o a alguien, se
obtienen dos reacciones diferentes. Vemos las cosas y a las
personas no como son, sino como somos nosotros.
¿Recuerda esa frase de la Escritura sobre cómo todas las
cosas resultan para el bien de quienes aman a Dios? Cuando
usted finalmente despierta, no trata de que sucedan cosas
buenas; sencillamente suceden. De pronto usted comprende
que todo lo que sucede es bueno. Piense en algunas personas
con las que usted vive a quienes le gustaría hacer cambiar.
Las encuentra de mal humor, desconsideradas, poco fiables,
traicioneras, o lo que sea. Pero cuando usted sea diferente,
ellas serán diferentes. Ésa es una cura infalible y milagrosa. El
día que usted sea diferente, ellas serán diferentes y usted las
verá de manera diferente. Alguien que antes era temible,
ahora parecerá asustado. Alguien que antes era ofensivo
ahora parecerá asustado. De repente nadie tendrá poder para
herirlo. Nadie tiene el poder para presionarlo. Es algo así:
Usted deja un libro en la mesa y yo lo cojo y digo: "Usted me
está presionando con este libro. Tengo que tomarlo o no
tomarlo". La gente vive demasiado ocupada acusando a los
demás, culpando a todos los demás, culpando a la vida,
culpando a la sociedad, culpando a su vecino. Usted nunca
cambiará de esa manera; continuará viviendo su pesadilla,
nunca despertará.
Ponga en acción este programa MIL VECES:
a) Identifique sus sentimientos negativos
b) Comprenda que ellos están en usted, no en el mundo, no en
la realidad externa
c) No los vea como parte esencial del "yo"; estas cosas van y
vienen
d) Comprenda que cuando usted cambia, todo cambia.
EL CAMBIO COMO AVARICIA
Eso todavía nos deja una gran pregunta: ¿Hago algo para
cambiarme a mí mismo?
¡Le tengo una gran sorpresa, muchas buenas noticias!
Usted no tiene que hacer nada. Cuanto más haga, peor será.
Todo lo que tiene que hacer es comprender.
Piense en alguien con quien vive o con quien trabaja y que no
le parece agradable, que le causa sentimientos negativos.
Veamos lo que sucede. Lo primero que usted necesita
comprender es que el sentimiento negativo está en usted.
Usted es el responsable del sentimiento negativo, no la otra
persona. Otra persona en su lugar estaría completamente
calmada y a sus anchas en presencia de esa persona; no se
afectaría. Usted si. Ahora comprenda otra cosa: usted está
haciendo una exigencia. Usted espera algo de esta persona
¿entiende? Entonces dígale a esa persona. "Yo no tengo el
derecho de exigirle nada a usted". Al decir eso, descartará su
expectativa. "Yo no tengo derecho a exigirle nada a usted.
Claro que me protegeré de las consecuencias de sus acciones
o de su mal humor o de lo que sea, pero puede seguir
adelante y ser lo que quiera ser. No tengo derecho a hacerle
ninguna exigencia".
Mire lo que le sucede a usted cuando hace esto. Si encuentra
resistencia para decirlo, cuánto va a descubrir sobre usted
mismo. Permita que el dictador que hay en usted salga a la
luz. Usted pensaba que era un cordero, ¿verdad? Pero yo soy
un tirano y usted es un tirano. Una pequeña variación de "yo
soy un asno, usted es un asno". Yo soy un dictador, usted es
un dictador. Yo quiero organizarle su vida; quiero decirle
exactamente cómo se espera que sea y cómo se espera que
se comporte, y es mejor que usted se comporte como yo he
decidido o me castigaré a mí mismo con sentimientos
negativos. Recuerde lo que les dije: todos somos locos.
Una mujer me contó que su hijo había obtenido un premio en
la escuela secundaria. Lo había ganado por excelencia
deportiva y académica. Ella se alegraba, pero casi tenía la
tentación de decirle: "No te confíes en ese premio porque está
preparándote para cuando no lo puedas hacer tan bien". Ella
estaba en un dilema: cómo prevenir su futura desilusión sin
desilusionarlo ahora.
Esperamos que él aprenda a medida que ella crezca en
sabiduría. No se trata de lo que ella diga. es algo que ella
llegará a ser. Entonces comprenderá. entonces sabrá qué
decir y cuándo decirlo. ese premio fue el resultado de la
competición, la cual puede ser cruel si se basa en el odio a
uno mismo y a los demás. La gente se siente bien sobre la
base de que otros se sientan mal; usted gana derrotando a
otro. ¿No es terrible? ¡Aceptado como obvio en un manicomio!
Un médico norteamericano escribió sobre el efecto de la
competición en su vida. Él asistió a una escuela de medicina
en Suiza, en la cual había un grupo grande de
norteamericanos. Cuenta que algunos de los estudiantes se
conmocionaron cuando se dieron cuenta que no había
calificaciones, no había premios, no había cuadro de honor, no
había un primer o segundo puesto en la escuela. El estudiante
aprobaba o no aprobaba. Dijo: "Algunos no podíamos
aceptarlo. Nos volvimos casi paranoicos. creíamos que tenía
que haber algún truco". De manera que algunos se fueron
para otra escuela. Los que se quedaron descubrieron algo
extraño que nunca habían encontrado en las universidades
norteamericanas: Los estudiantes brillantes les ayudaban a los
otros a aprobar, compartiendo con ellos sus apuntes. El hijo de
este médico asiste a la escuela de medicina de los Estados
Unidos y le cuenta que en el laboratorio, la gente
frecuentemente altera el microscopio de manera que el
siguiente estudiante demore tres o cuatro minutos en
ajustarlo. Competición. Tienen que tener éxito, tienen que ser
perfectos. Y relata una bella historia, la cual dice él que es
verdadera, pero que podría ser una hermosa parábola. Había
una aldea en los Estados Unidos en donde la gente se reunía
por la tarde a a escuchar música. Tenían un saxofonista, un
tamborero y un violinista, la mayoría de ellos, personas de
edad. se reunían para estar juntos y para gozar de la música,
aunque no la ejecutaban muy bien. De manera que se
divertían, gozaban, hasta que un día decidieron conseguir un
nuevo director que tenía mucha ambición y mucha energía.
El nuevo director les dijo: "Amigos, tenemos que dar un
concierto; tenemos que preparar un concierto para la aldea".
Luego, gradualmente, fue descartando a algunas de las
personas que no tocaban muy bien, contrató algunos músicos
profesionales, organizó la orquesta, y los nombres de todos
aparecieron en el periódico. ¿No era maravilloso? De manera
que decidieron mudarse a la gran ciudad y tocar allí. Pero
algunos de los ancianos con lágrimas en los ojos, dijeron: "Era
tan maravilloso en aquellos tiempos cuando hacíamos mal las
cosas y gozábamos con ellas". De manera que la crueldad
entró a su vida, pero nadie la reconoció como crueldad. ¡Miren
cuán loca se ha vuelto la gente!
Algunos de ustedes me preguntan qué quería decir cuando
expresé: "Usted sea usted mismo, eso está bien, pero yo me
protegeré , yo seré yo mismo". En otras palabras no permitiré
que usted me manipule. Yo viviré mi propia vida; iré por mi
propio camino; permaneceré libre para pensar mis
pensamientos, para seguir mis inclinaciones y mis gustos. Y a
usted le diré que no. Si siento que no quiero estar en su
compañía, no será por ningún sentimiento negativo que usted
provoque en mí. Porque ya no lo provoca. Usted ya no tiene
poder sobre mí. Sencillamente, quizá prefiera la compañía de
otras personas. De manera que cuando usted me diga:
"¿Vamos al cine esta noche?" yo diré: "Lo siento, quiero ir con
otra persona; me gusta la compañía de ella, más que la suya".
Y eso está bien. decirle que no a la gente - es maravilloso; es
parte del despertar. Parte del despertar es que usted vive su
vida como le parece. Y compréndalo; eso no es egoísmo. Lo
egoísta es exigir que otro viva su vida de acuerdo con los
gustos de usted. O con su orgullo, o con su ganancia, o con su
placer. Eso sí es egoísmo. de modo que me protegeré. No me
sentiré obligado a estar con usted; no me sentiré obligado a
decirle que sí. Si su compañía me parece agradable, la
disfrutaré sin aferrarme a ella. Pero ya no lo evito a usted a
causa de algún sentimiento negativo que usted produce en
mí. Usted ya no tiene ese poder.
El despertar debe ser una sorpresa. Cuando usted no espera
que algo suceda, y sucede, usted se sorprende. Cuando la
esposa de Webster lo encontró besando a la empleada
doméstica, le dijo que estaba muy sorprendida. Webster era
escrupuloso en el uso preciso de las palabras (lo cual es
comprensible, puesto que escribió un diccionario), de manera
que le dijo: "No, querida, el sorprendido fui yo. ¡Tú estás
atónita!".
Algunas personas hacen del despertar una meta. Están
decididas a lograrlo; dicen: "Me niego a ser feliz hasta que
haya despertado". En ese caso, es mejor que usted sea como
es; sencillamente ser consciente de su manera de ser. La
simple consciencia es felicidad, comparada con el esfuerzo de
reaccionar siempre. La gente reacciona tan rápido porque no
es consciente. Pero a medida que se desarrolla la consciencia,
usted reacciona menos y actúa más. Realmente no importa.
Cuentan que un discípulo le dijo a su gurú que se iba para un
sitio lejano a meditar con la esperanza de lograr despertar. de
manera que cada seis meses le enviaba a su gurú una nota
para informarlo acerca de su progreso. El primer informe
decía: "Ahora comprendo lo que significa perderse a sí
mismo". El gurú rompió la nota y la tiró al recipiente de la
basura. A los seis meses, recibió otro informe que decía:
"Ahora he logrado ser sensible a todos los seres". También la
rompió. Un tercer informe decía: "Ahora comprendo el secreto
de lo uno y de lo múltiple". También lo rompió. Y así siguió
durante años, hasta que no llegaron más informes. después de
un tiempo, al gurú le dio curiosidad, y un día se encontró con
un viajero que iba a ese sitio lejano. el gurú le dijo: "¿Por qué
no averigua qué le pasó a ese hombre? Finalmente recibió una
nota de su discípulo. Decía: "¿Qué importa? Y cuando el gurú
la leyó dijo: "¡Lo logró! ¡Lo logró! ¡Finalmente lo logró!".
Y tenemos la historia de un soldado que estaba en el campo
de batalla y que, sencillamente, dejaba su rifle en el suelo,
recogía un pedazo de papel que había por ahí y lo miraba.
Luego lo dejaba caer al piso. Después se dirigía a otra parte y
hacía lo mismo. Los demás decían: "Ese hombre se está
exponiendo a la muerte. Necesita ayuda". De manera que lo
hospitalizaron y consiguieron al mejor siquiatra para que lo
tratara. Pero eso no parecía producir ningún efecto. el soldado
andaba por los pabellones recogiendo pedazos de papel, los
miraba distraídamente y los dejaba caer al suelo. Finalmente
dijeron: "Tenemos que licenciar a este hombre". De manera
que lo llamaron y le dieron un certificado de licenciamiento; él
lo tomó distraídamente, lo miró y gritó: "¿Éste es? ¿Es este?.
Finalmente lo logró.
De manera que empiecen por ser conscientes de su situación
actual, cualquiera que ella sea. Deje de ser un dictador. Deje
de tratar de forzarse a algo. Entonces, algún día comprenderá
que sencillamente, por la consciencia usted logró lo que
estaba tratando de conseguir.
UNA PERSONA TRANSFORMADA
No haga exigencias en su búsqueda de la consciencia. Es más
bien como la obediencia de las leyes de tránsito. Si uno no las
observa, paga un precio. En los Estados Unidos se conducen
los vehículos por el lado derecho de la vía; en Inglaterra se
conducen por la izquierda; en la India se conducen por la
izquierda. Si uno no lo hace, paga un precio; no hay lugar para
sentimientos lastimados o para exigencias o para
expectativas; sencillamente, se cumplen las leyes de tránsito.
Usted pregunta en dónde entra la compasión, en dónde entra
la culpa en todo esto. Lo sabrá cuando despierte. Si ahora
mismo se siente culpable ¿cómo puedo explicárselo? ¿Cómo
sabría lo que es la compasión? A veces la gente trata de imitar
a Cristo, pero cuando un mico toca el saxofón, eso no lo
convierte en un músico. No se puede imitar a Cristo imitando
su comportamiento externo. Hay que ser Cristo. Entonces
sabrá usted qué hacer en una situación particular, teniendo en
cuenta su temperamento, su carácter y el carácter y el
temperamento de la persona con la que está tratando. Nadie
tiene que decírselo. Pero para eso usted tiene que ser lo que
Cristo era. Una imitación exterior no lo llevará a ninguna parte.
Si usted cree que la compasión implica debilidad, entonces no
puedo describirle la compasión, no hay forma, porque la
compasión puede ser muy dura. La compasión puede ser muy
brusca, la compasión puede sacudirlo, la compasión puede
remangarse y "operarlo". La compasión es muchas cosas. La
compasión puede ser muy dulce, pero no hay manera de
saberlo. Solamente cuando usted se convierta en amor - en
otras palabras, cuando usted haya dejado sus ilusiones y sus
afectos - "sabrá".
A medida que usted se identifique menos con el "yo", se irá
sintiendo más cómodo con todos y con todo. ¿Sabe por qué?
Porque ya no teme que alguien lo lastime o no guste de usted.
Ya no quiere impresionar a nadie. ¿Puede imaginarse el alivio
cuando ya no quiera impresionar a nadie? ¡Qué descanso!
¡Qué felicidad! Ya no siente la necesidad de explicar las cosas.
¿Qué hay que explicar? Y ya no se siente la necesidad de
presentar excusas. Yo preferiría oírle decir: "Desperté", que
oírle decir: "Lo siento muchísimo". Preferiría que me dijera:
"Desde la última vez que nos vimos he despertado; lo que le
hice no volverá a suceder", que oírle decir: "Siento mucho lo
que le hice". ¿Por qué habría que presentar excusas? Ahí hay
algo que usted puede explorar. Aún en el caso de que alguien
haya sido desconsiderado con uno, no hay lugar para pedir
excusas.
Nadie fue desconsiderado con uno. Fue desconsiderado con lo
que pensaba que era uno, pero no con uno. A usted nunca lo
rechazan; rechazan solamente lo que creen que usted es. Pero
eso es de doble dirección. Tampoco lo aceptan siempre. Hasta
que despiertan, las personas sencillamente aceptan o
rechazan la imagen que tienen de usted. Han fabricado una
imagen de usted, y la rechazan o la aceptan. Vean lo
desbastador que es profundizar en esto. Es un poco
demasiado liberador. Pero qué fácil es amar a los demás
cuando se comprende esto. Qué fácil es amar a todo el mundo
cuando uno no se identifica con lo que ellos se imaginan que
es uno o que son ellos. Se vuelve fácil amarlos, amarlos a
todos.
Yo me observo a "mi", pero no pienso en "mí", porque el "mí"
que piensa también piensa muchas veces mal. Pero cuando
me observo a "mí", estoy totalmente consciente de que se
trata de una reflexión. En realidad uno no piensa realmente en
"yo" y en "mí". Uno es como una persona que conduce un
automóvil; no quiere perder la consciencia acerca de ese
automóvil. Está bien soñar despierto, pero uno no debe perder
la consciencia acerca de lo que lo rodea. Debe estar siempre
alerta. Es como una madre que duerme; no oye los aviones
que pasan por encima de la casa, pero oye el menor gemido
de su bebé. Ella está alerta; en ese sentido, está despierta.
Uno no puede decir nada acerca de estar despierto; solamente
puede hablar acerca de estar dormido. Uno sugiere el estado
del despertar. No puede decir nada de la felicidad. La felicidad
no se puede definir. Lo que se puede definir es la infelicidad.
Deje la infelicidad y sabrá. El amor no se puede definir; el
desamor sí. Deje el desamor, deje el miedo, y sabrá.
Queremos averiguar cómo es la persona despierta. Pero usted
sólo lo sabrá cuando llegue allí.
¿Estoy sugiriendo, por ejemplo, que no debemos hacerles
exigencias a nuestros hijos? Lo que dije fue: "Usted no tiene
derecho a hacer exigencias". Tarde o temprano, ese hijo va a
tener que liberarse de usted, de acuerdo con la instrucción del
Señor. Y usted no tendrá ningún derecho sobre él. En verdad él
realmente no es su hijo, o nunca lo fue. Él le pertenece a la
vida, no a usted. Nadie pertenece a usted. De lo que usted
está hablando es de la educación de su hijo. Si quiere
almorzar, venga entre las doce y la una o no habrá almuerzo,
y punto. Así es como son las cosas aquí. Si no viene a tiempo,
no almuerza. Usted es libre, eso es verdad, pero debe aceptar
las consecuencias.
Cuando hablo de no esperar nada de los demás, o de no hacer
exigencias, me refiero a esperar y exigir algo para mi propio
bienestar. Obviamente, el presidente de un país tiene que
hacer exigencias a la gente. El policía de tránsito tiene que
hacer exigencias a la gente. Pero son exigencias sobre su
comportamiento - Leyes de tránsito, buena organización, el
funcionamiento adecuado de la sociedad. No se propone hacer
sentir bien al presidente ni al policía de tránsito.
LA LLEGADA AL SILENCIO
Todos me preguntan qué sucederá cuando finalmente lleguen.
¿Es simple curiosidad? Siempre estamos preguntando cómo se
acomodará esto en el sistema, o si es que tendrá sentido en
ese contexto, o qué se sentirá cuando lleguemos. Empiece y lo
sabrá; eso no puede describirse. En el Oriente se dice: "Los
que saben no lo dicen; los que lo dicen, no lo saben". No se
puede decir; sólo se puede decir lo contrario. El gurú no puede
darle la verdad. La verdad no se puede poner en palabras, en
una fórmula. Eso no es la verdad. Eso no es la realidad. La
realidad no se puede poner en una fórmula. El gurú sólo puede
señalarle a usted sus errores. Cuando deje sus errores,
conocerá la verdad. E incluso entonces usted no puede decirla.
Ésta es una enseñanza común entre los grandes místicos
católicos. El gran Tomás de Aquino, al final de su vida, no
escribía y no hablaba; había visto. Yo creía que él había
guardado ese famoso silencio durante un par de meses, pero
continuó guardándolo durante años. Se había dado cuenta que
había hecho el ridículo, y lo dijo explícitamente. Es como si
ustedes nunca hubieran probado un mango verde y me
preguntaran: "¿A qué sabe?" Yo les diría, es "ácido", pero al
darles una palabra los he alejado de la pista. Traten de
comprender esto. La mayoría de las personas no son muy
sabias; toman la palabra - La palabra de las escrituras, por
ejemplo. - y todo lo entienden mal. "¿Ácido como el vinagre,
ácido como un limón?" No; no es ácido como un limón, sino
ácido como un mango. "Pero nunca lo he probado", dice usted.
¡Qué lástima! Sin embargo, usted continúa y escribe una tesis
doctoral sobre el mango. No lo haría si no lo hubiera probado.
Realmente no lo haría. Habría escrito una tesis doctoral sobre
otras cosas, pero no sobre los mangos. Y el día que finalmente
usted pruebe un mango verde, usted dirá: "¡Dios mío, hice el
ridículo!" No debí haber escrito esa tesis. Eso fue exactamente
lo que Tomás de Aquino hizo.
Un gran filósofo y teólogo alemán escribió todo un libro sobre
el silencio de Santo Tomás. Sencillamente guardaba silencio,
no hablaba. En el prólogo de su Summa Theológica, la cual es
el resumen de su teología, dice: "Sobre Dios, no podemos
decir lo que es, sino, lo que no es. Y, por tanto, no podemos
hablar acerca de cómo es, sino de cómo no es". Y en su
famoso comentario sobre la obra de Boecio de Sancta
Trinitate, dice que hay tres maneras de conocer a Dios: 1) En
la creación. 2) En las acciones de Dios en la historia y 3) en la
forma más elevada de conocimiento de Dios tamquam:
ignotum (conocer a Dios como lo que no se conoce). La
manera más alta de hablar sobre la Trinidad es saber que uno
no sabe. Ahora, no se trata de un maestro Zen oriental
hablando. Se trata de un santo canonizado por la Iglesia
Católica Romana, del príncipe de los teólogos durante siglos.
Conocer a Dios como lo que no se conoce. En otro lugar, Santo
Tomás llegaba a decir: como lo inconocible. La realidad, Dios,
la divinidad, la verdad, el amor son inconocibles; eso quiere
decir que no se pueden ser comprendidos por la gente
discursiva. Eso solucionaría muchas preguntas que hace la
gente porque siempre vivimos con la ilusión de que sabemos.
No sabemos, no podemos saber.
Entonces, ¿Qué son las Escrituras? Son una sugerencia, una
pista, no una descripción. El fanatismo de un creyente sincero
que cree que sabe, causa más daño que los esfuerzos aunados
de doscientos bandidos. Es aterrador ver lo que los creyentes
sinceros pueden hacer porque creen que saben. ¿No sería
maravilloso que tuviéramos un mundo en el cual todos dijeran:
"No sabemos"? Caería una gran barrera. ¿No sería
maravilloso?
Un ciego de nacimiento me pregunta: ¿Qué es esa cosa que
llaman verde?" ¿Cómo se le describe el color verde a un ciego
de nacimiento? Se usan analogías. Entonces digo: "El color
verde es algo como una música suave". "Sí", le digo, "música
sosegada y suave". Otro ciego me pregunta: "¿Qué es el color
verde?" Le digo que es suave como el raso, muy sosegado y
suave al tacto. Al día siguiente me doy cuenta que los dos
ciegos están peleando a botellazos. El uno dice: "Es suave
como la música"; el otro dice: "Es suave como el raso". Y así
sigue la cosa. Ninguno de los dos sabe de qué se está
hablando, porque si lo supieran, se quedarían callados. Así es
de grave el asunto. Es peor aún, porque digamos que un día el
ciego ve, y se sienta en el jardín y mira alrededor, y usted
dice: "Bueno, ahora usted sabe cómo es el color verde". Y él le
responde: "Es verdad. lo oí un poco esta mañana".
La verdad es que usted está rodeado de Dios y no ve a Dios
porque "sabe" acerca de Dios. El obstáculo final para la visión
de Dios es el concepto que usted tiene de Dios. No encuentra
a Dios porque cree que sabe. Eso es lo terrible de la religión.
Eso es lo que los evangelios decían, que la gente religiosa
"sabía", de manera que eliminaron a Jesús. El más alto
conocimiento de Dios es conocerlo como inconocible. Se habla
demasiado de Dios; todo el mundo está cansado de oírlo. Hay
muy poca consciencia, muy poco amor, muy poca felicidad,
pero tampoco usemos esas palabras. se renuncia muy poco a
las ilusiones, a los errores, a los apegos y a la crueldad, hay
muy poca consciencia. el mundo sufre por eso, no por falta de
religión. Se supone que la religión versa sobre una falta de
consciencia, de despertar. Miren en qué hemos caído. Vengan
a mi país y véanlos matándose por las religiones. Esto lo
encontrarán ustedes en todas partes. "El que sabe, no dice; el
que dice, no sabe". Todas las revelaciones, por divinas que
sean, nunca son más que un dedo que señala la luna. Como
decimos en el Oriente: "Cuando el sabio señala la Luna, el
idiota no ve sino el dedo".
Jean Guiton, un escritor francés muy piadoso y ortodoxo,
agrega un comentario aterrador: "Con frecuencia utilizamos el
dedo para sacar los ojos". ¿No es terrible? ¡Consciencia,
consciencia, consciencia!. En la consciencia está la curación;
en la consciencia está la verdad; en la consciencia está la
salvación; en la consciencia está el amor; en la consciencia
está el despertar. Consciencia.
Necesito hablar sobre las palabras y los conceptos porque
debo explicarles por qué, cuando miramos un árbol, realmente
no vemos. Creemos que vemos, pero no vemos. Cuando
miramos a una persona, realmente no la vemos, sólo creemos
que vemos. Lo que vemos es algo que fijamos en la mente.
recibimos una impresión y nos aferramos a ella, y seguimos
mirando a la persona a través de esa impresión. Y hacemos
esto con casi todo. Si ustedes comprenden eso, comprenderán
la amabilidad y la belleza de ser conscientes de todo lo que los
rodea. Porque la realidad está ahí; "Dios", sea lo que sea, está
ahí. Todo está ahí. El pececito en el océano dice: "Perdón,
estoy buscando el océano. ¿Puede decirme dónde lo
encuentro?". Patético, ¿verdad? Si sólo abriéramos los ojos y
viéramos, entonces comprenderíamos.
PERDER LA CARRERA
Regresemos a esa maravillosa frase del Evangelio de
perdernos para encontrarnos. Se encuentra en la mayoría de
la literatura religiosa y en toda la literatura espiritual y
mística.
¿Cómo hace uno para perderse? ¿Alguna vez trató usted de
perder algo? Correcto, cuanto más esfuerzo se haga, más
difícil es. Las cosas se pierden cuando no se hace esfuerzo.
Usted pierde algo cuando no está consciente, Bien, ¿cómo
hace uno para morirse? Estamos hablando de la muerte, no
del suicidio. No nos dice que nos matemos, nos dice que
muramos. Causarnos dolor, causarnos sufrimiento sería
contraproducente. Uno nunca está tan lleno de sí mismo como
cuando tiene dolor. Nunca está tan centrado en sí mismo como
cuando está deprimido. Nunca está tan dispuesto a olvidarse
de sí mismo como cuando está feliz. La felicidad lo libera de sí
mismo.
Son el sufrimiento y el dolor y la tristeza y la depresión lo que
lo ata a uno a sí mismo. Observe cuán consciente está usted
de su muela cuando le duele. Cuando no tiene dolor de muela,
ni siquiera se da cuenta que tiene muelas, ni de que tiene
cabeza, cuando no le duele la cabeza. Pero es muy diferente
cuando tiene un terrible dolor de cabeza.
De manera que es erróneo, es falso, pensar que la manera de
liberarse de uno mismo es causarse dolor, ser abnegado,
mortificarse, como estas cosas se entendían tradicionalmente.
Negarse, morir, perderse, es comprenderse a sí mismo,
comprender su verdadera naturaleza. Cuando uno haga eso,
desaparecerá; se desvanecerá. Imagínense ustedes que
alguien llega un día a mi alcoba. Yo le digo:
- Entre. ¿Quién es usted?
Y él contesta:
- Yo soy Napoleón
Y yo le digo
- ¡No me diga que usted es...el Napoleón...!
Y él responde:
Precisamente: Bonaparte, el emperador de Francia
- ¡No me diga!- Exclamo mientras pienso: "Hay que tratar a
éste con cuidado - Siéntese, Su majestad.
- Bien, me dicen que usted es un buen director espiritual.
Tengo un problema espiritual. Estoy intranquilo, me cuesta
trabajo confiar en Dios. Mire usted: Yo tengo mis tropas en
Rusia, y por las noches no puedo dormir pensando cómo
resultará todo.
- Bien, Su Majestad - le respondo -, ciertamente podría
aconsejarle algo. Le sugiero que lea el capítulo 6 de Mateo:
"Mirad los lirios del campo... ellos no trabajan ni hilan".
En este momento me pregunto quién está más loco si ese
hombre o yo. Pero le sigo la corriente al loco. Eso es lo que
hace el gurú sabio con usted al principio. Le sigue la corriente;
toma en serio sus problemas. Le secará una o dos lágrimas.
Usted está loco, pero todavía no lo sabe. Pronto llegará el
momento en que el gurú le quite el piso y le diga: "Olvídese,
usted no es Napoleón". En esos famosos diálogos de Santa
Catalina de Siena, se dice que Dios le dijo: "Yo soy el que es; tú
eres la que no es". ¿Han sentido alguna vez su no-ser? En el
Oriente tenemos una imagen para esto. Es la imagen del
danzarín y la danza. Se ve a Dios como el danzarín y a la
creación como la danza de Dios. No es como si Dios fuera el
danzarín grande, y usted fuera el danzarín pequeño. Ah, no.
Usted no es un danzarín. Usted es la danza. ¿Alguna vez sintió
eso? De manera que cuando el hombre recupera sus
facultades mentales y se da cuenta de que no es Napoleón, no
deja de existir. Sigue existiendo, pero de pronto se da cuenta
de que es algo diferente de lo que él pensaba que era.
Perderse es darse cuenta de repente de que uno es algo
diferente de lo que pensaba que era. Usted creía que estaba
en el centro; Ahora se percibe como un satélite. Usted
pensaba que era un danzarín; ahora se siente como una
danza. Estas no son sólo analogías, imágenes, de manera que
no las tome literalmente. Apenas le dan una pista, un indicio;
son sólo señales, no lo olvide. De manera que usted no puede
pedirles demasiado. No las tome demasiado literalmente.
VALOR PERMANENTE
Pasando a otra idea, hablemos de problema de la valía
personal. La valía personal no significa el valor de uno mismo.
¿De dónde procede el valor de uno mismo? ¿Se obtiene del
éxito en el trabajo? ¿Se obtiene de tener mucho dinero? ¿Se
obtiene de atraer a muchos hombres (si usted es mujer) o a
muchas mujeres (si usted es hombre)? Cuán frágil es eso,
cuán transitorio. Cuando hablamos del valor de uno mismo,
¿no estamos hablando realmente de cómo nos reflejamos en
el espejo de la mente de los demás? Pero ¿tenemos que
depender de eso? Uno comprende su propia valía personal
cuando ya no se identifica o se define en función de esas
cosas pasajeras. No me vuelvo bello por el hecho que todos
digan que soy bello. Realmente no soy ni bello ni feo. Estas
cosas van y vienen. Mañana podría transformaren en una
criatura muy fea, pero todavía sería "yo". Entonces, digamos
que me hago cirugía plástica y otra vez vuelvo a ser hermoso.
¿El "yo" realmente se vuelve hermoso? Es necesario dedicar
mucho tiempo a reflexionar sobe estas cosas. Se las he dicho
rápidamente, pero si dedican tiempo a comprender lo que he
dicho, para profundizar en ello, tendrán una mina de oro. Lo
sé, porque cuando lo descubrí la primera vez descubrí un
verdadero tesoro.
Las experiencias placenteras hacen la vida deliciosa. Las
experiencias dolorosas llevan al crecimiento. Las experiencias
placenteras hacen la vida deliciosa, pero de por sí no llevan al
crecimiento. Lo que lleva al crecimiento son las experiencias
dolorosas. El sufrimiento señala un área en la cual uno todavía
no ha crecido, en la cual uno necesita crecer, transformarse y
cambiar. Si supieran utilizar el sufrimiento, ¡ah. cuánto
crecerían! Limitémonos por ahora al sufrimiento psicológico, a
todas esas emociones negativas que tenemos. No pierdan su
tiempo en ninguna de ellas. Ya les he dicho lo que podrían
hacer con esas emociones. La decepción que tienen ustedes
cuando las cosas no les resultan como querían, ¡obsérvenla!
Miren lo que ella dice de ustedes. lo digo sin condenar (de otra
manera quedarían atrapados en el odio hacia ustedes
mismos). Obsérvenla como la observarían en otra persona.
Observen esa decepción, esa depresión que ustedes sufren
cuando los critican. ¿Qué dice ella de ustedes?
¿Han oído hablar de aquella persona que dijo: "¿Quién dice
que la preocupación no sirve? Ciertamente ayuda. ¡Cada vez
que me preocupo por algo, no sucede!"? Bien, ciertamente le
sirvió a ella. O el otro que dijo: "La persona neurótica es la que
se preocupa por algo que no ocurrió en el pasado. No es como
nosotros, las personas normales, que nos preocupamos por las
cosas que no ocurrirán en el futuro". De eso se trata. Esa
preocupación, esa ansiedad, ¿qué le dicen a uno?
Los sentimientos negativos, todos los sentimientos negativos
son útiles para la consciencia , para la comprensión. Le dan a
uno la oportunidad de sentirlos, de observarlos desde fuera. Al
comienzo, la depresión todavía estará allí, pero usted habrá
cortado su conexión con ella. Gradualmente, comprenderá la
depresión. A medida que la comprenda, le dará con menos
frecuencia, y desaparecerá por completo. Tal vez, pero en ese
momento ya no importará gran cosa. Antes del despertar yo
solía deprimirme. Después del despertar sigo deprimido. Pero
gradual o rápidamente, o de repente, uno llega al estado del
despertar. Éste es el estado en que uno descarta sus deseos.
Pero recuerden que lo que quiero decir con deseos y anhelos.
Quiero decir: "A menos que obtenga lo que deseo, me niego a
ser feliz". Quiero decir, los casos en que la felicidad depende
de que se cumpla el deseo.
DESEO, NO PREFERENCIA
No supriman el deseo, porque entonces no tendrían vida.
Perderían energía, y eso sería terrible. En el sentido saludable
de la palabra, el deseo es energía, y cuanta más energía
tengamos, mejor. Pero no supriman el deseo, compréndanlo;
véanlo en su verdadera luz. Véanlos como lo que realmente
son. Porque si ustedes simplemente suprimen su deseo, e
intentan renunciar al objeto de su deseo, probablemente se
verán atados a él. En cambio, si lo miran y lo ven en su
verdadero valor, si comprenden que están preparando el
camino para la desdicha, la decepción y la depresión, su deseo
se transformará en lo que yo llamo una preferencia.
Cuando uno se va por la vida con preferencias pero no permite
que la felicidad dependa de ninguna de ellas, entonces está
despierto. Va avanzando hacia el despertar. Estar despierto,
felicidad - llámenlo como quieran - es el estado en el que no
hay engaño, en que uno ve las cosas no como uno es, sino
como ellas son, hasta donde esto le es posible a un ser
humano. Dejar las ilusiones, ver las cosas, ver la realidad. Es
eso lo que lo hace desdichado. Repito: usted agrega algo...
una reacción negativa en usted. La realidad proporciona el
estímulo, usted proporciona la reacción. Usted agrega algo con
su reacción. Y si examina lo que agrega, siempre hay allí una
ilusión, hay una exigencia, una expectativa, un anhelo.
Siempre. Los ejemplos de las ilusiones abundan: pero a
medida que usted comience a avanzar en este camino, las irá
descubriendo usted mismo.
Por ejemplo, la ilusión, el error de creer que cambiando el
mundo exterior usted cambiará. Usted no cambia si
sencillamente cambia su mundo exterior. Si usted consigue un
nuevo empleo o un nuevo cónyuge o un nuevo hogar o un
nuevo gurú o una nueva espiritualidad, eso no lo cambia a
usted. Es como creer que cambia la letra cambiando de
estilográfica. O que cambia la capacidad de pensar cambiando
de sombrero. eso no lo cambia realmente, pero la mayoría de
los seres humanos gastan toda su energía tratando de
reorganizar su mundo exterior de acuerdo con sus gustos. A
veces tienen éxito - durante unos cinco minutos - y obtienen
algo de alivio, pero incluso durante ese momento de alivio
están tensos, porque la vida siempre fluye, la vida siempre
cambia.
De manera que si ustedes quieren vivir, no deben tener una
morada permanente. No deben tener dónde reclinar la cabeza.
Tienen que fluir con la vida. Como dijo el gran Confucio:
"Quien quiera ser constante en la felicidad debe cambiar con
frecuencia". Fluya. Pero siempre miramos hacia atrás ¿No es
verdad? Nos aferramos a las cosas del pasado y nos aferramos
a las cosas del presente. "Cuando uno pone la mano en el
arado, no puede mirar hacia atrás". ¿Quieren disfrutar la
melodía? ¿Quieren disfrutar de una sinfonía? No se aferren a
unos pocos compases de música. No se aferren a un par de
notas. Déjenlas pasar, déjenlas fluir. Todo el goce de una
sinfonía depende de su disposición para dejar que las notas
pasen. En cambio, si a ustedes les gustara determinado
compás y le gritaran a la orquesta, "Tóquenlo varias veces",
eso ya no sería una sinfonía. ¿Conocen ustedes los cuentos de
Nasr-ed-Din, el viejo Mullah? Él es una figura legendaria que
los griegos, los turcos y los persas reclaman como propia.
Enseñaba su doctrina mística en forma de cuentos,
generalmente chistosos. Y el desenlace del cuento siempre
era Nasr-ed-Din
Un día Nasr-ed-Din estaba tocando en una guitarra solamente
una nota. Al cabo de un rato, una multitud se reunió alrededor
(era en el mercado) y uno de los hombres que estaba sentado
en el suelo dijo:
-Mullah, esa nota que está tocando es bonita, pero ¿por qué no
la varía un poco como hacen los otros músicos?
-Esos son unos tontos -dijo Nasr-ed-Din-. Ellos están buscando
la nota correcta. Yo ya la encontré.
AFERRARSE A LA ILUSIÓN
Cuando usted se aferra a algo, la vida se destruye; cuando
usted se sujeta a algo, usted deja de vivir. Eso está en todas
las páginas del evangelio. Compréndalo. Comprenda también
otra ilusión, que la felicidad no es lo mismo que la excitación,
no es lo mismo que las emociones. eso es otra ilusión, que una
emoción proviene de un deseo cumplido. El deseo produce
ansiedad, y, tarde o temprano producirá una resaca. Cuando
usted haya sufrido lo suficiente, entonces estará listo para
verlo. usted se está alimentando de emociones. Es como
alimentar un caballo de carreras con golosinas; darle tortas y
vino. Un caballo de carreras ni se alimenta sí. Es como
alimentar a los seres humanos con una droga. Usted necesita
alimento y bebida buenos, sólidos, nutritivos. Es necesario que
usted comprenda todo esto.
Otra ilusión es que otra persona puede hacer esto por usted,
que algún salvador o gurú o maestro puede hacer esto por
usted. Ni siquiera el más grande gurú del mundo puede dar un
solo paso por usted. Usted mismo tiene que darlo. San Agustín
lo dijo maravillosamente: "El mismo Jesucristo no podía hacer
nada por muchos de sus oyentes". O repitiendo ese hermoso
proverbio árabe: "La naturaleza de la lluvia es la misma y sin
embargo produce espinas en el pantano y flores en el jardín".
Usted tiene que hacerlo. Nadie más puede ayudarle. Es usted
quien tiene que digerir su alimento, usted tiene que
comprender. Nadie más puede comprender por usted. Usted
tiene que buscar. Nadie puede buscar por usted. Y si lo que
busca es la verdad, entonces usted tiene que hacerlo. No
puede apoyarse en nadie.
Hay otra ilusión: que es importante ser respetable, ser amado
y apreciado, ser importante. Muchos dicen que tenemos una
necesidad de ser amados, apreciados, de pertenecer. Eso es
falso. Descarte esta ilusión y será feliz. Tenemos una
necesidad natural de ser libres, una necesidad natural de
amar, pero no de ser amados. A veces, en mis sesiones de
sicoterapia encuentro un problema común: Nadie me ama;
¿entonces cómo puedo ser feliz? Le explico a la persona:
¿Quiere decir que nunca tiene momentos en que usted se
olvide que no es amado, y se deje ir, y sea feliz?" Por supuesto
que los tiene.
Por ejemplo, una mujer está embebida en una película. Es una
comedia, y ella está riéndose a mandíbula batiente, y en ese
bendito momento olvida recordar que alguien la ama, nadie la
ama, nadie la ama. ¡Está feliz! Entonces sale del teatro, y la
amiga con que había ido a ver la película se va con un novio y
queda sola. Entonces empieza a pensar: "Todas mis amigas
tienen novio y yo no. Soy tan infeliz. ¡Nadie me ama!".
En la India, muchos de los pobres están empezando a
conseguir radios de transistores que son un lujo. "Todo el
mundo tiene un transistor", se oye decir, "Pero yo no tengo un
transistor; soy tan infeliz". Hasta que todo el mundo empezó a
conseguir transistores, eran perfectamente felices sin tener
uno. Así le pasa a usted. Hasta que alguien le dijo que no sería
feliz a menos que fuera amado, usted estaba perfectamente
feliz. Usted puede ser feliz sin ser amado, sin ser deseado o
atractivo. Usted es feliz en el contacto con la realidad. Eso es
lo que trae la felicidad, un contacto con la realidad a cada
momento. Allí es en donde encontrará a Dios; allí es en donde
encontrará la felicidad. Pero la mayoría de la gente no está
preparada para oír eso.
Otra ilusión es que los acontecimientos externos tienen poder
para lastimarlo a uno, que otras personas tienen poder para
lastimarlo. No, no lo tienen. Usted es el que les da ese poder.
Otra ilusión Usted es todos esos rótulos que la gente le ha
dado, o que usted mismo se ha dado. ¡Usted no es eso, no es
eso! De manera que no tiene por qué aferrarse a ellos. El día
que alguien diga que soy un genio y lo tome en serio tendré
problemas. ¿Pueden comprender por qué? Porque ahora
empezaré a ponerme tenso. Tengo que cumplir las
expectativas, tengo que mantenerlo. Tengo que averiguar
después de cada conferencia: ¿le gustó la conferencia?
¿Todavía cree que soy un genio? ¿Ve? ¡De manera que lo que
usted necesita es romper el rótulo. ¡Rómpalo, y será libre! No
se identifique con esos rótulos. Eso es lo que la otra persona
piensa. Así fue como ella lo vio en ese momento. ¿Es usted de
verdad un genio? ¿Es usted loco? ¿es usted un místico? ¿Está
chiflado? ¿Qué importa en realidad? siempre y cuando usted
siga siendo consciente, viviendo la vida en cada momento.
Qué maravillosamente se describe eso en aquellas palabras
del evangelio: "Mirad las aves del cielo: ellas no siembran ni
cosechan ni almacenan en graneros... mirad los lirios del
campo... ni se afanan ni hilan". Así habla el verdadero místico,
la persona que despertó.
¿Entonces está angustiado? ¿Puede usted con todas sus
angustias agregar un solo día a su vida? ¿Por qué preocuparse
por el mañana? Métase en el hoy. Alguien dijo: "La vida es algo
que sucede mientras estamos ocupados haciendo otros
planes". Eso es patético. viva el momento presente. Ésta es
una de las cosas que usted notará que le sucede a medida
que despierta. Se encontrará viviendo en el presente,
gustando de cada momento a medida que lo vive. Otro buen
signo es cuando usted oye una sinfonía, unas notas después
de las otras, sin intentar detenerla.
ABRAZARSE A LOS RECUERDOS
Eso me lleva a otro tema, a otro tópico. Pero este nuevo tema
se relaciona mucho con lo que he venido diciendo y con mi
indicación de ser consciente de todas las cosas que le
agregamos a la realidad. Miremos esto paso a paso.
El otro día un Jesuita me contó que hace varios años estaba
dando una charla en Nueva York, en donde los puertorriqueños
eran muy impopulares en ese momento debido a algún
incidente. Todo el mundo decía toda suerte de cosas contra
ellos. de manera que en la charla dijo: "Voy a leerles algunas
de las cosas que la gente de Nueva York dijo sobre ciertos
inmigrantes". Lo que les leyó fue realmente lo que la gente
había dicho sobre los irlandeses, y sobre los musulmanes, y
sobre todas las otras olas de inmigrantes que habían llegado a
Nueva York años antes. Él lo dijo muy bien: Estas personas no
traen la delincuencia con ellos; se convierten en delincuentes
cuando se enfrentan con ciertas condiciones aquí. Debemos
comprenderlos. Si ustedes quieren solucionar la situación es
inútil que reaccionen con prejuicio. Ustedes tienen que
comprender, no condenar". Así es como se logra el cambio en
uno mismo. No condenando, no insultándose a sí mismo, sino
comprendiendo lo que está sucediendo. No llamándose a si
mismo un suco pecador. ¡No, no, no, no!
Para obtener consciencia usted tiene que ver, y no puede ver
si tiene prejuicios. Miramos con prejuicio casi todas las cosas y
a casi todas las personas. es casi suficiente para desanimar a
cualquiera.
Es como encontrarse con un viejo amigo a quien no veía hace
mucho tiempo. "Hola Tom", le digo, "Qué bueno verte" y le doy
un gran abrazo. ¿A quién estoy abrazando, a Tom o al recuerdo
que tengo de él? ¿Un ser humano vivo, o un cadáver? Estoy
suponiendo que todavía es el muchacho interesante que yo
creía que era. estoy suponiendo que todavía responde a la
idea que tengo de él con mis recuerdos y asociaciones. De
manera que le doy un gran abrazo. Cinco minutos después me
doy cuenta que él ha cambiado y ya no me interesa. Abracé a
la persona que no era.
Si quieren saber cuán valedero es esto, escuchen: Una
religiosa de la India va a hacer un retiro. Todo el mundo en la
comunidad dice: "Ah, ya lo sabemos, eso es parte de su
carisma; ella siempre va a seminarios y a retiros: nunca la
cambiará nada". Bueno, sucede que esta hermana sí cambia
en este seminario, o grupo de terapia, o lo que sea. Ella
cambia; todo el mundo se da cuenta de la diferencia. Todo el
mundo dice: "Realmente has comprendido muchas cosas". Es
verdad, y ellos pueden ver la diferencia en su
comportamiento, en su cuerpo, en su rostro. Siempre se nota
cuando hay un cambio interior. Siempre se ve en el rostro, en
los ojos, en el cuerpo. Bien, la hermana regresa a su
comunidad, y como la comunidad tiene un prejuicio, un idea
fija sobre ella, van a seguir mirándola con los ojos del prejuicio.
Ellas son las únicas que no ven en ella ningún cambio. Dicen:
"Si, parece estar más animada, pero esperen: se volverá a
deprimir". Y en unas pocas semanas, se deprime de nuevo;
ella está reaccionando a la reacción de las otras. Y todas
dicen: "¿Ven? Ya lo habíamos dicho: no ha cambiado". Lo
trágico es que sí había cambiado, pero ellas no lo veían. La
percepción tiene consecuencias devastadoras en los asuntos
del amor y de las relaciones humanas.
Cualquiera que sea una relación, ciertamente implica dos
cosas: claridad de percepción (tanta cuanta sea nuestra
capacidad de ella; algunas personas discutirían hasta dónde
podemos lograr claridad de percepción, pero no creo que
nadie discuta que es deseable aproximarnos a ella) y precisión
en la respuesta. Es más probable que uno responda con
precisión cuando percibe con claridad. Cuando su percepción
está distorsionada, no es probable que responda con precisión.
¿Cómo puede uno amar a alguien a quien ni siquiera ve?.
¿Usted ve realmente a alguien a quien está ligado?
¿Realmente ve a alguien a quien teme y que, por lo tanto, no
le gusta? Siempre odiamos aquello que tememos.
"El temor del señor es el comienzo de la sabiduría", me dice a
veces la gente. Pero espere un momento. Espero que
comprendan lo que están diciendo, porque siempre odiamos
aquello que tememos. Siempre queremos librarnos de lo que
tememos, destruir y evitar lo que tememos. Cuando usted
teme a alguien, a usted no le gusta esa persona. Usted
detesta a esa persona, tanto cuanto la teme. Y usted tampoco
ve a esa persona porque las emociones interfieren. Bien, eso
también es cierto cuando alguien le resulta atractivo. Cuando
llega el verdadero amor, ya no le gustan o le disgustan las
personas en el sentido ordinario de la palabra. Usted las ve
con claridad y responde con precisión. Pero en ese nivel
humano, sus gustos y sus antipatías y sus preferencias y sus
atracciones, etc., siguen interfiriendo. De manera que debe
ser consciente de sus prejuicios, sus gustos, sus antipatías, sus
atracciones. Todos ellos están presentes, provienen de su
condicionamiento. ¿Por qué a usted le gustan cosas que a mí
me disgustan? Porque su cultura es diferente a la mía. Si yo le
diera a usted algunas de las cosas de comer que a mí me
gustan, usted se apartaría con asco.
En algunas partes de la India, a la gente le gusta la carne de
perro. Pero otras personas, si les dijeran que les están dando
filete de perro, enfermarían. ¿Por qué? Condicionamientos
diferentes, programaciones diferentes. Los Hindúes
enfermarían si supieran que habían comido carne de res, pero
a los americanos les encanta. Ustedes preguntan: "Pero ¿por
qué no comen carne de res?" Por las mismas razones por las
cuales ustedes no se comerían a su perro. La misma razón.
Para el campesino hindú la vaca es lo que para usted es un
perro. No se la quiere comer. Hay un prejuicio cultural que
salva a ese animal que se necesita para la agricultura, etc.
Entonces, realmente, ¿por qué me enamoro de una persona?
¿Por qué me enamoro de una clase de persona y no de otra?
Porque estoy condicionado. Subconscientemente, tengo la
imagen de que esa clase particular de persona me gusta, me
atrae. De modo que cuando me encuentro con esa persona,
me enamoro totalmente. ¿Pero la he visto? ¡No! La veré
después de casarme con ella; es entonces cuando llega el
despertar. Y es entonces cuando puede empezar el amor. Pero
enamorarse no tiene nada que ver con el amor. No es amor; es
deseo, ardiente deseo. Usted quiere, con todo su corazón que
esta criatura adorable le diga que usted la atrae. Eso le da una
gran sensación. Mientras tanto, todo el mundo dirá: ¿Qué
diablos será lo que le ve? pero es su condicionamiento -usted
no ve. Dicen que el amor es ciego. Créanme, no hay nada que
tenga una visión tan clara como el verdadero amor, nada. Es
lo que puede ver mas claramente el mundo. Las adicciones
son ciegas, los apegos son ciegos. El aferramiento, el anhelo y
el deseo son ciegos. Pero no el verdadero amor. Pero, por
supuesto, la palabra ha sido degradada en la mayoría de las
lenguas modernas. La gente habla de hacer el amor y
enamorarse. Como el niño que le dice a la niña:
-¿Alguna vez has sentido amor?
Y ella le contesta;
- No, pero he sentido gusto.
Entonces ¿de qué habla la gente cuando se enamora? Lo
primero que necesitamos es claridad de percepción. Una de
las razones por las cuales no percibimos claramente a la gente
es evidente: nuestras emociones interfieren, nuestros
condicionamientos interfieren, nuestros gustos y nuestras
aversiones interfieren. Tenemos que enfrentar este hecho.
Pero tenemos que enfrentar algo mucho mas fundamental:
nuestras ideas, nuestras conclusiones, nuestros conceptos.
Creámoslo o no, todo concepto diseñado para ayudarnos a
ponernos en contacto con la realidad acaba interfiriendo ese
contacto con la realidad, porque, tarde o temprano, nos
olvidamos de que las palabras no son la cosa. El concepto no
es lo mismo que la realidad. Son diferentes. Por eso les dije
antes que la última barrera para encontrar a Dios es la palabra
"DIOS" y el concepto de Dios. Ello interfiere si no se tiene
cuidado. Debiera ser una ayuda; puede ser una ayuda pero
también puede ser un obstáculo.
SEAMOS CONCRETOS
Cada vez que tengo un concepto, es algo que podría aplicarse
a varios individuos. No nos referimos a un nombre concreto,
particular, como María o Juan, los cuales no tienen un
significado conceptual. Un concepto se aplica a numerosos
individuos, a incontables individuos. Los conceptos son
universales. Por ejemplo la palabra "hoja" podría aplicarse a
cada una de las hojas de un árbol; la misma palabra se aplica
a todas esas hojas individuales. Además, la misma palabra se
aplica a todas las hojas de todos los árboles, las grandes, las
pequeñas, las tiernas, las secas, las amarillas, las verdes, a las
hojas de plátano. De manera que si yo le digo que esta
mañana vi una hoja, usted no tiene idea realmente de lo que
vi.
Veamos si ustedes pueden comprender eso. Ustedes sí tienen
una idea de lo que no vi. No vi un animal, no vi un perro. No vi
a un ser humano. No vi un zapato. De manera que ustedes
tienen una idea vaga de lo que vi, pero no es particular, no es
concreta. "Seres humanos" no se refiere al hombre primitivo,
ni al hombre civilizado, ni a un hombre adulto, ni a un niño, ni
a un hombre o a una mujer, ni a esta edad particular ni
aquella, ni a esta cultura o a la otra, sino al concepto. El ser
humano se encuentra concreto; ustedes nunca encuentran un
ser humano universal como el concepto que ustedes tienen.
De manera que el concepto señala, pero nunca es
enteramente preciso; le falta la unicidad, la concreción. El
concepto es universal.
Cuando les doy un concepto, les doy algo, y, sin embargo, qué
poco les he dado. el concepto es tan valioso, tan útil para la
ciencia. Por ejemplo, si digo que aquí todos somos seres
animales, eso sería perfectamente preciso desde un punto de
vista científico. Pero somos algo más que animales. Si digo que
María Juan es un animal, eso es verdad; pero como omití algo
esencial sobre ella, es falso; eso es una injusticia. Cuando digo
que una persona es mujer, eso es verdad; pero hay muchas
cosas en esa persona que no se ajustan al concepto de
"mujer". Ella siempre es esta mujer particular, concreta, única,
de quien se puede tener una experiencia, pero no un
concepto. A la persona concreta la debo ver yo mismo, tengo
que experimentarla yo mismo, intuirla yo mismo. Se puede
intuir el individuo pero no conceptualizarlo.
Una persona está más allá de la mente pensante.
Probablemente muchos de ustedes se sienten orgullosos de
que los llamen Americanos, así como muchos hindúes se
sienten orgullosos de que los llamen hindúes. ¿Pero qué es
"americano", qué es "hindú"? es un convencionalismo, no es
parte de su naturaleza. No se tiene sino un rótulo. Realmente
uno no conoce a la persona. El concepto siempre falla u omite
algo muy importante, algo precioso que sólo se encuentra en
la realidad, la cual es unicidad concreta. El gran Krishnamurti
lo dijo muy bien: "El día que usted enseñe a un niño el nombre
de un pájaro, el niño nunca volverá a ver ese pájaro". ¡Qué
verdadero! La primera vez que el niño ve ese objeto blando,
vivo, que se mueve, usted le dice: "Gorrión". Mañana, cuando
el niño vea otro objeto blando que se mueve, similar al
primero dice: "Gorriones. He visto gorriones. Me aburren los
gorriones".
Si usted no mira las cosas a través de sus conceptos, nunca se
aburrirá. Cada cosa es única. Cada gorrión es diferente de los
demás gorriones, a pesar de las similitudes. es de gran ayuda
tener similitudes porque podemos abstraer, porque podemos
tener un concepto. Eso es de gran ayuda, desde el punto de
vista de la comunicación, la educación, la ciencia. Pero
también es muy engañoso y un gran obstáculo para ver ese
individuo concreto. Si usted sólo tiene experiencia de su
concepto, no tiene experiencia de la realidad, porque la
realidad es concreta. El concepto es una ayuda, para llevarlo a
usted a la realidad, pero cuando llegue, tiene que intuirla o
experimentarla directamente.
Una segunda cualidad de un concepto es que no es estático, y
la realidad fluye. Utilizamos el mismo nombre para las
Cataratas del Niágara, pero esa masa de agua cambia
constantemente. tenemos la palabra "Río", pero allí el agua
fluye constantemente. Tenemos una palabra para el "cuerpo"
de usted, pero las células de su cuerpo se están renovando
constantemente. Supongamos, por ejemplo, que hace mucho
viento y que yo quiero que la gente de mi país tenga una idea
de lo que es una borrasca o un huracán americano. De
manera que lo capturo en una caja de cigarros, y regreso a mi
país y digo: "Miren esto". Naturalmente, ya no es una
borrasca, ¿verdad? Una vez ha sido capturada. O si quiero que
ustedes sientan lo que es el movimiento de un río y se lo
traigo en un balde. En el momento en que lo pongo en el
balde, deja de fluir. en el momento en el que se ponen las
cosas en un concepto dejan de fluir; se vuelven estáticas,
muertas. Una ola congelada no es una ola. Una ola es
esencialmente movimiento, acción; cuando usted la congela,
ya no es una ola. Los conceptos siempre están congelados. La
realidad fluye.
Finalmente, si hemos de creerles a los místicos (y no se
requiere mucho esfuerzo para comprender esto, o incluso para
creerlo, pero nadie puede verlo de inmediato), la realidad es
una totalidad, pero las palabras y los conceptos la fragmentan
. Por eso es tan difícil traducir de un idioma a otro, porque
cada idioma fragmenta la realidad de una manera diferente.
Es imposible traducir la palabra inglesa "home" al francés o al
español. La palabra española "casa" no es exactamente
"home"; "home" tiene asociaciones que son específicas del
idioma inglés. Todos los idiomas tienen palabras y expresiones
que no se pueden traducir, porque fragmentamos la realidad y
agregamos o quitamos algo, y el uso hace cambiar
continuamente. La realidad es una totalidad, y nosotros la
fragmentamos para formar conceptos y utilizamos palabras
para indicar diferentes partes. Si usted nunca hubiera visto un
animal, por ejemplo, y un día encontrara una cola -sólo una
cola- y alguien le dijera: "Esto es una cola" ¿tendría usted idea
de qué era ésta si no tuviera idea de lo que es un animal?.
Las ideas generalmente fragmentan la visión, la intuición, o la
experiencia de la realidad como totalidad. esto es lo que los
místicos nos dicen continuamente. Las palabras no pueden
darle a uno la realidad. solamente señalan, solamente indican.
uno las utiliza como indicadores para llegar a la realidad. Pero
una vez uno llega, sus conceptos son inútiles. Un sacerdote
hindú tuvo una vez una disputa con un filósofo que decía que
la última barrera para llegar a Dios, era la palabra "Dios", el
concepto de Dios. El sacerdote se escandalizó con esto, pero el
filósofo le dijo: "El asno en que usted monta y que utiliza para
ir a una casa no es el medio por el cual usted entra en la casa.
Usted utiliza el concepto para llegar; entonces se apea y va
mas allá". No hay necesidad de ser un místico para
comprender que la realidad es algo que no puede captarse
con las palabras y los conceptos. Para conocer la realidad uno
tiene que conocer más allá de todo concepto.
¿Esas palabras les recuerdan a ustedes algo? Los que
conozcan La nube del no saber reconocerán la expresión. Los
poetas, pintores, místicos y los grandes filósofos intuyen esta
verdad. Supongamos que un día estoy mirando un árbol.
Hasta ahora, cada vez que veía un árbol, decía: "Bueno, eso es
un árbol". Pero hoy cuando miro el árbol, no veo un árbol. Al
menos no lo veo como estoy acostumbrado a ver. Veo algo con
la frescura de visión de un niño. No tengo para ello una
palabra. Veo algo único, completo, que fluye, no fragmentado.
Y me asombro. Si usted me preguntara: "Qué vio?" ¿qué cree
que le respondería? no tengo palabras para hacerlo. No hay
palabras para la realidad. Porque apenas le pongo una
palabra, estamos de nuevo en los conceptos.
Y si no puedo expresar esta realidad que es visible para los
sentidos, ¿Cómo expresar lo que no puede verse con los ojos u
oírse con los oídos? ¿Cómo encontrar una palabra para la
realidad de Dios? ¿Están ustedes comenzando a comprender
lo que dijeron Tomás de Aquino, Agustín, y todos los demás y
lo que la iglesia enseña constantemente cuando dice que Dios
es un misterio, que es incomprensible para la mente humana?.
Una de las últimas cartas del gran Karl Rahner se la escribió a
un joven drogadicto alemán que le había pedido ayuda. El
drogadicto le había dicho: "Ustedes los teólogos hablan sobre
Dios, pero ¿Cómo podría ese Dios tener relación con mi vida?
¿cómo podría este Dios liberarme de las drogas?" Rahner le
dijo: "Debo confesarle con toda honestidad que, para mí, Dios
es y siempre ha sido un misterio absoluto. No comprendo lo
que Dios es; nadie puede comprenderlo. Tenemos indicios,
vislumbres; hacemos esfuerzos vacilantes, inadecuados, para
expresar el misterio en palabras. Pero no hay una palabra, no
hay una frase para el misterio". Y hablando a un grupo de
teólogos en Londres, Rahner dijo: "La tarea del teólogo es
explicarlo todo a través de Dios, y explicar a Dios como
inexplicable". Misterio inexplicable. no sabemos, no podemos
decir. Decimos, "Ah, ah...".
Las palabras son indicadores, no son descripciones.
Trágicamente, la gente cae en la idolatría porque cree que en
lo referente a Dios, la palabra es la cosa. ¿Cómo puede alguien
ser tan loco? ¿Puede usted todavía ser más loco? Incluso en lo
referente a los seres humanos , o a los árboles y las hojas y a
los animales, la palabra no es la cosa. ¿Y usted diría que, en lo
referente a Dios, la palabra es la cosa? ¿Cómo puede decir
semejante cosa? Un experto en las escrituras
internacionalmente famoso asistió a un curso en San
Francisco, y me dijo: "¡Dios mío, después de escucharlo a
usted, comprendí que he sido un idólatra toda la mi vida!" Lo
dijo abiertamente: "Nunca caí en la cuenta de que era un
idólatra. Mi ídolo no era de madera o metal; era un ídolo
mental". Éstos son los idólatras más peligrosos. Utilizan una
sustancia muy sutil, la mente, para hacer su Dios.
Los estoy llevando a ustedes a lo siguiente: La consciencia de
la realidad que los rodea. Consciencia significa observar,
observar lo que sucede dentro de ustedes y alrededor de
ustedes. "Lo que sucede" es bastante adecuado: Los árboles,
el césped, las flores, los animales, las rocas, toda la realidad se
mueve. Uno lo observa, uno lo ve. Cuán esencial es para el ser
humano no observarse solamente a sí mismo, sino observar la
realidad. ¿Ustedes son prisioneros de sus conceptos? ¿Quieren
liberarse de la prisión? Entonces miren; observen; dediquen
horas enteras a observar. ¿Observar qué? Cualquier cosa. Los
rostros de la gente, las formas de los árboles, un pájaro que
vuela, un montón de piedras, observen el crecimiento del
césped. pónganse en contacto con las cosas, mírenlas.
entonces podrán tener la esperanza de liberarse de esos
patrones rígidos que todos nos hemos formado, de lo que nos
han impuesto nuestros pensamientos y nuestras palabras.
Tendremos la esperanza de ver. ¿Qué veremos? Eso que
decidimos llamar realidad, lo que está más allá de las palabras
y los conceptos. esto es un ejercicio espiritual - relacionado
con la espiritualidad-{ relacionado con el hecho de liberarse
de su jaula, de su prisión de conceptos y palabras.
Qué triste si pasamos por la vida sin verla nunca con los ojos
de un niño. Esto no quiere decir que debamos descartar
totalmente todos los conceptos; son muy preciosos. Aunque
empezamos sin ellos, los conceptos tienen una función muy
positiva. Gracias a ellos desarrollamos nuestra inteligencia.
Nos invitan, no a convertirnos en niños, sino a ser como niños.
Tenemos que perder el estado de inocencia y ser arrojados del
paraíso; tenemos que desarrollar un "yo" y un "mi" por medio
de esos conceptos. pero tenemos que regresar al paraíso.
Necesitamos ser redimidos de nuevo. Necesitamos descartar
al hombre viejo, la naturaleza vieja, el ego condicionado, y
regresar al estado del niño, pero sin ser un niño. Cuando
comenzamos en la vida, miramos la realidad con asombro,
pero no es el asombro inteligente de los místicos; es el
asombro informe del niño. El asombro muere y lo reemplaza el
aburrimiento, a medida que desarrollamos el lenguaje y las
palabras y los conceptos. entonces podremos tener la
esperanza, si somos afortunados, de regresar al asombro.
SIN PODER ENCONTRAR LAS PALABRAS
Dag Hammarskjöld, ex secretario general de las Naciones
Unidas, lo dijo bellamente: "Dios no muere el día que dejamos
de creer en una deidad personal. Pero nosotros morimos el día
que nuestra vida deje de estar iluminada por el firme
resplandor del asombro diariamente renovado, cuya fuente
está más allá de toda razón". No tenemos por qué discutir por
una palabra, porque "Dios" es sólo una palabra, un concepto.
Nunca discutimos por la realidad; sólo discutimos sobre las
opiniones, los conceptos, los juicios. Abandonen sus
conceptos, abandonen sus opiniones, abandonen sus
prejuicios, abandonen sus juicios y lo verán.
"Quia de deo scire non possumus quid sit, sed quid non sit,
non possumus considerare de deo, quomodo sit sed quomodo
non sit". Ésta es la introducción de Santo Tomás de Aquino a
su summa theológica; "Como no podemos conocer lo que Dios
es, sino lo que Dios no es, no podemos considerar cómo es
Dios sino sólo cómo no es". Ya mencione el comentario de
Tomás al libro de Boecio de Sancta Trinitate, en donde dice
que el más alto grado de conocimiento de Dios es conocer a
Dios como el desconocido. tamquan ignoyum. Y en su Questio
Disputata de Pontetia Dei, Tomás dice: "Esto es lo máximo en
el conocimiento humano de Dios - Saber que no conocemos a
Dios". A este caballero lo consideraban el príncipe de los
teólogos. era un místico, y hoy es un santo canonizado.
estamos sobre terreno bastante firme.
En la India tenemos un dicho sánscrito para este tipo de cosa:
"Neti, neti". Significa: "No es eso, no es eso". El método de
Tomás se llamaba el de la vía negativa, el camino negativo.
C.S. Lewis escribió un diario mientras su esposa estaba
agonizando. Se llama Un dolor observado. Él se había casado
con una mujer norteamericana a quien quería
entrañablemente. Les dijo a sus amigos: "Dios me dio a los
sesenta años lo que me negó a los veinte". Hacía muy poco
que se habían casado cuando ella se murió dolorosamente de
cáncer. Lewis dijo que toda su fe se había derrumbado, como
un castillo de naipes. Él era el gran apologista cristiano, pero
cuando el desastre lo golpeó, se preguntó: "¿Es Dios el padre
amante o el gran vivisector?" ¡Hay una amplia evidencia para
ambas posibilidades!. Recuerdo que cuando mi madre
enfermó de cáncer, mi hermana me preguntó:
- Tony ¿Por qué permitió Dios que esto le sucediera a mamá?
Le dije:
- Querida, el año pasado se murieron de hambre un millón de
personas en la China debido a la sequía y tú nunca te
inquietaste.
A veces lo mejor que puede sucedernos es despertar a la
realidad, que nos golpee la calamidad, porque entonces
llegamos a la fe, como llegó C.S. Lewis. Él dijo que antes no
había tenido dudas sobre la supervivencia de las personas
después de la muerte, pero que cuando su esposa murió ya no
estuvo seguro. ¿Por qué? Porque era sumamente importante
para él que ella siguiera viviendo. Como ustedes saben, C.S.
Lewis es el maestro de las comparaciones y las analogías. Él
dice: "Es como una cuerda. Alguien le pregunta a uno:
-¿Esta cuerda resistirá el peso de sesenta y cinco kilos?
Uno responde:
- Sí.
- Bien, vamos a bajar a su mejor amigo con esta cuerda.
Entonces uno dice:
- Espéreme un momento, déjeme probar la cuerda de nuevo.
Ahora ya no está tan seguro".
Lewis también dijo en su diario que no podemos saber nada
sobre Dios y que incluso nuestras preguntas sobre Dios son
absurdas. ¿Por qué? es como si una persona ciega de
nacimiento le preguntara a uno: "¿ El color verde es caliente o
frío?" Neti, neti, no es eso. "¿Es largo o corto?" No es eso. "¿Es
dulce o es ácido?" No es eso. ¿Es redondo o cuadrado? No es
eso, no es eso. el ciego no tiene palabras, no tiene conceptos,
para un color del cual no tiene idea, no tiene intuición, no
tiene experiencia. Usted sólo le puede hablar valiéndose de
analogías. Pregunte lo que pregunte, usted sólo le puede
decir: "No es eso". C.S. Lewis dice en alguna parte que es
como preguntar cuántos minutos hay en el color amarillo. Todo
el mundo podría tomar la pregunta muy en serio, discutirla,
disputar sobre ella. Una persona sugiere que hay veinticinco
zanahorias en el color amarillo, la otra persona dice: "No,
diecisiete papas". Y de pronto están peleando. no es eso, no es
eso.
Esto es lo máximo en nuestro humano conocimiento de Dios:
Saber que no sabemos. nuestra gran tragedia es que sabemos
demasiado. Creemos que sabemos, ésa es nuestra tragedia;
por eso nunca descubrimos. De hecho, Tomás de Aquino (él no
es solamente un teólogo sino un gran filósofo) dice en
repetidas ocasiones: "Todos los esfuerzos de la mente humana
no pueden agotar la esencia de una mosca".
EL CONDICIONAMIENTO CULTURAL
Algo más sobre las palabras: Les dije antes que las palabras
son limitadas. Les voy a decir otra cosa. Hay palabras que no
corresponden a nada. Por ejemplo yo soy hindú. Ahora
supongamos que soy prisionero de guerra en el Pakistán, y
que me dicen: "Bueno, hoy lo vamos a llevar a la frontera, y
miro y pienso: "Ah, mi país, mi hermoso país. Veo aldeas y
árboles y colinas. Ésta es mi tierra, mi tierra natal". Al cabo de
un rato, uno de los guardias dice: "Perdone, nos equivocamos.
Tenemos que recorrer otros veinte kilómetros". ¿A qué estaba
yo reaccionando? A nada. Estaba fijándome en una palabra:
India. Pero los árboles son la india, los árboles son árboles. en
realidad, no hay fronteras ni límites; los puso allí la mente
humana; generalmente los fijaron políticos avaros y estúpidos.
En una época, mi país fue uno; ahora son cuatro. Si no nos
cuidamos, podría llegar a seis. entonces tendríamos seis
banderas, seis ejércitos. Por eso ustedes nunca me verán
saludar una bandera. Yo detesto todas las banderas nacionales
porque son ídolos. ¿Qué estamos saludando? Yo saludo a la
humanidad, no una bandera con un ejército a su alrededor.
Las banderas están en la mente de las personas. en todo caso,
hay miles de palabras en nuestro vocabulario que no
corresponden a la realidad. ¡Pero cómo nos emocionan!
Entonces empezamos a ver cosas que no están allí. Realmente
vemos montañas indias cuando ellas no existen, y realmente
vemos gente hindú, que tampoco existe. Su condicionamiento
hindú existe. Pero eso no es una cosa para regocijarse. En
estos días, en los países del tercer mundo, hablamos mucho
de la "inculturación". ¿Qué es eso que llamamos cultura? la
palabra no me hace muy feliz. ¿Qué quiere decir que a usted
le gusta hacer algo porque lo condicionaron para que lo
hiciera? ¿Que le gustaría sentir algo porque lo condicionaron
para que lo sintiera? ¿No es eso ser mecánico? Imagínense un
bebé estadounidense que es adoptado por una pareja rusa y
es llevado a Rusia. No tiene idea de que es estadounidense de
nacimiento. Crece hablando ruso; vive y muere por la madre
Rusia; odia a los estadounidenses. el niño tiene el sello de su
propia cultura; está familiarizado con su propia literatura. Mira
el mundo a través de los ojos de su cultura. Ahora, si ustedes
quieren mostrar su cultura de la misma manera como
muestran sus vestidos, está bien. La mujer hindú usaría un
sari y la mujer estadounidense usaría otra cosa, y la mujer
japonesa usaría su kimono. Aunque nadie se identifica con sus
vestidos, ustedes si quieren usar su cultura. están orgullosos
de su cultura. Les enseñan a estar orgullosos de ella .
Permítanme decirlo tan enérgicamente como pueda. Un
jesuita amigo mío me dijo: "Cuando veo a un mendigo o a un
pobre, no puedo no darle una limosna. Eso me lo enseñó mi
madre". Su madre le daba una comida a cualquier pobre que
pasara. Yo le dije: Joe, lo que tú tienes no es una virtud; lo que
tienes es una compulsión, una buena compulsión desde el
punto de vista del mendigo, pero de todas maneras es una
compulsión".
Recuerdo otro jesuita que nos dijo una vez en una reunión
íntima de nuestra provincia jesuita en Bombay: "Yo tengo
ochenta años; he sido jesuita durante setenta y cinco años.
Nunca he dejado de hacer mi hora de meditación - nunca".
Bueno, eso podría ser muy admirable, o también podría ser
una compulsión. No hay gran mérito si es algo mecánico. La
belleza de una acción viene, no de que se haya convertido en
un hábito sino de su sensibilidad, su consciencia, su claridad
de percepción, y su claridad de respuesta. Puedo decirle sí a
un mendigo y no a otro. No estoy obligado por ningún
condicionamiento o programación de mis experiencias
pasadas o de mi cultura. Nadie me ha sellado con algo, o si lo
han hecho, ya no reacciono basándome en ello. si usted
hubiera tenido una mala experiencia con un estadounidense o
si lo hubiera mordido un perro, o si hubiera tenido una mala
experiencia con cierto tipo de alimento, sentiría la influencia
de esa experiencia durante el resto de su vida. ¡Y eso está
mal! usted necesita liberarse de eso. No conserve las
expectativas del pasado. En realidad, tampoco conserve las
buenas experiencias del pasado. Aprenda lo que significa
experimentar algo plenamente, después descártelo y pase al
momento siguiente, sin influencias del anterior. Tendría tan
poco equipaje que podría pasar por el ojo de una aguja. Sabría
lo que es la vida eterna porque la vida eterna es ahora, es el
ahora sin tiempo. Solamente así entrará en la vida eterna.
Pero cuantas cosas llevamos con nosotros. Nunca
emprenderemos la tarea de liberarnos, de dejar el equipaje,
de ser nosotros mismos.
Siento decir que en todas partes encuentro musulmanes que
utilizan su religión, su culto y su Corán para distraerse de esa
tarea. Y lo mismo puede decirse de los hindúes y de los
cristianos.
¿Puede usted imaginarse al ser humano que ya no está
influenciado por las palabras? usted puede decirle cualquier
cantidad de palabras, y él todavía será ecuánime con usted.
Usted puede decir: "Yo soy el Cardenal- Arzobispo Fulano de
Tal", pero él seguirá siendo ecuánime; lo vera a usted como es.
No está influenciado por el rótulo.
LA REALIDAD FILTRADA
Quiero decir otra cosa sobre nuestra percepción de la realidad.
La diré en forma de analogía: El presidente de los Estados
Unidos necesita información acerca de lo que piensa la
ciudadanía. el Papa en Roma necesita información acerca de
toda la iglesia. Literalmente hay millones de datos que se les
podrían dar, pero ellos no podrían recibirlos todos, y menos
comprenderlos. Por eso tienen personas a quienes confían la
elaboración de extractos, que resumen las cosas, les hacen
seguimiento, las filtran ; al final de esto les llega al escritorio.
Bien, eso es lo que nos pasa a nosotros. Estamos recibiendo
información de la realidad a través de todos los poros o células
vivas de nuestro cuerpo y a través de todos nuestros sentidos.
pero constantemente filtramos las cosas. ¿Quién las filtra?
¿Nuestro condicionamiento? ¿Nuestra cultura? ¿Nuestra
programación? ¿La forma en que nos enseñaron ver las cosas
y a experimentarlas? Hasta nuestro idioma puede ser un filtro.
Hay tanto filtro que a veces no vemos las cosas que están ahí.
Es suficiente mirar a una persona paranoica que siempre se
siente amenazada por algo que no está ahí, que
constantemente interpreta la realidad en función de ciertas
experiencia del pasado o de ciertos condicionamientos que
tenga.
Pero también hay otro demonio que filtra. Se llama el apego,
el deseo, el anhelo. La raíz de la tristeza es el deseo. El deseo
vehemente distorsiona y destruye la percepción. Nos
persiguen los temores y los deseos. Samuel Johnson dijo:
"Saber que dentro de una semana va a estar colgado del
patíbulo concentra maravillosamente la mente de un hombre".
Bloquea todo lo demás y se concentra únicamente en el
miedo, o en el deseo o en el anhelo. A nosotros nos drogaron
de muchas maneras cuando jóvenes. Nos criaron para
necesitar a las personas. ¿Para qué? Para que nos acepten,
nos aprueben, nos aprecien, nos aplaudan - para lograr lo que
llamaban el éxito . Esas son palabras que no corresponden a la
realidad. Son convencionalismos, cosas inventadas, pero no
nos damos cuenta de que no corresponden a la realidad. ¿Qué
es el éxito? es lo que un grupo decidió que podría ser una cosa
buena. Otro grupo decidirá que la misma cosa es mala. Lo que
es bueno en Washington puede considerarse malo en un
monasterio cartujo. El éxito en un círculo político puede
considerarse como un fracaso en otros círculos. Son
convencionalismos pero los tratamos como si fueran
realidades, ¿verdad? Cuando éramos jóvenes nos programaron
para la desdicha. Nos enseñaron que para ser felices se
necesita dinero, éxito, una pareja hermosa o bien parecida, un
buen empleo, amistad, espiritualidad, Dios - y todo lo demás .
Nos dijeron que si no conseguíamos esas cosas no seríamos
felices. Ahora, eso es lo que yo llamo un apego. Un apego es
creer que sin algo no seremos felices. Una vez que nos
convencemos de eso - y se nos mete en el subconsciente,
queda impreso en las raíces de nuestro ser - se acabó. "¿Cómo
puedo ser feliz a menos que tenga buena salud?", dice usted.
Pero le voy a decir algo: He conocido personas que se estaban
muriendo de cáncer y eran felices. ¿Cómo podían ser felices si
sabían que se iban a morir? Pero eran felices. "¿Cómo puedo
ser feliz ni no tengo dinero?" Una persona tiene un millón de
dólares en el banco y se siente insegura; la otra persona
prácticamente no tiene dinero, pero no parece sentir ninguna
inseguridad. La programaron de manera diferente, eso es
todo. Es inútil exhortar a la primera hacer lo que debe hacer;
necesita comprender. Las exhortaciones no ayudan mucho.
Necesita comprender que la programaron; es una creencia
falsa. Véala como falsa, véala como una fantasía. ¿Qué hace la
gente durante toda la vida? Está ocupada peleando; pelea,
pelea, pelea. A eso lo llaman sobrevivir. Cuando el
estadounidense promedio dice que se está ganando la vida,
no se está ganando la vida. ¡Ah, no! Tiene mucho más de lo
que necesita para vivir. Vengan a mi país y lo verán. Para vivir
ellos no necesitan todos esos automóviles. Para vivir no
necesitan un televisor. Para vivir no necesitan maquillaje. Para
vivir no necesitan toda esa ropa. Pero trate de convencer de
esto a un estadounidense. Les han lavado el cerebro; los han
programado. de manera que trabajan y luchan por obtener el
objeto deseado que los hará felices. Escuche esta triste
historia - su historia, mi historia, la historia de todo el mundo -
: "Hasta que consiga esto (dinero, amistad, cualquier cosa) no
seré feliz; tengo que luchar por conseguirlo y luego, cuando lo
consiga, tengo que luchar por conservarlo. Tengo una emoción
pasajera. ¡Ah, estoy tan emocionado! ¡Ya lo conseguí! Pero
¿cuánto tiempo dura eso? Unos minutos, máximo unos días.
Cuando consigue su automóvil nuevo ¿cuánto tiempo dura la
emoción? Hasta que su siguiente apego se vea amenazado.
La verdad sobre una emoción es que después de un tiempo
me canso de ella. Me dijeron que la oración esa algo
extraordinario; me dijeron que Dios era algo extraordinario;
me dijeron que la amistad era algo extraordinario. Y sin saber
qué era realmente la oración y sin saber qué era realmente
Dios, sin saber lo que era realmente la amistad, les dimos
mucha importancia. Pero después de un tiempo nos aburrimos
de ellos - nos aburrimos de la oración, de Dios, de la amistad.
¿No es eso patético? Y no hay manera de escapar,
sencillamente no hay manera de escapar. Es el único modelo
que nos dieron: ser felices. No nos dieron ningún otro modelo.
Nuestra cultura, nuestra sociedad y, siento decirlo, nuestra
religión, no nos dieron ningún otro modelo. Lo acaban de
nombrar cardenal. ¡Qué gran honor! ¿Honor? ¿Dijo usted
honor? Se equivocó de palabra. Ahora otros van a aspirar a lo
mismo. Usted cayó en lo que los evangelios llaman "el mundo"
y va a perder su alma. El mundo, el poder, el prestigio, el
triunfo, el éxito, el honor, etc., no existen. Usted gana mundo
pero pierde el alma. Toda su vida ha estado vacía y sin alma.
Ahí no hay nada. Sólo hay una manera de escapar, ¡Y es
desprogramarse! ¿cómo se hace eso? Tomando consciencia de
la programación. Usted no puede cambiar por un esfuerzo de
la voluntad; no puede cambiar por medio de ideales; no puede
cambiar adoptando nuevos hábitos. Su comportamiento puede
cambiar, pero no usted. Usted sólo cambia por medio de la
consciencia y la comprensión. Cuando usted vea una piedra
como una piedra y un pedazo de papel como un pedazo de
papel, ya no piensa que la piedra es un diamante precioso y
no piensa que el pedazo de papel es un cheque por mil
millones de dólares. Cuando vea esto, cambia. Ya no hay
violencia en el intento de cambiar. De otra manera, lo que
usted llama cambio es sencillamente cambiar de sitio los
muebles. Su comportamiento cambia, pero usted no.
EL DESPRENDIMIENTO
La única manera de cambiar es cambiando su comprensión.
Pero ¿Qué quiere decir comprender? ¿Cómo se hace? Piense
en la forma como nos esclavizan varios apegos; tratamos de
reorganizar el mundo de manera que podamos conservar esos
apegos, porque el mundo los amenaza constantemente. Temo
que una amiga deje de amarme, puede preferir a otra
persona. tengo que hacerme permanentemente atractivo
porque tengo que ganarme a esa persona. Alguien me lavó el
cerebro para creer que necesito su amor. Pero realmente no lo
necesito. No necesito el amor de nadie; sólo necesito entrar en
contacto con la realidad. Necesito escapar de mi prisión, de mi
programación de mi condicionamiento, de mis falsas
creencias, de mis fantasías. Necesito escapar hacia la
realidad. La realidad es amable; es absolutamente
encantadora. La vida eterna es ahora mismo. estamos
rodeados de ella, como el pez en el océano, pero no lo
sabemos. estamos demasiado distraídos por este apego.
Pasajeramente, el mundo se reorganiza para adaptarse a
nuestro apego, de modo que decimos: "¡Sí, maravilloso, Mi
equipo ganó!" Pero espere; cambiará; mañana estará
deprimido. ¿Por qué seguimos haciendo esto?
Haga este pequeño ejercicio durante unos pocos minutos:
Piense en algo o en alguien a quien esté apegado; en otras
palabras, en una casa o una persona sin la cual usted cree que
no será feliz. Podría ser su empleo, su carrera, su profesión, su
amigo, su dinero, lo que sea. Y dígale a ese objeto o persona,
"Realmente no te necesito para ser feliz. Solamente me estoy
engañando al creer que sin ti no seré feliz. Pero realmente no
te necesito para mi felicidad; puedo ser feliz sin ti. Tú no eres
mi felicidad, tú no eres mi alegría". Si su apego es una
persona, ella no se sentirá muy feliz al oír esto pero dígalo de
todos modos. Puede decirlo secretamente, en el fondo del
corazón. En todo caso, usted se pondrá en contacto con la
verdad; destrozará una fantasía. La felicidad es un estado en
que no hay ilusiones, en que se descarta la ilusión.
O podría probar otro ejercicio: Piense en una ocasión en que
su corazón estaba destrozado y usted creía que no volvería a
ser feliz (su esposo murió, su esposa murió, su mejor amigo lo
abandonó, perdió su dinero). ¿Qué sucedió? El tiempo pasó, y
si usted pudo apegarse a otra cosa o encontrar a alguien
atractivo o algo atractivo, ¿qué pasó con el viejo apego?
Realmente no lo necesitaba para ser feliz ¿no es verdad? Eso
debiera haberle enseñado a usted, pero nunca aprendemos.
Estamos programados; estamos condicionados. Cómo es de
liberador no depender emocionalmente de nada. Si usted
pudiera tener esa experiencia durante un segundo, escaparía
de su prisión y vería el cielo. Quizás, algún día hasta podrá
volar.
Temía decir esto, pero le hable a Dios, y le dije que no lo
necesito. Mi primera reacción fue: "Esto es muy opuesto a
todas las cosas con que me criaron". Bien, algunas personas
quieren hacer una excepción respecto a su apego a Dios.
Dicen: "¡Si Dios es el Dios que creo que debe ser no le va a
gustar que renuncie a mi apego a él!". Pues bien, si usted cree
que no será feliz si no obtiene a Dios, entonces ese "Dios" en
que usted piensa no tiene nada que ver con el Dios
verdadero.
Usted está pensando en un estado de ensueño; está pensando
en su concepto. A veces uno tiene que deshacerse de "Dios"
para encontrar a Dios. Muchos místicos nos lo dicen.
Todas las cosas nos han cegado de tal manera que no hemos
descubierto la verdad elemental de que los apegos perjudican
las relaciones en lugar de ayudarlas. Recuerdo cuánto temía
decirle a la persona que es íntima amiga "Realmente no te
necesito. Puedo ser perfectamente feliz sin ti. Y al decirle esto
encuentro que puedo gozar plenamente de tu compañía; no
más ansiedad, no más celos, no más posesividad, no más
aferrarse. Es una dicha estar contigo cuando lo disfruto sin
aferrarme. Tú eres libre; yo también". Pero estoy seguro de
que para muchos de ustedes esto es como si les hablara en un
idioma desconocido. Yo necesité muchos, muchos meses para
comprender esto plenamente, a pesar de que soy jesuita, y
todos mis ejercicios espirituales son exactamente sobre esto,
aunque no entendí de qué se trataba porque mi cultura y mi
sociedad en general, me han enseñado a ver a las personas
en función de mis apegos. A veces me parece divertido ver
personas aparentemente objetivas, como terapeutas y
directores espirituales, decir acerca de alguien: "ES una gran
persona, una gran persona, me gusta mucho". Mas tarde
descubro que me gusta porque yo le gusto. Miro dentro de mí
mismo y encuentro lo mismo una y otra vez: Si usted está
apegado al aprecio y a la alabanza, va a ver a las personas en
función de que ellas constituyan una amenaza o un estímulo
para su apego. Si usted es político y quiere ser elegido, ¿Cómo
cree que mirará a las personas? ¿cómo se orientará su interés
por la gente? Le preocupará la persona que le va a dar su
voto. Si lo que le interesa es el sexo ¿Cómo cree que va a
mirar a los hombres y a las mujeres? Si usted está apegado al
poder, eso afecta a la manera de ver a las personas. Un apego
destruye su capacidad de amar. ¿Qué es el amor? El amor es
sensibilidad, el amor es consciencia. Voy a darles un ejemplo:
Estoy escuchando una sinfonía, pero si oigo solamente el
sonido de los tambores, no oigo la sinfonía. ¿Qué es un
corazón amante? Un corazón amante es sensible a la totalidad
de la vida, a todas las personas; un corazón amante no se
endurece frente a ninguna persona o cosa. Pero en el
momento en que usted se apega en el sentido en que yo lo
digo, entonces excluye muchas otras cosas. No tiene ojos sino
para el objeto de su apego; no tiene oídos sino para los
tambores; el corazón se ha endurecido. Además se ha
enceguecido, porque ya no ve el objeto del apego
objetivamente. El amor implica claridad de percepción,
objetividad; no hay nada que tenga más claridad de visión que
el amor.
EL AMOR COMO ADICCIÓN
El corazón enamorado permanece suave y sensible. Pero
cuando usted está empeñado en conseguir esto o lo otro, se
vuelve despiadado, duro e insensible. ¿Cómo puede amar a las
personas cuando las necesita? Solamente puede utilizarlas. Si
yo lo necesito a usted para que me haga feliz, tengo que
utilizarlo, tengo que manipularlo, tengo que buscar la manera
de ganármelo. No puedo dejarlo ser libre. Solamente puedo
amar a las personas cuando he liberado mi vida de las
personas. Cuando muero a la necesidad de las personas,
entonces estoy en el desierto. Al principio se siente horrible, se
siente solitario, pero si puede soportarlo por un tiempo, de
pronto descubrirá que no está en absoluto solo. Está con la
soledad, con el aislamiento, y el desierto comienza a florecer.
Entonces por fin sabrá qué es el amor, qué es Dios, qué es la
realidad. Pero, al principio renunciar a la droga puede ser muy
duro, a menos que usted comprenda muy bien o haya sufrido
lo suficiente. Haber sufrido es una gran cosa. Sólo entonces
puede cansarse de todo. El sufrimiento debe usarse para
acabar con el sufrimiento. La mayoría de las personas
sencillamente siguen sufriendo. Esto explica el conflicto que
tengo a veces entre director espiritual y el de terapeuta. Un
terapeuta dice: "Aliviemos el sufrimiento". El director espiritual
dice: "Dejémosla sufrir; se cansará de esa manera de
relacionarse con la gente, y, finalmente decidirá escapar de
esta prisión de dependencia emocional de otros". ¿Ofreceré un
alivio o extirparé el cáncer? no es fácil decidir.
Una persona arroja airadamente un libro sobre la mesa. Déjela
que siga arrojándolo sobre la mesa. No le recoja el libro y no le
diga que todo está bien. La espiritualidad es consciencia,
consciencia, consciencia, consciencia, consciencia,
consciencia. Cuando su madre se disgustaba con usted, no
decía que algo le pasaba a ella, decía que algo le pasaba a
usted; de otra manera no se habría disgustado. Pues bien, hice
el gran descubrimiento de que si tú estabas disgustada,
mamá, algo te pasa a ti. De manera que es mejor que
controles tu ira. Es tuya, no mía. Si a mi me pasa o no me pasa
algo, lo analizaré independientemente de tu ira. No me voy a
dejar influenciar por tu ira.
Lo curioso de esto es que cuando yo puedo hacer esto sin
sentimientos negativos hacia otro, también puedo ser muy
objetivo respecto a mí mismo. Solamente una persona muy
consciente puede negarse a recoger la culpa y la ira del otro, y
decir: "Tienes una pataleta. Lo siento. Ya no tengo el menor
deseo de rescatarte, y me niego a sentirme culpable". Yo no
voy a odiarme por algo que hice. Eso es lo que se llama culpa.
No voy a alimentar un sentimiento negativo y a castigarme
por algo que haya hecho, correcto o incorrecto, estoy
dispuesto a analizarlo y a observarlo y a decir: "Bien, si hice
algo malo, fue inconscientemente". Nadie hace el mal
conscientemente, por esa razón los teólogos nos dicen muy
bellamente que Jesús no podía hacer el mal. Eso me parece
muy lógico, porque la persona consciente no puede hacer el
mal. La persona consciente es libre. Jesús era libre y porque
era libre, no podía hacer nada malo. Pero como usted si puede
hacer el mal, usted no es libre.
MÁS PALABRAS
Mark Twain lo dijo muy bien: "Estaba haciendo tanto frío que si
el termómetro hubiera tenido una pulgada más de largo, nos
hubiéramos muerto de frío". Nos morimos de frío con las
palabras. No es el frío del ambiente lo que interesa, sino el
termómetro. no es la realidad la que importa, sino lo que usted
se dice a usted mismo sobre ella. Me contaron una bella
historia sobre un campesino de Finlandia. cuando estaban
trazando el límite entre Rusia y Finlandia, el campesino tuvo
que decidir si quería quedar en Rusia o en Finlandia. Después
de un largo tiempo dijo que deseaba estar en Finlandia, pero
que no quería ofender a los funcionarios Rusos. Éstos fueron a
hablar con él y le preguntaron por qué quería quedar en
Finlandia. El campesino respondió: "Siempre deseé vivir en la
madre Rusia, pero a mi edad no podría sobrevivir otro invierno
ruso". Rusia y Finlandia son sólo palabras, conceptos, pero no
para los humanos, no para los locos humanos. Casi nunca
miramos la realidad. Una vez un gurú estaba tratando de
explicarle a una muchedumbre cómo reaccionan los seres
humanos a las palabras, cómo se alimentan de ellas, cómo
viven en ellas, en lugar de vivir en la realidad. Un hombre se
puso de pie y protestó:
- No estoy de acuerdo con eso de que las palabras produzcan
tanto efecto en nosotros.
El gurú le contestó:
- Siéntese, hijo de perra.
El hombre palideció de la ira y expresó:
- Usted afirma que es una persona consciente, un gurú, un
maestro y debería avergonzarse.
Entonces el gurú le dijo:
Perdóneme, señor, perdí los estribos. Realmente, le ruego que
me perdone; fue un error, lo siento.
Finalmente el hombre se calmó. Entonces el gurú le dijo:
- Se necesitaron unas pocas palabras para que surgiera en
usted toda una tempestad; y se necesitaron sólo unas pocas
para calmarlo, ¿no es así?
Palabras, palabras, palabras, palabras ¡Cómo aprisionan si no
se usan correctamente!.
AGENDAS OCULTAS
Hay una diferencia entre el conocimiento y la consciencia,
entre la información y la consciencia. Hace poco les dije que
no se puede hacer el mal con consciencia. Pero se puede
hacer el mal con conocimiento o con información, cuando se
sabe que algo es malo. "Padre, perdónalos, porque no saben lo
que hacen". Yo traduciría esto como: "Ellos no están
conscientes de lo que hacen". Pablo dice que él es el mayor de
los pecadores porque persiguió a la iglesia de Cristo. Pero
agrega que lo hizo inconscientemente. O si ellos hubieran
tenido consciencia de que estaban crucificando al Señor de la
Gloria, no lo habrían hecho. O: "El día llegará en que os
perseguirán y creerán que están sirviendo a Dios". No tienen
consciencia. están atrapados en la información y el
conocimiento. Tomás de Aquino lo dice con acierto: "Cada vez
que alguien peca, peca bajo la apariencia del bien". Están
encegueciéndose a sí mismos; están viendo algo como bueno
aunque sepan que es malo; están racionalizando porque
buscan algo con el pretexto del bien.
Alguien me habló de dos situaciones en que para ella era
difícil estar consciente. Trabajaba en una industria de
servicios, en la cual había mucha gente, sonaban muchos
teléfonos, y ella estaba sola y había distracciones que
provenían de mucha gente tensa y airada. Para ella era muy
difícil mantener la serenidad y la calma. La otra situación era
cuando estaba conduciendo en medio del tránsito, con las
bocinas y la gente que gritaba palabras soeces. Me preguntó
si algún día se disiparían los nervios y ella podría permanecer
en paz.
¿Captaron cual era el apego? La paz. Estaba apegada a la paz
y a la calma. Decía: "A menos que esté en paz, no seré feliz".
¿Se les ha ocurrido alguna vez que se puede ser feliz en medio
de la tensión? Antes de despertar, yo me deprimía; después
del despertar sigo deprimido. La relajación y la sensibilidad no
se convierten en una meta. ¿Alguna vez ha oído hablar de las
personas que se tensionan cuando tratan de relajarse? Si uno
está tenso, sencillamente se observa la tensión. Uno nunca se
comprenderá a sí mismo si trata de cambiarse. Cuanto más
intente cambiarse, más difícil será. Hay que tomar
consciencia. capte el sonido desapacible de ese teléfono;
capte los nervios en tensión; capte la sensación del timón en
el automóvil. En otras palabras, dese cuenta de la realidad, y
deje que la tensión o la calma cuiden de sí mismas. En
realidad, tendrá que dejar que ellas cuiden de sí mismas
porque cuando usted estará demasiado ocupado poniéndose
en contacto con la realidad. Paso a paso, deje que lo que ha de
suceder suceda. El verdadero cambio se presentará cuando lo
cause, no su ego, sino la realidad. La consciencia libera a la
realidad para cambiarlo a usted.
Con la consciencia usted cambia, pero tiene que
experimentarlo. En este momento, justamente cuando
ustedes están aceptando mi palabra. Tal vez, también ustedes
tengan un plan para lograr ser conscientes. Su ego, de
manera sutil, está empujándolos hacia la consciencia.
¡Cuidado! encontrarán resistencia, tendrán dificultades.
Quienes ansían tener consciencia todo el tiempo, pueden
sentir una ligera intranquilidad. Quieren estar despiertos,
averiguar si están realmente despiertos o no. Eso es parte del
ascetismo, no de la consciencia. Eso suena extraño en una
cultura en la que nos han preparado para lograr metas, para
llegar a alguna parte; pero, en realidad, no hay a dónde ir
porque uno ya está ahí. Los Japoneses lo dicen muy bien: "El
día que usted deje de viajar, habrá llegado". Su actitud debe
ser: "Quiero ser consciente, quiero estar en contacto con o que
es y dejar que lo que ha de suceder, suceda; si estoy despierto
bien; y si estoy dormido, bien". En el momento en que lo
convierta en una meta e intente obtenerlo, estará buscando la
glorificación de su ego, la promoción de su ego. Usted quiere
la sensación agradable de haberlo logrado. Cuando lo haya
logrado, no lo sabrá. Su mano izquierda no sabrá lo que hace
su mano derecha. "Señor, ¿cuándo lo hicimos? No teníamos
consciencia". La caridad nunca es tan hermosa como cuando
se ha perdido la consciencia de estar practicándola. "¿Así que
le ayudé? Yo estaba divirtiéndome. Estaba danzando mi danza.
Si le fui útil ¡qué maravilla! Lo felicito. No me debe nada".
Cuando usted lo logre, cuando esté consciente,
progresivamente dejarán de importarle los rótulos como
"despierto" o "dormido". Una de mis dificultades en este punto
es despertar su curiosidad sin despertar su avaricia espiritual.
¡Despertémonos!, va a ser maravilloso. Después de un tiempo,
no importa; uno está consciente porque vive. La vida sin
consciencia no vale la pena. Y usted dejará que el dolor cuide
de sí mismo.
CEDER
Cuanto más trate usted de cambiar, peor puede ser. ¿Significa
esto que cierto grado de pasividad está bien? Si, cuanto más
resista usted algo, tanto más poder le está concediendo. Creo
que ése es el significado de las palabras de Jesús: "Cuando
alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la
izquierda". Siempre se les da poder a los demonios con los que
se lucha. eso es muy oriental. Pero si se fluye con el enemigo,
se derrota al enemigo. ¿Cómo afrontar el mal? no luchando
contra él, sino comprendiéndolo. Al comprenderlo,
desaparece. ¿Cómo enfrentarse a la oscuridad? No con el puño
cerrado. No se expulsa a la oscuridad de una habitación con
una escoba, sino encendiendo la luz. Cuanto más luche usted
contra la oscuridad, tanto más real será ésta para usted, y
tanto más le fatigará. Pero cuando se enciende la luz de la
consciencia, la oscuridad desaparece. Digamos que este
pedazo de papel es un cheque de mil millones de dólares. Ah,
el evangelio dice que debo renunciar a él, debo renunciar si
quiero la vida eterna. ¿Usted va a cambiar la avaricia - una
avaricia espiritual- por otra avaricia? Antes, usted tenia un ego
mundano, y ahora tiene un ego espiritual, pero de todas
maneras tiene un ego, un ego más refinado y más difícil de
controlar. Cuando renuncio a alguna cosa, quedo atado a ella,
pero si en lugar de renunciar a ella, la miro y le digo: "Esto no
es un cheque por mil millones de dólares, esto es un pedazo
de papel", no tendré que luchar contra nada. No tendré que
renunciar a nada.
UNA VARIEDAD DE TRAMPAS
En mi país, muchos hombres crecen con la idea de que las
mujeres son reses. "Me casé con ella", dicen. "Ella me
pertenece". ¿Debemos culpar a estos hombres? Prepárense
para una sorpresa: No. Lo mismo que no se puede culpar a
muchos estadounidenses por la manera de percibir a los
rusos. Sus anteojos o percepciones están teñidos de
determinado color, y así perciben; ése es el color a través del
cual miran el mundo, ¿Qué se requiere para convertirlos a la
realidad, para que se den cuenta de que están mirando el
mundo a través de anteojos de colores? no hay salvación
hasta que vean su prejuicio básico.
Apenas miramos el mundo a través de una ideología, estamos
perdidos. Ninguna realidad se ajusta a una ideología. La vida
está más allá de eso. Por eso la gente siempre busca el
sentido de la vida. Pero la vida no tiene sentido; no puede
tener sentido porque el sentido es una fórmula; el sentido es
algo que significa algo para la mente. Cada vez que usted
logra verle el sentido a la realidad, tropieza con algo que
destruye el sentido que usted vio. El sentido sólo se encuentra
cuando va más allá del sentido. La vida sólo tiene sentido
cuando se percibe como un misterio y no tiene sentido para la
mente que conceptualiza.
No digo que la adoración no sea importante, pero si digo que
la duda es infinitamente más importante que la adoración. En
todas partes la gente busca objetos para adorar, pero yo no
encuentro gente suficientemente despierta en sus actitudes y
convicciones. Cuán felices seríamos si los terroristas adoraran
menos su ideología y cuestionaran más. Sin embargo, no nos
gusta aplicarnos eso a nosotros mismos; creemos que
nosotros tenemos la razón y que los terroristas están
equivocados. Pero el individuo que es un terrorista para usted,
es un mártir para el otro bando.
La soledad es cuando a usted le hace falta la gente, el
aislamiento es cuando usted se está divirtiendo. Recuerde ese
apunte de George Bernard Shaw. Estaba él en uno de esos
horribles cócteles en que nada se dice. Alguien le preguntó
que si se estaba divirtiendo (a sí mismo). Él respondió: "Es el
único que aquí me divierte". Usted no disfruta de los demás si
es esclavo de ellos. La comunidad no se forma con un grupo
de esclavos, con gente que exige que otra gente los haga
felices. La comunidad se forma con emperadores y princesas.
Usted es un emperador, no un mendigo; usted es una
princesa, no una mendiga. No hay lugar para las limosnas en
una verdadera comunidad. No hay apego, no hay ansiedad, no
hay temor, no hay resaca, no hay posesividad, no hay
exigencias. Las personas libres forman la comunidad, no los
esclavos. Esto es una verdad sencilla, pero ha sido opacada
por toda la cultura, incluyendo la cultura religiosa. La cultura
religiosa puede ser muy manipuladora si no se tiene cuidado.
Algunas personas ven la consciencia como un lugar alto, como
una meseta, que está más allá de la experiencia de vivir cada
momento como es. Eso es hacer de la consciencia una meta.
Pero con la verdadera consciencia no hay a dónde ir, nada que
lograr. ¿Cómo llegamos a esta consciencia? Por medio de la
consciencia. Cuando la gente dice que realmente desea
experimentar cada momento, realmente está hablando de la
consciencia, excepto por ese "deseo". Usted no debe
experimentar la consciencia; o la tiene, o no la tiene.
Un amigo mío acaba de irse para Irlanda. Me dijo que aunque
es estadounidense tiene derecho a un pasaporte irlandés, y
que lo iba a solicitar porque le da miedo viajar al extranjero
con un pasaporte estadounidense. Si los terroristas llegan y
dicen: "Muestre su pasaporte", él puede decir: "Yo soy
irlandés". Pero cuando la gente se siente al lado de él en el
avión, no querrá ver los rótulos; querrá gustar y conocer a esa
persona como realmente es. ¿Cuánta gente se pasa la vida sin
tomar los alimentos sino el menú? Un menú no es más que
una indicación de lo que está disponible. Usted quiere
comerse el filete, no las palabras.
MI MUERTE
¿Uno puede ser completamente humano sin experimentar la
tragedia? La única tragedia que hay en el mundo es la
ignorancia; todo el mal viene de ella. La única tragedia que
hay en el mundo es estar dormidos o no ser conscientes. De
ellos viene el miedo, y del miedo viene todo lo demás, pero la
muerte no es una tragedia. Morir es maravilloso; es horrible
sólo para las personas que nunca comprendieron la vida.
Solamente cuando se le tiene miedo a la vida se le tiene
miedo a la muerte. Solamente los muertos temen a la muerte.
Quienes están vivos no temen a la muerte. Un autor
estadounidense lo expresa muy bien. Dice que el despertar es
la muerte de la creencia en la injusticia y la tragedia. El fin del
mundo para una oruga es una mariposa para el maestro. La
muerte es la resurrección. No estamos hablando de una
resurrección que sucederá, sino de una que está sucediendo
ahora mismo. Si usted muriera al pasado, si usted muriera
cada minuto, sería una persona plenamente viva, porque una
persona plenamente viva es alguien lleno de muerte. Siempre
estamos muriendo a las cosas. Siempre estamos
desembarazándonos de todo para ser plenamente vivos y
para resucitar a cada momento. Los místicos, los santos y
otras personas hacen grandes esfuerzos por despertar a la
gente, Si no despierta, siempre va a tener esos pequeños
malestares como el hambre, las guerras y la violencia. El
mayor de los males es la gente dormida, la gente ignorante.
Una vez un jesuita le escribió al padre Arrupe, su superior
general, preguntándole cuál era el valor relativo del
comunismo, el socialismo y el capitalismo. El padre Arrupe le
dio una bella respuesta. Le dijo: "Un sistema es tan bueno o
tan malo como la gente que lo utiliza". Gente con corazones
de oro harían que el capitalismo o el comunismo o el
socialismo funcionaran bellamente.
No le pida al mundo que cambie - cambie usted primero.
Entonces podrá mirar bien al mundo de manera que podrá
cambiar lo que piense que se debe cambiar. Quite la catarata
de su propio ojo. Si no lo hace, ha perdido el derecho de
cambiar a alguien o algo. Usted no tiene derecho a inmiscuirse
en los asuntos de otros o del mundo hasta que sea consciente
de usted mismo. El peligro de intentar cambiar a los demás o
cambiar las cosas cuando uno no es consciente es que puede
estar cambiando las cosas para su propia conveniencia, su
orgullo, sus convicciones y creencias dogmáticas, o
sencillamente para aliviar sus sentimientos negativos. Yo
tengo sentimientos negativos, así que cambie usted de tal
manera que yo me sienta bien. Primero, ocúpese de sus
sentimientos negativos de manera que cuando vaya a cambiar
a otros no actúe por odio o negatividad sino por amor. Puede
parecer extraño que la gente pueda ser muy dura con los
demás y, sin embargo, amar mucho. El cirujano puede ser
muy duro con el paciente y, sin embargo amar mucho. El amor
puede ser muy duro, ciertamente.
LA VISION Y LA COMPRENSIÓN
Pero ¿qué implica cambiarse a sí mismo? Lo he dicho en
muchas palabras, una y otra vez, pero ahora voy a
descomponerlo en pequeños segmentos. Primero, visión. No el
esfuerzo, no el cultivo de hábitos, no un ideal. Los ideales
hacen mucho daño. Todo el tiempo usted está concentrado en
lo que debe ser en lugar de concentrarse en lo que es. Y así
está imponiendo lo que debe ser a una realidad presente. Les
daré un ejemplo de visión de mi propia experiencia como
consejero. Un sacerdote me busca y me dice que es perezoso;
quiere ser más industrioso, más activo, pero es perezoso. Le
pregunto qué quiere decir "perezoso". En los viejos tiempos le
habría dicho: "Veamos: ¿Por qué no hace una lista de las cosas
que usted quiere realizar todos los días, y por la noche la
comprueba? Eso le hará sentirse bien; así puede adquirir el
hábito". O podría decirle: "¿Quien es su ideal, su santo
patrono?" Y si dijera que San Francisco Javier, le diría: "Mire
como trabajó Francisco Javier. Usted debe meditar sobre él y
eso lo pondrá en movimiento". Ésa es una forma de actuar,
pero siento decir que es superficial. Hacer que él use su fuerza
de voluntad, que haga esfuerzo, no dura mucho. Su
comportamiento puede cambiar, pero él no cambia.
De manera que ahora me voy en otra dirección. Le digo:
-¿Perezoso? ¿Qué es eso? Hay un millón de variedades de
pereza. Miremos cuál es su tipo de pereza. Dígame que
significa perezoso para usted.
Me dice:
- Bueno, yo nunca termino nada. No me dan deseos de hacer
nada.
-¿Es decir, desde el momento en que se levanta por la
mañana?
- Sí. Me despierto por la mañana, y no hay nada por lo cual
valga la pena levantarme.
Entonces, ¿está deprimido?
- Podría decirse que sí. Es como si estuviera en retirada.
-¿Siempre ha sido así?
- Bueno, no siempre. Cuando era más joven, era más activo.
Cuando estaba en el seminario, estaba lleno de vida.
-Entonces, ¿cuándo empezó eso?
-Ah, hace unos tres o cuatro años.
Le pregunto si algo sucedió en ese entonces. Lo piensa un
rato. Le digo:
-Si tiene que pensarlo tanto, no puede haber sucedido algo
muy especial hace cuatro años. ¿Qué tal el año anterior?
-Ese año me ordené
-¿Sucedió algo el año de su ordenación?
-Hubo un pequeño incidente, el examen final de teología; no lo
aprobé. Fue una desilusión, pero ya lo superé. El obispo
pensaba mandarme a Roma para que después enseñara en el
seminario. La idea me gustaba, pero como no aprobé el
examen, cambió de opinión y me mandó a esta parroquia.
Realmente, hubo algo de injusticia porque...
Estaba agitado; había allí una ira de la que no se había
recuperado. Tiene que solucionar esa desilusión. Es inútil
echarle un sermón o darle una idea. Tenemos que lograr que
se enfrente con su ira y su desilusión y que de ello obtenga
algo de visión. Cuando sea capaz de solucionar todo eso,
tendrá vida de nuevo. Si yo lo exhortara y le dijera que sus
hermanos y hermanas casados trabajan mucho, eso
solamente lo haría sentirse culpable. no tiene la visión de sí
mismo que lo va a curar. De manera que eso es lo primero.
Hay otra gran tarea: la comprensión. ¿Usted pensaba
realmente que esto lo iba a hacer feliz? Simplemente suponía
que lo iba a hacer feliz. ¿Por qué quería usted enseñar en el
seminario? Porque quería ser feliz. Usted creía que ser
profesor, tener un cierto status y prestigio lo haría feliz. ¿Sí
sería así? Aquí se requiere comprensión.
Al hacer la distinción entre "yo" y "mi", es muy útil
desidentificar lo que está sucediendo. Les daré un ejemplo de
este tipo de cosa: Un joven jesuita vino a verme; era un
hombre amable, extraordinario, talentoso, encantador,
simpático - todo. Pero tenía un extraño problema. Los
empleados le tenían terror. Hasta se supo que en ocasiones los
había agredido. Eso estuvo a punto de convertirse en un caso
de policía. Siempre que lo encargaban de los jardines, de la
escuela, o de lo que fuera, se presentaba este problema. Hizo
un retiro espiritual de treinta días en lo que los jesuitas
llamamos la Tercera Probación. Meditó día tras día sobre la
paciencia y el amor de Jesús por los menos privilegiados, etc.
Pero yo sabía que eso no iba a producir ningún efecto. De
todos modos, regresó a casa, y las cosas mejoraron por tres o
cuatro meses (Alguien dijo que empezamos los retiros en el
nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo, y que los
terminamos como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos, amén) Después de ese lapso, volvió a ser
como al principio. De manera que vino a verme. En esa época
yo estaba muy ocupado. Aunque él había venido de otra
ciudad de la India, yo no podía recibirlo. De modo que le dije:
"Voy a dar mi caminata vespertina; si quiere acompañarme,
está bien, pero no dispongo de más tiempo". Entonces fuimos
a dar una caminata. Yo ya lo conocía, y mientras
caminábamos, tuve una extraña sensación. Cuando tengo
estas sensaciones extrañas, generalmente las verifico con la
persona implicada. De manera que le dije:
- Tengo la extraña sensación de que usted me oculta algo ¿Así
es?
Se indignó. Me contestó:
-¿Qué quiere decir por "oculta" algo? ¿Usted cree que yo hice
este largo viaje para pedirle a usted algún tiempo a fin de
ocultarle algo?
Le manifesté:
- Es una extraña sensación que tuve, eso es todo; pensé que lo
mejor era verificarla con usted.
Seguimos caminando. No lejos de donde vivo hay un lago.
Recuerdo la escena claramente. Me dijo:
-¿Podríamos sentarnos en alguna parte?
- Muy bien - le respondí
Nos sentamos en un pequeño muro que bordea el lago.
- Usted tiene razón. le estoy ocultando algo - me dijo, y rompió
a llorar. Luego agregó: - Le voy a contar algo que no le he
dicho a nadie desde que soy jesuita. Mi padre murió cuando yo
era muy joven, y mi madre se convirtió en una sirvienta. Ella
lavaba orinales, retretes y baños, y a veces trabajaba dieciséis
horas diarias para conseguir con qué sostenernos. Eso me
avergüenza tanto que lo he ocultado a todo el mundo, y sigo
vengándome, irrazonablemente, de ella y toda la clase
trabajadora.
El sentimiento se transfirió. Nadie podía comprender por qué
este hombre encantador se comportaba de esta manera, pero
en el momento en que él lo vio, nunca más hubo problemas,
nunca más.
NO EMPUJAR
La meditación y la imitación externa del comportamiento de
Jesús no sirven. No se trata de imitar a Cristo, se trata de
convertirse en lo que Jesús era. Se trata de convertirse en
Cristo, de ser consciente, de comprender lo que sucede en
usted. Todos los otros métodos que usamos para cambiar
podrían compararse con empujar un automóvil. Supongamos
que tenemos que viajar a una ciudad distante. Por el camino el
automóvil se descompone. Qué lástima; el automóvil se
descompuso. De manera que nos remangamos y empezamos
a empujar el automóvil. Y empujamos, y empujamos, y
empujamos, hasta que llegamos ala ciudad distante. "Bueno"
decimos, "Lo logramos". Y después empujamos el automóvil
¡hasta otra ciudad!Ustedes dicen: "bueno, llegamos, ¿no es
verdad?" Pero ¿a eso llaman ustedes vida? ¿Saben lo que
necesitan? Necesitan un experto, un mecánico que levante la
tapa y cambie el sistema de encendido. De modo que cuando
ustedes muevan la llave del encendido, el automóvil se
mueva. Ustedes necesitan al experto
- Necesitan comprensión, visión, consciencia - no es necesario
que empujen. No se necesita ningún esfuerzo. Por eso la gente
se cansa tanto, se fatiga. A ustedes y a mí nos prepararon
para estar insatisfechos con nosotros mismos.
Psicológicamente de ahí proviene el mal. Siempre estamos
insatisfechos, siempre estamos descontentos, siempre
estamos empujando. Continúen, hagan más esfuerzo, más y
más esfuerzo. Pero siempre hay ese conflicto interior; hay muy
poca comprensión.
SEAMOS REALES
En la india tuvo lugar un día especial en mi vida. Fue en
realidad un gran día, el día después de mi ordenación. estaba
confesando. En nuestra parroquia teníamos a un sacerdote
jesuita muy santo, un español, a quien yo conocía desde antes
de ingresar al noviciado. La víspera de irme para el noviciado,
pensé que lo mejor era aclarar todo de manera que cuando
llegara al noviciado estuviera limpio de todo y no tuviera que
contarle nada al maestro de novicios. Solía haber largas colas
de gente esperando para confesarse con este viejo sacerdote
español. Tenía un pañuelo de color violeta con el cual se cubría
los ojos y murmuraba algo, le imponía a uno la penitencia y lo
despedía. A mí me había visto solamente un par de veces, y
me decía Antonie. De manera que hice la cola y cuando me
llegó el turno, traté de cambiar mi voz mientras me confesaba.
Me escuchó pacientemente, me impuso la penitencia, me
absolvió, y luego me dijo: "Antonie, "cuándo te vas para el
noviciado?"
Bueno, de todas maneras, fui a esa parroquia al día siguiente
de mi ordenación, y el anciano sacerdote me dijo:
-¿Quieres confesar?
Yo le contesté
-Está bien.
-Siéntate en mi confesionario.
Yo pensé:
"¡Caramba!, yo soy un santo. Voy a sentarme en su
confesionario". Confesé durante tres horas. Era Domingo de
ramos y con motivo de pascua había mucha gente. Terminé
deprimido, no por lo que había oído, porque ya lo esperaba, y,
al comprender algo de lo que ocurría en mi propio corazón
nada me escandalizaba. ¿Saben qué fue lo que me deprimió?
Darme cuenta de que le estaba diciendo a la gente todos esos
piadosos lugares comunes: "Rézale a la Madre Bendita, ella te
ama", y "recuerda que Dios está de tu lado". ¿Eran estos
piadosos lugares comunes una cura para el cáncer? Y la falta
de consciencia y realidad con la que me enfrento es un cáncer.
De manera que ese día me juré a mí mismo: "Aprenderé,
aprenderé, de manera que cuando todo concluya no me digan:
"Padre, lo que me dijo era absolutamente cierto pero
totalmente inútil".
Consciencia, visión. Cuando ustedes sean expertos (y pronto
serán expertos) no necesitarán hacer un curso de psicología.
Cuando empiecen a observarse a ustedes mismos, a vigilarse
a ustedes mismos, a identificar esos sentimientos negativos,
encontrarán su propia manera de explicarlo, y se darán cuenta
del cambio. Pero entonces tendrán que vérselas con el gran
villano, y ese villano es la autocondenación, el odio a sí mismo,
la insatisfacción consigo mismo.
IMAGENES VARIADAS
Hablemos más del cambio sin esfuerzo. Se me ocurrió una
bonita imagen para eso, un bote a vela. Cuando un viento
poderoso empuja la vela de un velero, éste se desliza sin
esfuerzo, de manera que el piloto no tiene que hacer nada
sino dirigirlo. No hace ningún esfuerzo; no empuja el bote. Ésa
es una imagen de lo que sucede cuando el cambio ocurre por
medio de la consciencia, por medio de la comprensión.
Estuve mirando algunas de mis notas y encontré algunas citas
que se acomodan a lo que he dicho. Escuchen la siguiente:
"No hay nada más cruel que la naturaleza. En todo el universo
no hay posibilidad de escapar de ella, y, sin embargo, no es la
naturaleza la que hace daño, sino el propio corazón de la
persona". ¿No tiene eso sentido? No es la naturaleza la que
hace daño, sino el propio corazón de la persona. Hay una
historia sobre un irlandés que se cayó de un andamio y se
golpeó. Le preguntaron:
-¿Te dolió la caída?
Y él dijo:
- No, no me dolió la caída sino la parada. Cuando se corta el
agua, el agua no se lastima; cuando se corta algo sólido, se
rompe. Usted tiene en su interior actitudes sólidas; tiene
ilusiones sólidas; eso es lo que se golpea contra la naturaleza,
ahí es donde su corazón se lastima, de ahí proviene el dolor.
He aquí una historia muy hermosa: Es de un sabio oriental,,
aunque no recuerdo quién. Lo mismo que con la Biblia, no
importa el autor. Lo que importa es lo que se dice: "Si el ojo no
está obstruido, se tiene la visión; si el oído no está obstruido,
el resultado es que se oye; si la nariz no está obstruida, el
resultado es el sentido del olfato; si la boca no está obstruida,
el resultado es el sentido del gusto; si la mente no está
obstruida, el resultado es la sabiduría".
La sabiduría llega cuando usted descarta las barreras que ha
erigido con sus conceptos y su condicionamiento. La sabiduría
no es algo que se adquiera ; la sabiduría no es la experiencia;
la sabiduría no es aplicarles a los problemas de hoy las
ilusiones de ayer. Como me dijo alguien cuando yo estaba
estudiando para obtener mi grado de psicología en Chicago,
hace muchos años: "Con frecuencia en la vida de un
sacerdote, cincuenta años de experiencia es un año de
experiencia repetido cincuenta veces". Usted tiene en reserva
las mismas soluciones: Así es como se debe tratar a los
alcohólicos; así es como se debe tratar a los sacerdotes; así es
como se debe tratar a las religiosas; así es como se debe
tratar a una divorciada. Pero eso no es sabiduría. La sabiduría
es ser sensible a esta situación, a esta persona, sin influencias
del pasado, sin rastro de la experiencia del pasado. Esto no es
exactamente lo que la mayoría de las personas están
habituadas a pensar: Yo agregaría otra sentencia: "Si el
corazón no está obstruido, el resultado es el amor". Durante
estos días he hablado mucho del amor, aunque les dije que
sobre el amor no se puede realmente decir nada. Solamente
podemos hablar de las adicciones. Pero sobre el amor mismo
no se puede decir nada explícitamente.
NO DIGAMOS NADA SOBRE EL AMOR
¿Cómo describiría yo el amor? Decidí darles una de las
meditaciones que estoy escribiendo en mi nuevo libro. Se la
leeré despacio; mediten sobre ella a medida que la lean,
porque aquí la tengo en forma abreviada, de manera que
puedo leerla en tres o cuatro minutos; si no fuera así, tardaría
media hora. Es un comentario sobre una frase del evangelio.
Había estado pensando sobre otra reflexión de Platón: "No se
puede esclavizar a una persona libre, porque una persona es
libre aún en prisión". Es como otra frase del evangelio: "Si
alguien te obliga a recorrer con él dos kilómetros, recorre
cuatro kilómetros". Usted puede creer que me ha esclavizado
poniendo sobre mi espalda una pesada carga, pero no lo ha
hecho. Si una persona trata de cambiar la realidad externa
estando fuera de la prisión para ser libre, realmente está
prisionera. La libertad no está en las circunstancias externas;
la libertad reside en el corazón. Cuando ustedes hayan logrado
la sabiduría, ¿quién podrá esclavizarlos? De todas maneras,
escuchan la frase del evangelio en que estaba pensando
antes: "Él despidió a la gente, y después subió a la montaña a
fin de orar a solas. Se hizo tarde y él estaba allí solo". De eso
se trata el amor. ¿Se les ha ocurrido alguna vez que sólo es
posible amar cuando uno está solo? ¿Qué significa amar?
Significa ver a una persona , una situación, una cosa como
realmente es, no como uno se imagina que es. Y responderle
como merece. Es difícil decir que uno ama lo que ni siquiera
ve. ¿Y qué nos impide ver? Nuestro condicionamiento.
Nuestros conceptos, nuestras categorías, nuestros prejuicios,
nuestras proyecciones, los rótulos que hemos adquirido de
nuestras culturas y nuestra experiencia pasada. Ver es una de
las cosas más difíciles para un ser humano, porque para ello
se requiere una mente alerta y disciplinada. Pero la mayoría
de la gente prefiere caer en la pereza mental en lugar de
molestarse en ver a cada persona, a cada cosa en su
momento presente, en su frescura.
LA PÉRDIDA DEL CONTROL
Si ustedes quieren comprender el control, piensen en un niño
a quien le dan a probar drogas. Cuando las drogas penetran
en el cuerpo del niño, éste se convierte en adicto; todo su ser
reclama la droga. Estar sin droga es un tormento tan
intolerable que parece preferible morir. Piense en esta
imagen: El cuerpo se ha vuelto adicto a la droga. Esto fue
exactamente lo que la sociedad les hizo a ustedes cuando
nacieron. No les permitió disfrutar del alimento sólido y
nutritivo de la vida - es decir, del trabajo, del juego, de la
diversión, de la risa, de la compañía de la gente, de los
placeres de los sentidos y de la mente. Les dio una prueba de
la droga llamada aprobación, aprecio, atención.
Voy a mencionar a un gran hombre llamado A. S. Neil. Es el
autor de Summerhill. Neil dice que el síntoma de que un niño
está enfermo es que siempre gira alrededor de sus padres; le
interesan las personas. El niño saludable no se interesa por las
personas, sino por las cosas. Cuando un niño está seguro de
que su madre lo ama, se olvida de su madre; sale a explorar el
mundo; es curioso. Busca una rana para ponerse en la boca -
ese tipo de cosa. Cuando el niño no se despega de su madre,
es una mala señal; es inseguro. Tal vez la madre ha estado
tratando de que el niño la quiera, no le ha dado toda la
libertad y seguridad que necesita. La madre lo ha estado
amenazando de muchas maneras sutiles con abandonarlo.
De manera que nos dieron una prueba de adicción a varias
drogas: la aprobación, la atención, el éxito, llegar arriba, el
prestigio, ser nombrado en el periódico, tener poder, ser jefe.
Nos hicieron probar cosas como ser capitán del equipo, ser el
director de la banda, etc. Habiendo probado estas drogas, nos
convertimos en adictos y empezamos a temer perderlas.
Recuerden la falta de control que sentían, el terror ante la
perspectiva del fracaso o de cometer errores, ante la
perspectiva de que otros lo criticaran. De manera que usted se
volvió dependiente de los demás, y perdió su libertar. Otros
tienen ahora el poder de hacerlo feliz o desgraciado. Usted
necesita sus drogas, pero a pesar de que detesta el
sufrimiento que esto implica, usted está completamente
indefenso. No hay un minuto en que, consciente o
inconscientemente, usted no esté al tanto de las reacciones
de otros o sintonizado con ellas y marchando al compás de sus
tambores. Una bonita definición de una persona que despertó:
una persona que ya no marcha al compás de los tambores de
la sociedad, una persona que danza al ritmo de la música que
surge de su interior. Cuando a usted no le ponen atención o no
simpatizan con usted, siente un aislamiento tan intolerable
que se arrastra de nuevo hacia la gente y suplica que le den la
droga llamada apoyo y ánimo, seguridad. Vivir con la gente en
este estado implica una tensión inacabable. "El infierno son los
demás" dijo Sartre. Qué gran verdad. Cuando uno se halla en
este estado de dependencia, siempre tiene que comportarse
de la mejor manera; nunca puede relajarse; tiene que cumplir
las expectativas. Vivir con la gente es vivir tensionado. Estar si
ellas produce la agonía del aislamiento, porque la echa de
menos. Uno ha perdido la capacidad de ver a los demás
exactamente como son y de responderles adecuadamente,
porque la percepción que tiene de ellos está distorsionada por
la necesidad de obtener la droga o como una amenaza de ser
despojado de ella. Conscientemente o inconscientemente, uno
siempre mira a la gente con esos ojos. ¿Obtendré de ellos lo
que quiero, no obtendré de ellos lo que quiero? Y si no pueden
ni apoyar ni amenazar mi droga, no me interesan. Decir eso es
una cosa horrible, pero me pregunto si hay alguien aquí de
quien no se pueda decir esto.
ESCUCHAR LA VIDA
Ahora bien, se necesita consciencia y se necesita alimento. Se
necesita alimento bueno y saludable. Aprenda a disfrutar del
alimento sólido de la vida. La buena comida, el buen vino, la
buena agua. Pruébelos. Enloquezca y vuélvase cuerdo. Ése es
el alimento bueno y saludable. Los placeres de los sentidos y
los placeres de la mente. La buena lectura; cuando usted
disfruta de un buen libro. O una buena discusión, o pensar. Es
maravilloso. Infortunadamente, la gente se ha vuelto loca, y
cada vez es más adicta porque no sabe disfrutar de las cosas
amables de la vida. De manera que busca estimulantes
artificiales cada vez más fuertes.
En los años 70, el presidente Cárter les pidió a los
estadounidenses que adoptaran un régimen de austeridad. Yo
pensé: No debiera decirles que sean austeros, en realidad
debiera decirles que disfruten las cosas. La mayoría de la
gente ha perdido la capacidad de disfrutar. Realmente creo
que la mayoría de la gente de los países ricos ha perdido esa
capacidad. necesita tener aparatos cada vez más y más
costosos; es incapaz de disfrutar de las cosas sencillas de la
vida. Yo voy a lugares en donde tienen la música más
maravillosa, y estos discos se consiguen con descuento, y
están allí apilados; nunca veo a nadie escuchándolos - no hay
tiempo, no hay tiempo, no hay tiempo. Son culpables, no
tienen tiempo para disfrutar de la vida. Tienen exceso de
trabajo, seguido, seguido, seguido. Si realmente ustedes
disfrutaran de la vida y de los placeres sencillos de los
sentidos, quedarían sorprendidos. Ustedes adquirirían la
extraordinaria disciplina de un animal. Un animal nunca come
en exceso. En su ambiente natural, nunca tendrá sobrepeso.
Nunca comerá ni beberá nada que no sea bueno para su
salud. Nunca encontrará un animal fumando. Siempre hace
ejercicio - observe a su gato después del desayuno, mire cómo
se relaja. Y vea cómo entra en acción, mire la flexibilidad de
sus miembros y la vitalidad de su cuerpo. Hemos perdido eso.
Nos hemos extraviado en la mente, en nuestras ideas e
ideales y en lo demás, y siempre tenemos que seguir, seguir,
seguir. Tenemos un conflicto interno que los animales no
tienen. Siempre nos estamos condenando a nosotros mismos y
haciéndonos sentir culpables. Ustedes saben de lo que estoy
hablando. Yo podría haber dicho de mí mismo lo que me dijo
un amigo jesuita hace años: Llévese ese plato de dulces,
porque en presencia de un plato de dulces o chocolates,
pierdo mi libertad. Eso también me ocurría a mí; yo perdía mi
libertad en presencia de muchas cosas, pero ya no. Me
satisfago con muy poco, y lo disfruto intensamente. Cuando se
disfruta intensamente, se necesita muy poco. Es como las
personas que están ocupadas haciendo planes para las
vacaciones; dedican meses enteros a organizarlas, y llegan al
lugar, y están ansiosas sobre sus reservaciones de regreso.
Pero toman fotografías, y después le mostrarán a usted el
álbum de fotografías de los lugares que no vieron sino que
fotografiaron. Eso es un símbolo de la vida moderna. Es
imposible ponerlos en guardia con demasiado énfasis contra
ese tipo de ascetismo. Disminuya la velocidad y guste y huela
y oiga, y deje que sus sentidos cobren vida. Si quiere ir hacia
el misticismo por el camino real, siéntese en silencio y
escuche todos los sonidos que lo rodean. No se concentre en
ningún sonido; trate de oírlos todos. ¡Verá los milagros que le
ocurrirán cuando sus sentidos se hayan abierto! Eso es
sumamente importante para el proceso de cambio.
EL FINAL DEL ANÁLISIS
Quiero darles una idea de la diferencia que hay entre el
análisis y la consciencia, o entre la información por una parte y
la visión por otra. La información no es visión, el análisis no es
consciencia, el conocimiento no es consciencia, imagínese que
yo llego con una serpiente enroscada en el brazo, y les digo:
¿Ven esta serpiente enroscada en mi brazo? Acabo de
verificarlo en la enciclopedia antes de venir a esta sesión;
encontré que esta serpiente se conoce como la víbora de
Russell. Si me mordiera, me moriría en medio minuto. ¿Podrían
sugerirme alguna manera de librarme de esta criatura que
está enroscada en mi brazo? ¿Quién es el que habla de esta
manera? Tengo información pero, no tengo consciencia.
O supongamos que me estoy destruyendo con el alcohol. "Por
favor, describan las formas en que puedo librarme de esta
adicción". Una persona que dijera eso no tendría consciencia.
Sabe que se está destruyendo, pero no está consciente de
ello.
Si fuera consciente, la adicción desaparecería en ese mismo
momento. Si yo fuera consciente de lo que la serpiente es, no
me la quitaría del brazo; ella se quitaría por medio de mi. De
eso es de lo que estoy hablando, ése es el cambio del que
estoy hablando. Usted no se cambia: el mí no cambia al mí. El
cambio tiene lugar por intermedio de usted, en usted. Ésa es
la forma más adecuada en que puedo expresarlo. Usted ve
que el cambio tiene lugar en usted, por intermedio de usted,
en su consciencia; tiene lugar: usted no lo realiza. Cuando
usted lo está haciendo, es mala señal; no durará. Y si dura,
que Dios se apiade de las personas que viven con usted,
porque va a ser muy rígido. es imposible vivir con las personas
que se convierten sobre la base del odio a sí mismas y la
insatisfacción consigo mismas. Alguien dijo: "Si quieres ser
mártir, cásate con un santo". Pero en la consciencia, usted
conserva su suavidad, su delicadeza, su amabilidad, su
apertura, su flexibilidad, y usted no se fuerza: el cambio
sucede.
Recuerdo que cuando yo estaba en Chicago estudiando
psicología, un sacerdote nos dijo: "Yo tenía toda la información
que necesitaba, sabía que el alcohol me estaba matando, y
créanme, nada cambia a un alcohólico - ni siquiera el amor de
su esposa y de sus hijos. Él realmente los ama pero eso no lo
hace cambiar. Yo descubrí algo que me hizo cambiar. Un día
estaba caído en una cuneta bajo una ligera llovizna. Abrí los
ojos y vi que eso me estaba matando. Lo vi, y no quise volver
a probar ni una gota. En realidad, desde entonces he bebido
un poco, pero nunca lo suficiente para hacerme daño. No
podría hacerlo, ni he podido". Estoy hablando de eso:
Consciencia, no información, sino consciencia.
Un amigo mío que fumaba demasiado me dijo: "Hay toda
suerte de chistes sobre el cigarrillo. Nos dicen que el tabaco
mata, pero mira a los antiguos egipcios, todos están muertos y
ninguno fumaba". Un día tuvo problemas con los pulmones, de
manera que fue a nuestro instituto de investigación sobre el
cáncer en Bombay. El médico le dijo: "Padre, usted tiene dos
manchas en los pulmones. Podría ser cáncer, de manera que
tiene que volver dentro de un mes". Después de eso mi amigo
no volvió a tocar un cigarrillo. Antes sabía que lo mataría;
ahora estaba consciente de que podría matarlo. Ésa es la
diferencia.
El fundador de mi orden, San Ignacio, tiene para eso una
bonita expresión. Lo llama gustar y sentir la verdad - no
conocerla, sino gustarla y sentirla, tener la sensación de ella.
Cuando uno la siente, cambia. Cuando la conoce en la cabeza,
no cambia.
SIEMPRE ADELANTE
He dicho con frecuencia que la manera de vivir realmente es
morir. El pasaporte a la vida es imaginarse a uno mismo en la
tumba. Imagine que está en su ataúd. En la posición que
quiera. En la India los ponemos con las piernas cruzadas. A
veces los llevan así al lugar de la cremación. Sin embargo, a
veces están acostados, y que está muerto. Ahora mire sus
problemas desde ese punto de vista. Todo cambia, ¿verdad?
Qué hermosa, hermosa meditación. Hágala todos los días si
tiene tiempo. Es increíble, pero eso le dará vida. Tengo una
meditación sobre eso en un libro llamado "La fuente". Se ve el
cuerpo en descomposición, después los huesos, después
polvo. Siempre que hablo de eso la gente dice: "¡Qué asco!"
Sin embargo, ¿qué tiene de asqueroso? Por Dios, es la verdad.
Pero muchos de ustedes no quieren ver la realidad. No quieren
pensar en la muerte. La mayoría de la gente no vive,
simplemente mantiene vivo el cuerpo. eso no es vida. Uno no
vive hasta que no le importe en absoluto si está vivo o muerto.
En ese momento, uno está vivo. Cuando usted esté dispuesto
a perder su vida, vivirá. Pero si está protegiendo su vida,
estará muerto. Si usted está sentado en el desván y yo le digo:
"¡Baje!" y usted responde: "Ah no. Yo he leído qué pasa
cuando la gente baja las escaleras. Se resbala y se desnuca;
es demasiado peligroso!. O si no puedo lograr que cruce la
calle porque me dice: "¿Sabe a cuántas personas atropellan
cuando cruzan la calle? Si no puedo lograr que cruce la calle,
¿cómo puedo lograr que cruce un continente? Y si no puedo
lograr que usted mire por fuera de sus estrechas y pequeñas
creencias y convicciones y vea otro mundo, usted está muerto,
está completamente muerto; la vida lo dejó atrás. Usted está
sentado en su pequeña prisión, asustado; no va a perder a su
Dios, su religión, sus amigos, toda suerte de cosas. La vida es
para los que se arriesgan, realmente es así. Eso fue lo que dijo
Jesús. ¿Están ustedes listos para arriesgarse? ¿Saben cuándo
están preparados para arriesgarse? Cuando hayan descubierto
eso, cuando sepan que esto que la gente llama vida no es
realmente vida. La gente se equivoca al pensar que vivir es
mantener vivo el cuerpo. De manera que amen el
pensamiento de la muerte, ámenlo. Regresen a él una y otra
vez. Piensen en la belleza de ese cadáver, ese esqueleto, de
esos huesos desmoronándose hasta que sólo quede un
puñado de polvo. De ahí en adelante, qué alivio, qué alivio.
Probablemente, alguno de ustedes no saben de qué estoy
hablando en este momento; están demasiado asustados para
pensarlo, Sin embargo, mirar la vida desde esa perspectiva es
un gran alivio.
O visiten un cementerio. Es una experiencia enormemente
purificadora y hermosa. Usted mira este nombre y dice: "Vaya,
el vivió hace tantos años, hace dos siglos; tiene que haber
tenido los mismos problemas que tengo yo, debe haber
pasado muchas noches de insomnio. Qué locura, vivimos tan
corto tiempo". Un poeta italiano dijo: "Vivimos en un destello
de luz; anochece, y es una noche eterna". Es solamente un
destello y lo desperdiciamos. Lo desperdiciamos con nuestra
ansiedad, nuestras preocupaciones, nuestros asuntos,
nuestras cargas. Bien, mientras hacen esa meditación pueden
obtener solamente información; pero pueden lograr la
consciencia. Y en ese momento de consciencia, ustedes
estarán nuevos. Por lo menos mientras dura. Entonces sabrán
la diferencia entre la información y la consciencia.
Recientemente, un amigo astrónomo me estaba contando
algunas de las cosas fundamentales sobre la astronomía. No
sabía, hasta que me lo dijo, que cuando vemos el sol, lo vemos
en el lugar que estaba hace ocho minutos y medio, no donde
está ahora. Porque un rayo de luz del sol se demora ocho
minutos y medio en llegar hasta nosotros. De manera que no
lo vemos en el lugar en el que está; ahora está en otra parte.
También las estrellas nos han estado enviando luz durante
cientos de miles de años. De manera que cuando las miramos,
pueden no estar donde las vemos; pueden estar en otra parte.
Me dijo que, si imaginamos una galaxia, todo un universo, esta
tierra nuestra estaría perdida cerca de la cola de la vía láctea;
ni siquiera en el centro. Y todas las estrellas son soles y
algunos soles son tan grandes que podrían contener al sol y a
la tierra y a la distancia que hay entre ellos. Según una
estimación conservadora, ¡Hay cien millones de galaxias! El
universo como lo conocemos, se está expandiendo a la
velocidad de tres millones setecientos mil kilómetros por
segundo. Yo estaba fascinado oyendo todo esto, y cuando salí
del restaurante en donde estábamos comiendo, miré hacia
arriba y tuve un pensamiento diferente, una perspectiva
diferente hacia la vida. Eso es consciencia. De manera que
ustedes pueden oír todo esto como un hecho (y eso es
información), o de repente tener otra perspectiva de la vida:
¿Qué somos en el universo, qué es la vida humana? Cuando
ustedes sientan eso, eso es lo que yo quiero decir cuando
hablo de la consciencia.
LA TIERRA DEL AMOR
Si realmente dejamos las ideas ilusorias acerca de algo que
podría darnos o quitarnos, estaríamos alertas, La
consecuencia de no hacerlo es terrible e ineludible. Perdemos
nuestra capacidad de amar. Si usted quiere amar, debe
aprender a ver de nuevo, Y si quiere ver, debe aprender a
renunciar a su droga. Así es de sencillo. Renuncie a su
dependencia. Rompa los tentáculos de la sociedad que lo
hayan rodeado y que han sofocado su ser. Renuncie a ellos.
Externamente, todo seguirá como antes, pero aunque usted
continuará estando en el mundo, ya no será del mundo. En su
corazón, ahora será finalmente libre, aunque estará
completamente solo. Su dependencia de la droga morirá. No
tiene que irse para el desierto; está en medio de las personas,
disfruta de ellas enormemente. Pero ya no tienen el poder de
hacerlo feliz o desdichado. Eso es lo que significa estar solo.
En esta soledad muere su dependencia. Nace la capacidad de
amar, Ya no ve a los demás como un medio de satisfacer la
adicción. Solamente quien lo ha intentado conoce los terrores
del proceso. Es como invitarse a sí mismo a morir. Es como
pedirle al pobre drogadicto que renuncie a la única felicidad
que ha conocido ¿Cómo cambiará por el sabor del pan y de la
fruta y el sabor limpio del aire de la mañana, la dulzura del
agua de la fuente en la montaña? Mientras luche con los
síntomas de la abstinencia y el vacío que siente en su interior
ahora que la droga se ha acabado, nada puede llenar el vacío
excepto la droga. ¿Puede usted imaginar una vida en la cual
usted se niega a disfrutar o a gozar con una sola palabra de
aprecio, o a reclinar la cabeza en el hombro de alguien
buscando apoyo? Piense en una vida en la cual usted no
dependa de nadie emocionalmente, de manera que nadie
tenga el poder de hacerlo feliz o desgraciado. Usted se niega a
necesitar a una persona particular o a ser especial para
alguien o a sentir que alguien le pertenece. Las aves del cielo
tienen sus nidos y los zorros tienen sus madrigueras, pero
usted no tendrá en dónde apoyar su cabeza en su viaje por la
vida. Si alguna vez llega a este estado, sabrá finalmente lo
que significa ver con una visión clara y sin nubes de temor o
deseo. Allí cada palabra se mide. Ver finalmente con una
visión que es clara, y sin nubes de temor o de deseo. sabrá lo
que significa amar. Pero para llegar a la tierra del amor, tiene
que pasar por los dolores de la muerte, porque amar a las
personas significa morir a la necesidad de las personas, y
estar completamente solo.
¿Cómo podría usted llegar allá algún día? Por medio de una
consciencia incesante, por medio de una paciencia y una
compasión infinitas como las que tendría por el drogadicto.
Desarrollando el gusto por las cosas buenas de la vida para
contrarrestar la necesidad de la droga. ¿Cuáles cosas buenas?
El amor al trabajo que a usted le gusta hacer por el trabajo
mismo; el amor a la risa y a la intimidad con las personas a las
cuales usted no se aferra y de las cuales no depende
emocionalmente pero cuya compañía usted disfruta. También
ayudará que usted realice actividades que pueda hacer con
todo su ser, actividades que a usted le gusten tanto que
cuando se dedique a ellas, el éxito, el reconocimiento y la
aprobación sencillamente no signifiquen nada. También
ayudará que regrese a la naturaleza. Despida a las multitudes,
suba a las montañas, y comulgue en silencio con los árboles y
las flores y los animales y las aves, con el mar y las nubes y el
cielo y las estrellas. Ya le dije que mirar las cosas , ser
consciente de las cosas que nos rodean es un gran ejercicio
espiritual. Confiemos en que las palabras desaparecerán, los
conceptos desaparecerán, y usted, ya lo verá, entrará en
contacto con la realidad. Ésa es la cura para la soledad.
Generalmente, tratamos de curar nuestra soledad
dependiendo emocionalmente de la gente, y por medio de la
sociabilidad y el ruido. Eso no es una cura. Regrese a las
cosas, regrese a la naturaleza, suba a las montañas. Entonces
sabrá que su corazón lo ha llevado al vasto desierto de la
soledad, allí no hay nadie a su lado, absolutamente nadie.
Al principio esto parecerá insoportable. Pero es porque usted
no está acostumbrado a estar solo. Si logra permanecer allí
por un tiempo, el desierto florecerá de pronto en el amor. Su
corazón estallará en cantos. Y siempre será primavera; la
droga desaparecerá; usted es libre. Entonces comprenderá lo
que es el amor, lo que es la felicidad, lo que es la realidad, lo
que es la verdad, lo que es Dios. Usted verá, usted sabrá más
allá de los conceptos y los condicionamientos, de las
adicciones y los apegos. ¿Eso tiene sentido?
Voy a terminar con una hermosa historia. Hubo un hombre que
inventó el arte de producir fuego. Tomó sus herramientas y fue
a una tribu que residía en un lugar del norte en que hacía
mucho frío, un frío cortante. Les enseño a los de la tribu a
producir fuego. Ellos se interesaron muchísimo. Les enseño
que el fuego era útil para varias cosas: para cocinar, para
calentarse, etc. Ellos estaban muy agradecidos con él por
haberles enseñado el arte de producir fuego. Pero antes de
que pudieran expresar su gratitud, el hombre desapareció. A
él no le interesaba el reconocimiento o la gratitud de la tribu;
le interesaba el bienestar de ésta. Fue a otra tribu, en la cual
también se dedicó a enseñarles el valor de su invento. Allí
también la gente estaba interesada, un poquito demasiado
interesada para la paz mental de sus sacerdotes, quienes
empezaron a notar que este hombre congregaba multitudes
mientras ellos perdían popularidad. De manera que decidieron
eliminarlo. Lo envenenaron, lo crucificaron, díganlo como
quieran. Pero temían que ahora la gente se volviera contra
ellos, de manera que fueron prudentes, incluso astutos,
¿Saben que hicieron? Mandaron hacer un retrato del hombre y
lo pusieron sobre el altar principal del templo. Enfrente del
retrato pusieron los instrumentos del fuego, lo cual hicieron
debidamente durante siglos. Siguieron la veneración y la
adoración, pero no había fuego.
¿En dónde está el fuego? ¿En dónde está el amor? ¿En dónde
está la droga desarraigada de usted? ¿En dónde está la
libertad? De esto se trata la espiritualidad. Trágicamente,
tendemos a perder esto de vista, ¿no es así? De esto se trata
Jesucristo. Pero le dimos demasiado énfasis al "Señor, Señor",
¿no es verdad? ¿En dónde está el fuego? Y si el culto no lleva
al fuego, si la adoración no lleva al amor, si la liturgia no lleva
a una percepción más clara de la realidad, si Dios no lleva a la
vida, ¿de qué sirve la religión excepto para crear más
divisiones, más fanatismo, más antagonismo? No es por falta
de religión, en el sentido ordinario de la palabra, por lo que
sufre el mundo; es por falta de amor, de consciencia, y no de
otro modo. Comprendan los obstáculos que les ponen al amor,
a la libertad, a la felicidad y la oscuridad desaparecerá. La
felicidad no es algo que se adquiere; el amor no es algo que
uno produce; el amor es algo que uno tiene; el amor es algo
que lo tiene a uno. Uno no tiene el viento, las estrellas y la
lluvia. Uno no posee estas cosas; uno se entrega a ellas. Y la
entrega ocurre cuando uno toma consciencia de sus ideas
ilusorias, de sus adicciones, cuando uno tenga una consciencia
de sus deseos y sus temores. Como les dije antes, en primer
lugar, la comprensión psicológica es de gran ayuda, pero no el
análisis. Uno de los grandes terapeutas estadounidenses lo
dijo muy bien: "Lo que cuenta es la experiencia del "Ah, si",
eso es visión. Eso es cambio. En segundo lugar, la
comprensión de su adicción es importante. Se necesita
tiempo. Desgraciadamente, se dedica mucho tiempo al culto y
al canto de alabanzas y a cantar canciones, tiempo que podría
dedicarse con buenos frutos a la comprensión de sí mismo. Las
celebraciones litúrgicas comunes no producen comunidad.
Ustedes saben en el fondo del alma, y también lo sé yo, que
esas celebraciones solamente sirven para ocultar las
diferencias. La comunidad se produce comprendiendo los
bloqueos que le ponemos a la comunidad, comprendiendo los
conflictos que surgen como resultado de nuestros temores y
nuestros deseos. En ese momento, surge la comunidad.
Debemos tener cuidado, para no convertir el culto en otra
distracción en la importante empresa de vivir. Y vivir no
significa trabajar en el gobierno, o ser un gran hombre de
negocios, o hacer actos de caridad. Eso no es vivir. Vivir es
descartar todos los impedimentos y vivir en el momento
presente con frescura. "Las aves del cielo... ellas no trabajan ni
hilan" -eso es vivir. Empecé diciendo que la gente está
dormida, muerta. Hay gente muerta gobernando, gente
muerta dirigiendo los grandes negocios, gente muerta
educando a otros; ¡Vivan! El culto debe ayudar a esto, o es
inútil. Y progresivamente - ustedes saben esto y yo tambiénestamos
perdiendo a los jóvenes en todas partes. Ellos nos
odian; no les interesa tener más temores y más culpas. No les
interesan más sermones y exhortaciones. Pero les interesa
aprender sobre el amor. ¿Cómo puedo ser feliz? ¿Cómo puedo
estar realmente vivo? ¿Cómo puedo tener la experiencia de
esas cosas maravillosas de las que hablan los místicos? De
manera que eso es lo segundo - La comprensión. En tercer
lugar, no se identifique. Mientras venía hoy para acá alguien
me preguntó: "Alguna vez se ha sentido usted deprimido?"
Realmente, a veces me deprimo. Me dan mis ataques. Pero no
duran, realmente no duran. ¿Qué hago? Primer paso: No me
identifico. Aquí tenemos un sentimiento de depresión. En lugar
de ponerme tenso, en lugar de irritarme conmigo mismo
debido a eso, comprendo que estoy deprimido, decepcionado,
o lo que sea. segundo paso: Admito que el sentimiento está en
mí, no en la otra persona, es decir, en la persona que no me
mandó una carta, no en el mundo exterior, está en mí. Porque
mientras piense que está fuera de mi, considero justificado
conservar mis sentimientos. No puedo decir que todo el
mundo se sienta así; en realidad, solamente los idiotas se
sentirían así, solamente las personas dormidas. Tercer paso:
No me identifico con el sentimiento. El "yo" no es ese
sentimiento. El "yo" no está solo, el "yo" no está deprimido, el
"yo" no está decepcionado. La decepción está allí, uno la
observa. Ustedes se sorprenderán con la rapidez con que
desaparece. Cualquier cosa de la cual uno tenga consciencia
cambia continuamente; las nubes se mueven continuamente.
cuando uno logra eso, comprende de muchas maneras por
qué había nubes.
Tengo aquí una hermosa cita, unas pocas frases que yo
escribiría en letras de oro. Las tomé del libro de A.S. Neill,
Summerhill. Antes, debo exponer algunos antecedentes.
Probablemente ustedes saben que Neill fue educador durante
cuarenta años. Tenía un colegio muy independiente. Recibía
niños y niñas, y los dejaba ser libres. ¿Usted quiere aprender a
leer y a escribir? Muy bien. ¿No quiere aprender a leer y a
escribir? Muy bien. Usted puede hacer lo que quiera con su
vida, mientras no se inmiscuya en los asuntos de otra persona.
No interfiera la libertad de otra persona; por lo demás, usted
es libre. Dice Neill que los peores casos le llegaban de colegios
religiosos. Por supuesto, esto era en los viejos tiempos. Dice
que estos niños tardaban alrededor de seis meses en
sobreponerse a toda la ira y el resentimiento que habían
reprimido. durante seis meses se rebelaban, luchaban contra
el sistema. El peor caso fue el de una niña que montaba en su
bicicleta y se iba para el pueblo, evitando las clases, evitando
el colegio, evitando todo. Pero una vez que superaban su
rebeldía, todos querían aprender; hasta empezaban a
protestar: "¿por qué no tenemos clase hoy?" Pero solamente
estudiaban lo que les interesaba. Se transformaban. Al
principio, los padres temían mandar a sus hijos a este colegio;
decían: "¿Cómo puede usted educarlos si no se les impone
disciplina? Hay que enseñarles, orientarlos". ¿Cual fue el
secreto del éxito de Niel? A él le llegaban los peores niños, los
que todo el mundo había dado por perdidos, y en seis meses
se transformaban. Escuchen lo que dijo, palabras
extraordinarias, palabras santas: "Cada niño tiene un dios en
él. Nuestros intentos por moldear al niño convertirán al dios en
un demonio. Los niños llegan a mi colegio, pequeños diablos,
odian el mundo, son destructivos, maleducados, mentirosos,
ladrones, de mal humor. En seis meses se transforman en
niños felices, saludables, que no hacen ningún mal". éstas son
palabras sorprendentes en boca de un hombre cuyo colegio en
la Gran Bretaña es inspeccionado regularmente por personas
del Ministerio de educación, por cualquier director o directora
o por cualquier persona que quiera ir. Sorprendente. Ése era
su carisma. Estas cosas no se hacen siguiendo un plan
predeterminado; hay que ser una persona especial. En
algunas de sus conferencias a directores y directoras, Neill les
dice: "Vengan a Summerhill, y verán que todos los árboles
frutales están cargados de frutas; nadie arranca las frutas de
los árboles; no hay ningún deseo de atacar a la autoridad; los
niños comen bien y no hay resentimiento ni ira. Vengan a
Summerhill y nunca encontrarán a un niño lisiado que tenga
sobrenombre (ustedes saben cómo pueden ser de crueles los
niños cuando alguien es tartamudo). Ustedes nunca
encontrarán a nadie burlándose de un tartamudo, nunca. En
esos niños no hay violencia porque nadie es violento con
ellos". Escuchen esas palabras de revelación, palabras
sagradas. en el mundo hay personas así. A pesar de lo que les
puedan decir los sabios, los sacerdotes y los teólogos, en el
mundo hay personas que no tienen peleas, ni celos, ni
conflictos, ni guerras, ni enemistades. ¡Ninguna de esas cosas!
En mi país existen, o, me da tristeza decirlo, existieron hasta
hace poco. Yo tenía amigos jesuitas que vivían y trabajaban
con personas que según me decían eran incapaces de robar o
mentir. Una hermana me dijo que cuando ella fue al noreste
de la india a trabajar con algunas tribus, la gente no cerraba, o
guardaba nada con llave. Nunca se robaban nada y nunca
decían mentiras - hasta que llegaron el gobierno y los
misioneros.
Cada niño tiene en él un dios; nuestros intentos por moldearlo
convertirán al niño en un demonio.
Hay una hermosa película italiana dirigida por Federico Fellini,
llamada 81/2. En una escena aparece un hermano cristiano en
una excursión con un grupo de muchachos de ocho a diez
años. Están en la playa, caminando, mientras el hermano
viene detrás con tres o cuatro muchachos a su alrededor. Se
encuentran con una mujer mayor que es prostituta, y le dicen:
- Hola.
Ella contesta:
- Hola.
Ellos preguntan:
¿Quién eres tú?
Y ella dice
- Yo soy una prostituta.
Ellos no saben qué es eso, pero fingen saberlo. Uno de los
muchachos que sabe más que los otros dice:
- Una prostituta es una mujer que hace ciertas cosas si uno le
paga.
Ellos preguntan:
-¿Haría ella esas cosas si le pagamos?
¿Por qué no? fue la respuesta.
De manera que hacen una colecta, le dan el dinero y le dicen:
-¿Haría ciertas cosas ahora que te hemos dado el dinero?
Ella responde:
- Por supuesto muchachos, ¿qué quieren que haga?
Lo único que se les ocurre a los muchachos es que ella se
quite la ropa. Y ella lo hace. Bueno, la miran; nunca habían
visto a una mujer desnuda. No saben qué más hacer, de modo
que le dicen:
-¿Quieres bailar?
ella dice:
-Por supuesto
Ellos se reúnen alrededor de ella cantando y batiendo palmas;
la prostituta mueve el trasero, y ellos se divierten de lo lindo.
El hermano ve todo esto. Corre por la playa y le grita a la
mujer. La hace vestir, y el narrador dice: "En ese momento, los
niños se corrompieron, hasta entonces eran inocentes,
hermosos".
Éste no es un problema infrecuente. En la India, conozco a un
misionero muy conservador, un jesuita, quien asistió a uno de
mis talleres. Mientras yo desarrollaba este tema durante dos
días, él sufría. La segunda noche vino a buscarme y me dijo:
- Tony, no puedo explicarte cuanto sufro cuando te escucho.
-¿Por qué, Stan? - le pregunté
Me contestó:
- Tú estás reviviendo una pregunta que he reprimido durante
veinticinco años, una horrible pregunta. una y otra vez me he
preguntado: ¿Habré corrompido a mi gente convirtiéndola al
cristianismo?
Este jesuita no era uno de esos progresistas, era ortodoxo.
Devoto, piadoso, conservador. Pero sentía que corrompía a
una gente feliz, amable, sencilla, sin malicia, convirtiéndola al
cristianismo.
Los misioneros estadounidenses que fueron a las islas de los
Mares del Sur con sus esposas se horrorizaron cuando vieron
que las mujeres nativas iban a la iglesia con los pechos
descubiertos. Las esposas insistieron en que las mujeres
estuvieran decentemente vestidas. De modo que los
misioneros les dieron camisas para que se las pusieran. Al
domingo siguiente, las mujeres llegaron con las camisas
puestas, pero con dos grandes huecos para estar cómodas y
ventilarse. Ellas tenían la razón; los misioneros estaban
equivocados.
Ahora ... regresemos a Neill, quien dice: "Yo no soy un genio,
soy sencillamente un hombre que se niega a guiar los pasos
de los niños". Pero entonces, ¿qué pasa con el pecado
original? Neill dice que cada niño tiene un dios en él; nuestros
intentos por moldearlo convierten al dios en un demonio. Él
permite que los niños formen sus propios valores, y los valores
son invariablemente buenos y sociales. ¿pueden ustedes
creerlo? Cuando un niño se siente amado (lo que significa:
cuando un niño siente que usted está de su lado), estará bien.
El niño ya no experimenta la violencia. No hay temor, por eso
no hay violencia. El niño empieza a tratar a los demás como lo
tratan a él. Ustedes tienen que leer ese libro. es un libro
sagrado, realmente lo es. Léanlo; revolucionó mi vida y mi
manera de relacionarme con la gente. Empecé a ver milagros.
Empecé a ver la insatisfacción conmigo mismo que me habían
inculcado, la competición, las comparaciones, el "eso no es
suficientemente bueno", etc. Ustedes podrían objetar que si
no me hubieran presionado, no sería lo que soy. ¿Necesitaba
toda esa presión? Y de todas maneras, ¿quién quiere ser lo
que yo soy? Quiero ser feliz, quiero ser santo, quiero amar,
quiero estar en paz, quiero ser libre, quiero ser humano.
¿Saben de dónde vienen las guerras? Vienen de proyectar
hacia afuera el conflicto que tenemos dentro. Muéstrenme un
individuo que no tenga un conflicto interno y yo les mostraré a
un individuo que no es violento. Sus acciones serán eficaces,
incluso duras, pero estará libre de odio. cuando actúa, actúa
como el cirujano; cuando actúa, actúa como el maestro
amante de los niños que tienen retardo mental. Uno no los
culpa, los comprende; pero se lanza a la acción. Por otra parte,
si uno se lanza a la acción con su propio odio y su propia
violencia sin resolver, el error se agrava. Trató de apagar el
fuego con más fuego. Trató de controlar una inundación
echando más agua. Repito lo que dijo Neill: "Cada niño tiene
un dios en él. Nuestros intentos por moldear al niño
convertirán al dios en un demonios. Los niños llegan a mi
colegio como pequeños demonios, odiando el mundo,
destructivos, maleducados, mentirosos, robando, de mal
humor. A los seis meses son niños felices y saludables que no
hacen ningún mal. Y yo no soy un genio, simplemente un
hombre que se niega a dirigir los pasos de los niños. Yo les
permito formar sus propios valores y los valores son
invariablemente buenos y sociales. La religión que vuelve
buena a la gente la vuelve mala, pero la religión conocida
como libertad hace que todas las personas sean buenas,
porque destruye el conflicto interno (yo agregué la palabra
"interno") que convierte a las personas en demonios".
Neill dice también: "Lo primero que hago cuando un niño llega
a Summerhill es destruir su conciencia". Supongo que ustedes
saben a qué se refiere, porque yo sé a qué se refiere. No se
necesita conciencia cuando se tiene consciencia*; no se
necesita la conciencia cuando se tiene sensibilidad. No se es
violento, no se es temeroso.
* Conciencia: Facultad de discriminar entre el bien y el mal
Consciencia: Conocimiento intuitivo que tiene el individuo de
sí mismo y del medio que lo rodea (N. del Ed).
Probablemente ustedes piensen que éste es un ideal
inalcanzable. Bien, lean ese libro. Me he encontrado aquí y allá
con individuos que de repente se tropiezan con esta verdad; la
raíz del mal está dentro de uno mismo. A medida que uno
comprenda esto, va dejando de forzase, y uno comprende.
Nútranse con alimentos sanos, con alimentos sanos y bueno,
no me refiero al alimento en el sentido literal; me refiero a
puestas de sol, a la naturaleza, a una buena película, a un
buen libro, a un trabajo agradable, a la buena compañía, y se
podrá esperar que ustedes rompan sus adicciones a esos otros
sentimientos.
¿Qué sentimiento tienen ustedes cuando están en contacto
con la naturaleza, o cuando están absortos en un trabajo que
aman? ¿O cuando conversan con alguien cuya compañía
disfrutan en la sinceridad y en la intimidad sin apegarse? ¿Qué
clase de sentimientos tienen? comparen esos sentimientos
con los que tienen cuando ganan una discusión, o cuando
ganan una carrera, o cuando son populares, o cuando todo el
mundo los aplaude. A éstos últimos los llamo sentimientos
mundanos; a los primeros los llamo sentimientos del alma.
Muchas personas ganan el mundo y pierden su alma. Muchas
personas viven una vida vacía, sin alma, porque se alimentan
de la popularidad, el aprecio, la alabanza, el "yo estoy bien, tú
estás bien", de mírenme, préstenme atención, apóyenme,
aprécienme; de ser el jefe, de tener poder, de ganar la
carrera. ¿Se alimentan ustedes de eso? Si así es, están
muertos. Perdieron su alma. Aliméntense del otro material
más nutritivo. entonces verán la transformación. Les di todo
un programa de vida, ¿no es verdad?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario