No es malo tener dinero. Algunos se sienten culpables de tenerlo, sobre todo
cuando miran a su alrededor y ven penuria. Hay personas que crecen y aprenden
tanto con un enfoque enteramente materialista como otras con la pobreza. No es
más espiritual ser pobre ni es mejor ser rico. Si piensas que no es espiritual
tener dinero, recuerda las veces que lo has tenido, aunque fuera en cantidades
pequeñas. Recuerda cómo lo utilizaste. Quizá pudiste ayudar más a los que te
rodean. Sintiéndote próspero, es probable que te sintieras también generoso y
capaz de potenciar la abundancia de los demás.
Normalmente, las personas que tienen las ideas más claras con respecto al
dinero no son las que tienen fortunas ni las que carecen en absoluto de ello;
son aquellas que tienen la cantidad justa de dinero. Así no se ven perturbadas
por excesivas posesiones; las que tienen, les hacen un servicio. No gastan el
tiempo y energía que serían mejor empleados en la creación de la obra de su vida
en la adquisición o conservación de cosas materiales.
Si tienes mucho dinero y
necesitas dedicar mucho tiempo a su cuidado, te puedes ver desviado de tu camino
superior. También la falta de dinero te puede apartar de él, si todo tu tiempo y
energía se emplea para sobrevivir. Es importante tener dinero suficiente para
vivir. Si no se tiene, si se dedica la mayor parte del tiempo a las
preocupaciones por la comida y el alquiler, no habrá energía suficiente para
realizar la obra superior por la que todos estáis aquí.
Piensa que la “riqueza” es disponer del dinero suficiente para realizar la
obra de tu vida. No te hacen falta muchas posesiones materiales para tener
“suficiente”. El propósito de tu vida, por ejemplo, podría consistir en trabajar
en la naturaleza. Puedes vivir en una cabaña de madera, gastar poco dinero y,
aún así, disponer de todos los recursos naturales necesarios para realizar tu
propósito.
En tal caso, serías rico. Lo importante es tener dinero suficiente
para poder hacer lo que has venido a hacer en este mundo, y no tanto que te
aparte de ello. Dinero suficiente significa poner tu visión en acción,
transformar la energía en torno a ti a un orden superior. Algunas personas
necesitan muchas cosas materiales para cumplir su propósito en esta vida. Quizá
tengan que trabajar con un grupo de gente que sólo les escuchará y les respetará
si ofrecen un aspecto de riqueza y poder.
Las posesiones materiales pueden proporcionar una experiencia espiritual,
enseñando a unas personas lo que deben aprender en esta vida; la falta de dinero
podría ser un gran maestro para otras. Algunos encuentran gran libertad y
crecimiento en el dinero; otros, en su falta.
La cantidad de dinero que se necesita es un asunto personal; no juzgues a los
demás por lo que tienen o dejan de tener. Hay personas que amasan fortunas que,
en el futuro, serán empleadas para el bien de la humanidad, aunque por el
momento no piensen hacerlo ni sigan un camino espiritual.
No puedes conocer el
propósito ulterior de un camino. Es bueno medir el éxito no por el dinero que se
tiene o se gana sino por el grado en que se cumple el propósito de una vida, la
felicidad que se encuentra en ella, la posesión de la fortuna apropiada y la fe
en uno mismo.
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